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MADARA CHRONICLES

¡Bienvenido a Madara Chronicles! Foro de Naruto interpretativo donde buscamos que el usuario se encuentre con la mayor de las comodidades y disponga de opciones para crear y desarrollar su personaje dentro de una ambientación, permitiendo que cobre importancia con el paso del tiempo y de su propio desarrollo.

Actualmente estamos en fase Beta, pero trabajamos duramente para dar una experiencia nueva y única para el usuario, con multitud de ideas y proyectos que esperamos que pronto vean la luz.

¿Por qué no te animas a formar parte de este gran proyecto? ¡Te esperamos con los brazos abiertos!
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Madara Chronicles es un foro basado en la obra de Masashi Kishimoto "Naruto" y "Naruto Shippuden", utilizando tan solo su ambientación y personajes para crear una trama propia.

Todo el contenido producido en el foro es propiedad de sus creadores originales, así como el contenido administrativo es propiedad del Staff. La estética del foro proviene del usuario Akira Aoi, agradeciendo a Foroactivo, W3Schools y otras páginas webs por su tutoriales.

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Élite [25/102] [Social Pre-Torneo] Festival de la Nieve - Página 2 40 [Social Pre-Torneo] Festival de la Nieve - Página 2 3lf1VlO Time Of Heroes [Social Pre-Torneo] Festival de la Nieve - Página 2 40x40_zps8zack2u9
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[Social Pre-Torneo] Festival de la Nieve

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Master MC
Recuerdo del primer mensaje :

[Social Pre-Torneo] Festival de la Nieve - Página 2 YkA237g
FESTIVAL DE LA NIEVE
La tarde se ponía en su momento más intenso, pero para lamento de muchos, el frío clima en la Aldea de la Nieve eclipsaba cualquier calor ligeramente abrasador que pudiera transmitir el sol. Los comerciantes se habían quejado hacía meses sobre la organización del festival en honor al Torneo Ceremonial, pues no creían que mucha gente fuera a viajar a la aldea más gélida en todo el continente. Años anteriores, el festival pre-torneo había sido un gran éxito, y aunque las expectativas este año eran bastante inferiores a las de ediciones anteriores, pronto los comerciantes se percatarían de su equivocación. Ninjas de todas las aldeas, incluso de menores como la Lluvia o la Hierba, hacían acto de aparición, cubiertos por chaquetas y ropajes de piel de animal, dispuestos a todo para el torneo, ansiosos por la gloria que podrían conseguir de ganar la competición.

Por otra parte, también fueron apareciendo habitantes de la propia aldea organizadora, seguidos de viajeros extranjeros acompañados por sus guardaespaldas, quienes habían viajado al país solo para poder ver de cerca cómo transcurriría el legendario torneo ceremonial. Lo cierto es que la Aldea de la Nieve era la más apta de entre todas para albergar la importante tradición que supondría el torneo. Era, según cualquier persona con conocimiento político, la aldea que menos intereses propios había demostrado. Lo único que hacía el Korikage para mantener contenta a su gente era encargarse de la política interior de la Nieve, meterse en sus asuntos y no hurgar en los de otras aldeas. La única vez que hicieron una excepción en la Nieve para meterse en asuntos que aparentemente no les implicaba fue cuando intentaron dar cese a la guerra entre las grandes naciones, con bastante éxito. No era una cosa que tuvieran intención de repetir a menudo.

Los puestos de comida y bebida eran muchísimos en el gran festival que se había formado en la plaza y paseo principales de la Aldea. El número de personas crecía poco a poco, y comenzaba a haber ambiente. Algunos habían invitado a sus parejas a asistir juntos a la celebración, otros asistían en familia, y finalmente algunos participantes del torneo se aparecían en solitario. Puestos de lotería y juegos de suerte destacaban entre todos, ¿Quién no querría aprovecharse de su fortuna y retar al destino para conseguir jugosos premios? Había realmente puestos de todo tipo, los comerciantes querían hacer dinero, y acudiendo a ese festival, se podrían llenar sus arcas para sobrevivir un par de trimestres más. El movimiento que conseguía el torneo y el festival era increíble.

—¡Sake, sake! —gritaba un hombre nativo de la Nieve, corpulento y de unos 40 años, desde su puesto de bebida, que consistía en una tienda de campaña bastante grande en el interior, donde habrían muchísimas bebidas en exposición y una barra. La emoción al ver cómo se llenaba el mercado había motivado al hombre, llamado Nod, a ponerse a hacer ofertas —¡Damos a probar el mejor sake del País del Hierro! ¡Vengan a probarlo, la primera consumición es gratuita!

—¡Lotería, lotería! —chilló una mujer de unos 40 y tantos años desde su pequeño puesto, que solo consistía en una pared con peluches exhibidos y unos asientos delante del lugar. Estaba tapada hasta la nariz, y se notaba que había viajado desde algún lugar cálido. Morena y de ojos azules, se notaba la frialdad que existía no solo en su cuerpo, sino también en su personalidad —¿Quién será el afortunado que se hará con el peluche del dragón de hielo?

Sentado desde lo alto de una torre, el Feudal del País del Hierro, custodiado por varios samuráis y ninjas de élite, observaba cómo transcurrían las cosas junto al Korikage, quien a pesar de su ajetreada agenda pre-torneo, había podido hacer un hueco y visitar a su superior. La relación diplomática entre ambos era simplemente perfecta, siempre llegaban a buenos acuerdos y mantenían el país en buena dirección, lo cual los había unido bastante. Eran ambos líderes jóvenes, que compartían ambición y sentimiento patriota por sus tierras. Era un honor para ambos celebrar el festival, y en consecuencia, el torneo, pero tenían sus propias inquietudes sobre lo que iba a ocurrir en la competición. Temían no estar preparados para cualquier cosa que pudiera llegarles de improvisto.

Varios ANBU de la Nieve más que capacitados vigilaban infiltrados entre los compradores, revisando que todo estuviera en orden. La perfección en los acontecimientos era algo que tenía a Hiromi Yuki casi sin dormir, y los ninjas de la aldea, que siempre habían visto a su líder como alguien frío pero respetuoso, tenían que soportar sus gritos si algo no salía de forma correcta.

[Social Pre-Torneo] Festival de la Nieve - Página 2 QDZqIVR
Todos los posts hechos aquí recompensarán +2PD cada uno tras finalizar el evento. Se permite un máximo de 3 intervenciones por usuario antes de que el Narrador vuelva a postear.
La línea temporal de este social es 1 día antes del torneo, por la tarde.
Hay equipos de ANBU repartidos por todo el festival, por lo que tened cuidado con vuestras acciones. Se permiten discusiones, pero nada acalorado o algún NPC se verá obligado a intervenir.
Se pueden describir infinidad de puestos más, pero dentro de lo que cabe, por supuesto.
No importa si interactúan usuarios de otras naciones, tan solo tener en cuenta la Ambientación. No se puede narrar que, por ejemplo, un ninja del País del Fuego está muy contento por encontrarse con uno de la Nube.
Prohibido el manejo de NPC's de este post por parte de usuarios.
Se irán agregando más pautas y aclaraciones según se considere.

[Social Pre-Torneo] Festival de la Nieve - Página 2 W71HqSg
La lotería consiste en que, cuando narréis vuestro encuentro con la señora del puesto lancéis un dado (Peluche), dejando a la suerte lo que os toque, y especificando vuestra reacción en el siguiente post. Cabe especificar que on-rol conseguís un simple peluche, pero off-rol se entregan ryus. Uso máximo de 2 veces repartidas en distintos post. Las recompensas se entregarán tras finalizar el Evento.

Los regalos serán los siguientes:

  • Peluche Rojo: 500 ryus
  • Peluche Azul: 650 ryus
  • Peluche Blanco: 1000 ryus
  • Peluche Negro: 1.500 ryus
  • Peluche del Dragón de Hielo: 1 Narración con NPC del Staff + 2.500 ryus







Recuerdo del primer mensaje :

[Social Pre-Torneo] Festival de la Nieve - Página 2 YkA237g
FESTIVAL DE LA NIEVE
La tarde se ponía en su momento más intenso, pero para lamento de muchos, el frío clima en la Aldea de la Nieve eclipsaba cualquier calor ligeramente abrasador que pudiera transmitir el sol. Los comerciantes se habían quejado hacía meses sobre la organización del festival en honor al Torneo Ceremonial, pues no creían que mucha gente fuera a viajar a la aldea más gélida en todo el continente. Años anteriores, el festival pre-torneo había sido un gran éxito, y aunque las expectativas este año eran bastante inferiores a las de ediciones anteriores, pronto los comerciantes se percatarían de su equivocación. Ninjas de todas las aldeas, incluso de menores como la Lluvia o la Hierba, hacían acto de aparición, cubiertos por chaquetas y ropajes de piel de animal, dispuestos a todo para el torneo, ansiosos por la gloria que podrían conseguir de ganar la competición.

Por otra parte, también fueron apareciendo habitantes de la propia aldea organizadora, seguidos de viajeros extranjeros acompañados por sus guardaespaldas, quienes habían viajado al país solo para poder ver de cerca cómo transcurriría el legendario torneo ceremonial. Lo cierto es que la Aldea de la Nieve era la más apta de entre todas para albergar la importante tradición que supondría el torneo. Era, según cualquier persona con conocimiento político, la aldea que menos intereses propios había demostrado. Lo único que hacía el Korikage para mantener contenta a su gente era encargarse de la política interior de la Nieve, meterse en sus asuntos y no hurgar en los de otras aldeas. La única vez que hicieron una excepción en la Nieve para meterse en asuntos que aparentemente no les implicaba fue cuando intentaron dar cese a la guerra entre las grandes naciones, con bastante éxito. No era una cosa que tuvieran intención de repetir a menudo.

Los puestos de comida y bebida eran muchísimos en el gran festival que se había formado en la plaza y paseo principales de la Aldea. El número de personas crecía poco a poco, y comenzaba a haber ambiente. Algunos habían invitado a sus parejas a asistir juntos a la celebración, otros asistían en familia, y finalmente algunos participantes del torneo se aparecían en solitario. Puestos de lotería y juegos de suerte destacaban entre todos, ¿Quién no querría aprovecharse de su fortuna y retar al destino para conseguir jugosos premios? Había realmente puestos de todo tipo, los comerciantes querían hacer dinero, y acudiendo a ese festival, se podrían llenar sus arcas para sobrevivir un par de trimestres más. El movimiento que conseguía el torneo y el festival era increíble.

—¡Sake, sake! —gritaba un hombre nativo de la Nieve, corpulento y de unos 40 años, desde su puesto de bebida, que consistía en una tienda de campaña bastante grande en el interior, donde habrían muchísimas bebidas en exposición y una barra. La emoción al ver cómo se llenaba el mercado había motivado al hombre, llamado Nod, a ponerse a hacer ofertas —¡Damos a probar el mejor sake del País del Hierro! ¡Vengan a probarlo, la primera consumición es gratuita!

—¡Lotería, lotería! —chilló una mujer de unos 40 y tantos años desde su pequeño puesto, que solo consistía en una pared con peluches exhibidos y unos asientos delante del lugar. Estaba tapada hasta la nariz, y se notaba que había viajado desde algún lugar cálido. Morena y de ojos azules, se notaba la frialdad que existía no solo en su cuerpo, sino también en su personalidad —¿Quién será el afortunado que se hará con el peluche del dragón de hielo?

Sentado desde lo alto de una torre, el Feudal del País del Hierro, custodiado por varios samuráis y ninjas de élite, observaba cómo transcurrían las cosas junto al Korikage, quien a pesar de su ajetreada agenda pre-torneo, había podido hacer un hueco y visitar a su superior. La relación diplomática entre ambos era simplemente perfecta, siempre llegaban a buenos acuerdos y mantenían el país en buena dirección, lo cual los había unido bastante. Eran ambos líderes jóvenes, que compartían ambición y sentimiento patriota por sus tierras. Era un honor para ambos celebrar el festival, y en consecuencia, el torneo, pero tenían sus propias inquietudes sobre lo que iba a ocurrir en la competición. Temían no estar preparados para cualquier cosa que pudiera llegarles de improvisto.

Varios ANBU de la Nieve más que capacitados vigilaban infiltrados entre los compradores, revisando que todo estuviera en orden. La perfección en los acontecimientos era algo que tenía a Hiromi Yuki casi sin dormir, y los ninjas de la aldea, que siempre habían visto a su líder como alguien frío pero respetuoso, tenían que soportar sus gritos si algo no salía de forma correcta.

[Social Pre-Torneo] Festival de la Nieve - Página 2 QDZqIVR
Todos los posts hechos aquí recompensarán +2PD cada uno tras finalizar el evento. Se permite un máximo de 3 intervenciones por usuario antes de que el Narrador vuelva a postear.
La línea temporal de este social es 1 día antes del torneo, por la tarde.
Hay equipos de ANBU repartidos por todo el festival, por lo que tened cuidado con vuestras acciones. Se permiten discusiones, pero nada acalorado o algún NPC se verá obligado a intervenir.
Se pueden describir infinidad de puestos más, pero dentro de lo que cabe, por supuesto.
No importa si interactúan usuarios de otras naciones, tan solo tener en cuenta la Ambientación. No se puede narrar que, por ejemplo, un ninja del País del Fuego está muy contento por encontrarse con uno de la Nube.
Prohibido el manejo de NPC's de este post por parte de usuarios.
Se irán agregando más pautas y aclaraciones según se considere.

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La lotería consiste en que, cuando narréis vuestro encuentro con la señora del puesto lancéis un dado (Peluche), dejando a la suerte lo que os toque, y especificando vuestra reacción en el siguiente post. Cabe especificar que on-rol conseguís un simple peluche, pero off-rol se entregan ryus. Uso máximo de 2 veces repartidas en distintos post. Las recompensas se entregarán tras finalizar el Evento.

Los regalos serán los siguientes:

  • Peluche Rojo: 500 ryus
  • Peluche Azul: 650 ryus
  • Peluche Blanco: 1000 ryus
  • Peluche Negro: 1.500 ryus
  • Peluche del Dragón de Hielo: 1 Narración con NPC del Staff + 2.500 ryus







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Master MC
El miembro 'Izumi Senju' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados


'Peluche' :
[Social Pre-Torneo] Festival de la Nieve - Página 2 RT9hExE
El miembro 'Izumi Senju' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados


'Peluche' :
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Jin Namikaze

Festival de la Nieve

Disfrutando antes de la lucha



Yukigakure | Social | Evento

No daba crédito, mire el papel y justo antes de reaccionar y poder decir nada fue Izumi quien me saco de mi ensimismamiento, me había tocado el dragón de hielo, y mientras me lo entregaban a Izumi le tocaba un peluche rojo normal, podía ver en su cara cierto nivel de decepción, aunque yo la abrace y le di un enorme beso en los labios, colocando el peluche de dragón entre nosotros. Al terminar aquel beso la mire a los ojos, quería que viera como hablaba desde el fondo de mi corazón. -El destino sigue sonriéndome, pero no te preocupes así como mi corazón te pertenece, este dragón también es tuyo. Entonces se lo di, le di lo que ya era suyo desde el principio y no me arrepentía de ello, la verdad es que a mí no me hacían falta estas cosas terrenales teniendo su amor, siendo que además a ella le hacía muchísima más ilusión que a mí. Así que antes de que nos marcháramos a otro lugar, parecía que el gesto que acababa de hacer emociono a una de los encargados, y parecía que nos dejaba sacar premio de nuevo, alegando que nuestro amor era tan grande que merecía más de un premio.

Yo no estaba nada seguro, pero en fin cuantos más peluches le diera a Izumi más contenta estaría, porque por dinero no sería tenía todo lo que necesitaba para un día más que perfecto ella iba a disfrutar hasta el más mínimo detalle. -Bueno, muchas gracias por dejarme sacar otro premio, es usted muy amable. La máquina de papelitos volvía a girar, y volvía a tocarme sacar un trozo de papel, pero mi mente ya estaba pensando en irme algún lugar con Izumi, a tomar algún chocolate caliente o algo así, un sito apartado, donde pudiésemos entrar en calor. Esta vez muchísimo menos nervioso metía la mano y tomaba el papel con una sonrisa mirando a Izumi, mientras una broma pasaba por mi mente. -¿Te imaginas que me toca otro dragón de hielo? Después de eso me reía, estaba riéndome mucho mientras miraba de una vez el trozo de papel en mi mano esperando ver un peluche normal como resultado.




Festival de la Nieve

Disfrutando antes de la lucha



Yukigakure | Social | Evento

No daba crédito, mire el papel y justo antes de reaccionar y poder decir nada fue Izumi quien me saco de mi ensimismamiento, me había tocado el dragón de hielo, y mientras me lo entregaban a Izumi le tocaba un peluche rojo normal, podía ver en su cara cierto nivel de decepción, aunque yo la abrace y le di un enorme beso en los labios, colocando el peluche de dragón entre nosotros. Al terminar aquel beso la mire a los ojos, quería que viera como hablaba desde el fondo de mi corazón. -El destino sigue sonriéndome, pero no te preocupes así como mi corazón te pertenece, este dragón también es tuyo. Entonces se lo di, le di lo que ya era suyo desde el principio y no me arrepentía de ello, la verdad es que a mí no me hacían falta estas cosas terrenales teniendo su amor, siendo que además a ella le hacía muchísima más ilusión que a mí. Así que antes de que nos marcháramos a otro lugar, parecía que el gesto que acababa de hacer emociono a una de los encargados, y parecía que nos dejaba sacar premio de nuevo, alegando que nuestro amor era tan grande que merecía más de un premio.

Yo no estaba nada seguro, pero en fin cuantos más peluches le diera a Izumi más contenta estaría, porque por dinero no sería tenía todo lo que necesitaba para un día más que perfecto ella iba a disfrutar hasta el más mínimo detalle. -Bueno, muchas gracias por dejarme sacar otro premio, es usted muy amable. La máquina de papelitos volvía a girar, y volvía a tocarme sacar un trozo de papel, pero mi mente ya estaba pensando en irme algún lugar con Izumi, a tomar algún chocolate caliente o algo así, un sito apartado, donde pudiésemos entrar en calor. Esta vez muchísimo menos nervioso metía la mano y tomaba el papel con una sonrisa mirando a Izumi, mientras una broma pasaba por mi mente. -¿Te imaginas que me toca otro dragón de hielo? Después de eso me reía, estaba riéndome mucho mientras miraba de una vez el trozo de papel en mi mano esperando ver un peluche normal como resultado.



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Master MC
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'Peluche' :
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Irina Uzumaki
Festival de la Nieve
La pelirroja caminaba al lado de su primo, para ella aquel ambiente era mágico. Las diferentes luces decorando el lugar, los vendedores con sus productos, los jóvenes y adultos riendo juntos… Si aquello no era vida, no sabía que más podía ser. Des de que se acercó a la zona comenzó a sentir esa aura cálida, que nada tenía que ver con el frio del clima. Mantuvo su sonrisa por un rato a la vez que recorría junto a su primo distintas tiendas. Le gustaba sobretodo ver como él se emocionaba con cada objeto nuevo que veía. Era algo que admiraba de Kanon, su gran capacidad de emocionarse.

Pensó entonces que fue una gran idea el haber decidido ir juntos al festival. Ya que aquella tarde se convertiría en una magnífica oportunidad para relajarse antes de participar en el torneo del día siguiente. Además, Irina y él compartían una gran relación la cual hacia que no peleasen a menudo y que estando el uno en compañía del otro lo pasen genial.

Tras deambular por alrededor de 15 minutos, se encontraron un pequeño puesto habitado por diferentes peluches, los cuales eran custodiados por una señora a la que apenas le podían ver la cara ya que llevaba mucha ropa. La Uzumaki se sintió identificada con ella ya que a pesar de ir bien abrigada no podía evitar sentir un poco de frio. Dicha mujer los miro con sus gélidos ojos azules y con una voz bastante gruesa les pregunto si querían probar suerte; a lo que ambos pelirrojos asintieron con la cabeza. Aunque fue ella la primera en recibir la recompensa.

Festival de la Nieve
La pelirroja caminaba al lado de su primo, para ella aquel ambiente era mágico. Las diferentes luces decorando el lugar, los vendedores con sus productos, los jóvenes y adultos riendo juntos… Si aquello no era vida, no sabía que más podía ser. Des de que se acercó a la zona comenzó a sentir esa aura cálida, que nada tenía que ver con el frio del clima. Mantuvo su sonrisa por un rato a la vez que recorría junto a su primo distintas tiendas. Le gustaba sobretodo ver como él se emocionaba con cada objeto nuevo que veía. Era algo que admiraba de Kanon, su gran capacidad de emocionarse.

Pensó entonces que fue una gran idea el haber decidido ir juntos al festival. Ya que aquella tarde se convertiría en una magnífica oportunidad para relajarse antes de participar en el torneo del día siguiente. Además, Irina y él compartían una gran relación la cual hacia que no peleasen a menudo y que estando el uno en compañía del otro lo pasen genial.

Tras deambular por alrededor de 15 minutos, se encontraron un pequeño puesto habitado por diferentes peluches, los cuales eran custodiados por una señora a la que apenas le podían ver la cara ya que llevaba mucha ropa. La Uzumaki se sintió identificada con ella ya que a pesar de ir bien abrigada no podía evitar sentir un poco de frio. Dicha mujer los miro con sus gélidos ojos azules y con una voz bastante gruesa les pregunto si querían probar suerte; a lo que ambos pelirrojos asintieron con la cabeza. Aunque fue ella la primera en recibir la recompensa.



Última edición por Irina Uzumaki el Dom Ago 18, 2019 8:02 pm, editado 2 veces

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Keiko Kaguya

Festival de la nieve

Mi primer viaje sola



Yukigakure — Social — Evento

Mire mi papel y bueno me había tocado un peluche negro, realmente era bonito, pero no era el dragón, no estaba triste, pero si un poquito decepcionada, ahora a encontrar un puestecito con zona interior y tomarme un chocolate caliente y unos pastelitos, hacerme la despistada e ir soltando nombres, a ver si encuentro a algún Kaguya. Cuando me estaba a punto de marchar, no sabía si era por mi cara, o por mi aspecto, pero un joven me dio permiso para volver a intentar sacar premio, estaba muy nerviosa no solía recibir este tipo de atenciones, y tampoco quería ser descortés, pero la cara que me estaba poniendo no me gustaba demasiado, claramente estaba intentando ligar conmigo.

Me quede dubitativa, no sabía qué hacer, me preguntaba qué es lo que haría Asuka en esta situación, ella probablemente con todo el descaro aceptaría otro premio y luego se iría sin más, lo cual me hizo sonreír, incluso en la distancia, mis pensamientos siempre estaban con ella, la verdad es que tenía miedo si ella decidía presentarse en este lugar y darme una reprimenda, pero claro si lo hacía, sus padres la meterían en un problema y luego mis padres en otro, todo era demasiado complicado pero, lo que si sabía es que ella tomaría la mejor decisión, así que digamos en su nombre metí la mano de nuevo para sacar un papel. El premio a estas alturas no me interesaba, dos personas habían obtenido ya dragones de hielo, así que solamente recibiría un peluche normal, eso decía la estadística, por lo que ni si quiera tenía esperanzas de un gran premio, así que no estaba nerviosa. Baje la vista y mire el papel, con una cara calmada.




Festival de la nieve

Mi primer viaje sola



Yukigakure — Social — Evento

Mire mi papel y bueno me había tocado un peluche negro, realmente era bonito, pero no era el dragón, no estaba triste, pero si un poquito decepcionada, ahora a encontrar un puestecito con zona interior y tomarme un chocolate caliente y unos pastelitos, hacerme la despistada e ir soltando nombres, a ver si encuentro a algún Kaguya. Cuando me estaba a punto de marchar, no sabía si era por mi cara, o por mi aspecto, pero un joven me dio permiso para volver a intentar sacar premio, estaba muy nerviosa no solía recibir este tipo de atenciones, y tampoco quería ser descortés, pero la cara que me estaba poniendo no me gustaba demasiado, claramente estaba intentando ligar conmigo.

Me quede dubitativa, no sabía qué hacer, me preguntaba qué es lo que haría Asuka en esta situación, ella probablemente con todo el descaro aceptaría otro premio y luego se iría sin más, lo cual me hizo sonreír, incluso en la distancia, mis pensamientos siempre estaban con ella, la verdad es que tenía miedo si ella decidía presentarse en este lugar y darme una reprimenda, pero claro si lo hacía, sus padres la meterían en un problema y luego mis padres en otro, todo era demasiado complicado pero, lo que si sabía es que ella tomaría la mejor decisión, así que digamos en su nombre metí la mano de nuevo para sacar un papel. El premio a estas alturas no me interesaba, dos personas habían obtenido ya dragones de hielo, así que solamente recibiría un peluche normal, eso decía la estadística, por lo que ni si quiera tenía esperanzas de un gran premio, así que no estaba nerviosa. Baje la vista y mire el papel, con una cara calmada.



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Master MC
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Anonymous
III
Festival de la nieve.

¿Por qué debería ir? Un torneo en donde simplemente pelearían por el honor de cada aldea. No tenía mucho atractivo para él, pero fue obligado. “No lo veas como que representas nuestra nación, sino que le demuestras tu poder al mundo”. En ese sentido le atraía más y terminó por aceptar. Según se le dijo, había otros ninjas que también viajarían hacia la Aldea de la Nieve para participar, pero ya conocemos a Sedrion, este no contactó a nadie y partió por su propia cuenta. — Solo me retrasarán. — Tiende a ser un muchacho muy individualista, quien confía mucho en su capacidad. Ojo, esto no significa que subestime a los enemigos, pues, aunque lo quiera hacer creer con sus palabras, a la hora de la verdad no era así. No puede permitirse perder, por lo que sus acciones irán siempre con la intención de alzarse con la victoria.

El sitio en donde se desarrollaría el torneo tenía un clima incluso más frío que el del País del Agua. Esto podía ser una ventaja para los ninjas que provienen de la Niebla, pero se coloca en duda que sea un factor muy importante. Tan solo les ayudaba adaptarse antes al contexto. Es responsabilidad de cada participante el llegar con ciertos días de anticipación para adecuarse como corresponde.

Sedrion planificó su viaje para llegar el día antes. No necesitaba más. Al llegar al país solo con dar su nombre le permitieron la entrada. Al parecer todos los ninjas estaban inscritos por sus aldeas. Le ofrecieron un abrigo, pero declinó el regalo. No lo necesitaba. Vestía su clásica túnica negra, la cual le llagaba hasta la nariz, cubriendo gran parte de su rostro. Al avanzar por las calles pudo ver que más que un torneo parecía un festival. Le molestó. Creyó que ir a pelear se encontraría con gente que tenía los mismos ánimos que él en demostrar superioridad. Se equivocó.

Ante sus ojos apareció un jueguito de lanzar un dado, el cual estaba atrayendo muchos espectadores. ¿Se estaban burlando de él? Al parecer fue a un sitio donde la gente quería divertirse en vez de partirse la cara. ¿Qué haría al respecto? Simplemente demostraría que él iba con una intención diferente. Caminó hacia el puesto del jueguito empujando a dos personas pelirrojas (Irina y Kanon) y también a otros dos (Ragnar y Kaede). Claramente esto era una acción agresiva, pues pasó con rudeza. Independiente de su baja estatura de 1,55 podía aparentar ser un matón meramente por su personalidad.

El País de la Nieve tenía ese clima frío que le encantaba. ¿Los presentes tenían los huesos congelados? Sedrion los ayudaría… pero a la inversa. Su clan le daba el control sobre el elemento hielo. La temperatura actual era de 1 grado, pero con la habilidad del gennin disminuiría hasta los diez grados negativos. Tan solo debió hacer una corta secuencia de sellos manuales. En un rango de 20 metros tomándolo a él como punto medio todos los presentes sentirían mucho más frío del normal. — Creo que es mi turno. — Tan solo dijo eso y lanzó, esperando tener un buen resultado, aunque eso era lo de menos para él.

Acciones:

 
Emme

 
 
 
III
Festival de la nieve.

¿Por qué debería ir? Un torneo en donde simplemente pelearían por el honor de cada aldea. No tenía mucho atractivo para él, pero fue obligado. “No lo veas como que representas nuestra nación, sino que le demuestras tu poder al mundo”. En ese sentido le atraía más y terminó por aceptar. Según se le dijo, había otros ninjas que también viajarían hacia la Aldea de la Nieve para participar, pero ya conocemos a Sedrion, este no contactó a nadie y partió por su propia cuenta. — Solo me retrasarán. — Tiende a ser un muchacho muy individualista, quien confía mucho en su capacidad. Ojo, esto no significa que subestime a los enemigos, pues, aunque lo quiera hacer creer con sus palabras, a la hora de la verdad no era así. No puede permitirse perder, por lo que sus acciones irán siempre con la intención de alzarse con la victoria.

El sitio en donde se desarrollaría el torneo tenía un clima incluso más frío que el del País del Agua. Esto podía ser una ventaja para los ninjas que provienen de la Niebla, pero se coloca en duda que sea un factor muy importante. Tan solo les ayudaba adaptarse antes al contexto. Es responsabilidad de cada participante el llegar con ciertos días de anticipación para adecuarse como corresponde.

Sedrion planificó su viaje para llegar el día antes. No necesitaba más. Al llegar al país solo con dar su nombre le permitieron la entrada. Al parecer todos los ninjas estaban inscritos por sus aldeas. Le ofrecieron un abrigo, pero declinó el regalo. No lo necesitaba. Vestía su clásica túnica negra, la cual le llagaba hasta la nariz, cubriendo gran parte de su rostro. Al avanzar por las calles pudo ver que más que un torneo parecía un festival. Le molestó. Creyó que ir a pelear se encontraría con gente que tenía los mismos ánimos que él en demostrar superioridad. Se equivocó.

Ante sus ojos apareció un jueguito de lanzar un dado, el cual estaba atrayendo muchos espectadores. ¿Se estaban burlando de él? Al parecer fue a un sitio donde la gente quería divertirse en vez de partirse la cara. ¿Qué haría al respecto? Simplemente demostraría que él iba con una intención diferente. Caminó hacia el puesto del jueguito empujando a dos personas pelirrojas (Irina y Kanon) y también a otros dos (Ragnar y Kaede). Claramente esto era una acción agresiva, pues pasó con rudeza. Independiente de su baja estatura de 1,55 podía aparentar ser un matón meramente por su personalidad.

El País de la Nieve tenía ese clima frío que le encantaba. ¿Los presentes tenían los huesos congelados? Sedrion los ayudaría… pero a la inversa. Su clan le daba el control sobre el elemento hielo. La temperatura actual era de 1 grado, pero con la habilidad del gennin disminuiría hasta los diez grados negativos. Tan solo debió hacer una corta secuencia de sellos manuales. En un rango de 20 metros tomándolo a él como punto medio todos los presentes sentirían mucho más frío del normal. — Creo que es mi turno. — Tan solo dijo eso y lanzó, esperando tener un buen resultado, aunque eso era lo de menos para él.

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Última edición por Sedrion el Mar Ago 20, 2019 2:12 am, editado 1 vez

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Sabaku Tsunayoshi
Luego de degustar la rica sopa de miso que la excelencia en la cocina de parte de una talentosa cocinera le brindaba, descubierta por casualidades (o más bien por causalidades) del destino que poco a poco el Sabaku pelirrojo de grandes ojeras se labraba con paso firme, lento pero seguro de sí mismo, a pesar de la adversidad mental aún padecida por un duelo sin superar todavía, decidió explorar un poco más aquel animado ambiente, recorriendo los coloridos e iluminados caminos nocturnos de la feria montada allí con bastante tranquilidad y un leve toque de alegría. Se hallaba feliz de saber que a pesar del terrorífico clima que se vivía en aquel lugar, los habitantes de la villa despedían un aura de paz, tranquilidad, armonía y buen humor, tan perfecta que era imposible para el calmado muchacho no empaparse de tales condiciones.

Era obvio que en algún momento de su vida necesitaría buscar ayuda de algún médico psicoanalista de continuar con su dolor interno. Pero por los momentos mantenía altas esperanzas de superar su duelo sólo con mejoría personal, laboral y espiritual mediante la evolución ninja que diariamente mantenía el muchacho. Por esos momentos, olvidaba su tragedia personal y centraba su atención en lo que le rodeaba...

Parejas tomadas de las manos, abrazadas y demostrando su afecto en público sin tanta restricción. Amigos y amigas visitando los puestos de diferentes comercios para jugar, comer, beber, o simplemente comprar algún recuerdo del festival. Niños y niñas correteando de aquí para allá portando en sus manos alguno que otro muñeco de felpa, esos peluches que sorteaba la arropada señora ojiazul y en cuyo juego de azar ya había participado el joven arenero ganando un premio no sólo especial sino también bastante difícil de conseguir.

Mientras caminaba en búsqueda de algún lugar donde poder degustar alguna refrescante bebida libre de alcohol, pasó nuevamente por el puesto de peluches del principio, siendo llamada su atención por la misma encargada que le invitaba a volver a participar, gracias a que él había sido uno de los, hasta ahora, escasos afortunados en llevarse el anhelado Dragón de hielo.

- Muchas gracias pero no sé si deba... - Ante la insistencia de la mujer mayor, accedería el muchacho para así tomar otro papel doblado del puesto y empezar a extenderlo con sus dedos, echando de nuevo así su suerte para ver qué clase de premio obtenía esta vez. Claro que, dudaba de que volviera a obtener el mismo gran premio del inicio, sin embargo, seguro estaba de que lo iba a recibir con gusto y agradecimiento por la cordialidad mostrada por la desconocida mujer...
Luego de degustar la rica sopa de miso que la excelencia en la cocina de parte de una talentosa cocinera le brindaba, descubierta por casualidades (o más bien por causalidades) del destino que poco a poco el Sabaku pelirrojo de grandes ojeras se labraba con paso firme, lento pero seguro de sí mismo, a pesar de la adversidad mental aún padecida por un duelo sin superar todavía, decidió explorar un poco más aquel animado ambiente, recorriendo los coloridos e iluminados caminos nocturnos de la feria montada allí con bastante tranquilidad y un leve toque de alegría. Se hallaba feliz de saber que a pesar del terrorífico clima que se vivía en aquel lugar, los habitantes de la villa despedían un aura de paz, tranquilidad, armonía y buen humor, tan perfecta que era imposible para el calmado muchacho no empaparse de tales condiciones.

Era obvio que en algún momento de su vida necesitaría buscar ayuda de algún médico psicoanalista de continuar con su dolor interno. Pero por los momentos mantenía altas esperanzas de superar su duelo sólo con mejoría personal, laboral y espiritual mediante la evolución ninja que diariamente mantenía el muchacho. Por esos momentos, olvidaba su tragedia personal y centraba su atención en lo que le rodeaba...

Parejas tomadas de las manos, abrazadas y demostrando su afecto en público sin tanta restricción. Amigos y amigas visitando los puestos de diferentes comercios para jugar, comer, beber, o simplemente comprar algún recuerdo del festival. Niños y niñas correteando de aquí para allá portando en sus manos alguno que otro muñeco de felpa, esos peluches que sorteaba la arropada señora ojiazul y en cuyo juego de azar ya había participado el joven arenero ganando un premio no sólo especial sino también bastante difícil de conseguir.

Mientras caminaba en búsqueda de algún lugar donde poder degustar alguna refrescante bebida libre de alcohol, pasó nuevamente por el puesto de peluches del principio, siendo llamada su atención por la misma encargada que le invitaba a volver a participar, gracias a que él había sido uno de los, hasta ahora, escasos afortunados en llevarse el anhelado Dragón de hielo.

- Muchas gracias pero no sé si deba... - Ante la insistencia de la mujer mayor, accedería el muchacho para así tomar otro papel doblado del puesto y empezar a extenderlo con sus dedos, echando de nuevo así su suerte para ver qué clase de premio obtenía esta vez. Claro que, dudaba de que volviera a obtener el mismo gran premio del inicio, sin embargo, seguro estaba de que lo iba a recibir con gusto y agradecimiento por la cordialidad mostrada por la desconocida mujer...

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Ivy Senju

Festival de la nieve

Mi primer viaje sola



Yukigakure — Social — Evento

Me había tocado un peluche blanco, mi color favorito, el que más usaba, no sería el dragón pero me encantaba, querría tener mil de estos, todos los posibles, lástima que parecía que no se podían comprar, en cualquier caso estaba muy feliz. Lo que paso ahora sí que me sorprendió, parecía que mi felicidad había emocionado a una mujer que se encargaba de dejar sacar papelitos, tango que al parecer me dejaba sacar otro. Mis ojos empezaron a brillar emocionada, así podría regalarle uno a Mizuki, deseaba que me volviese a salir el blanco, así teníamos peluches a juego. Aunque necesitaba mas que eso, para que me perdonara por haberme ido sola.

Me acerque de nuevo al mostrador puesto que me había alejado previamente para poder marcharme, esquivando de nuevo al gentío que este lugar estaba ya atestado, realmente no podía hacer nada, así que solo podía moverme con sumo cuidado para no molestar a nadie, pero tanta gente que había, por accidente pise a alguien, me gire y lo mire directamente. -Discúlpeme no era mi intención. Una vez las disculpas hechas podía seguir avanzando poco a poco, esta vez con aun más cuidado hasta que de nuevo estaba delante, y volví a extraer un papel con la esperanza que fuera un peluche blanco, quería dárselo a Mizuki como diera lugar. Mis ojos estaban expectantes ante el mero azar, ante la imposición del destino sobre lo que ocurre, realmente no tenía ningún tipo de opción, ni nada por el estilo, y me estaba preocupando por algo que simplemente no podía controlar, y aun así lo intentaba.




Festival de la nieve

Mi primer viaje sola



Yukigakure — Social — Evento

Me había tocado un peluche blanco, mi color favorito, el que más usaba, no sería el dragón pero me encantaba, querría tener mil de estos, todos los posibles, lástima que parecía que no se podían comprar, en cualquier caso estaba muy feliz. Lo que paso ahora sí que me sorprendió, parecía que mi felicidad había emocionado a una mujer que se encargaba de dejar sacar papelitos, tango que al parecer me dejaba sacar otro. Mis ojos empezaron a brillar emocionada, así podría regalarle uno a Mizuki, deseaba que me volviese a salir el blanco, así teníamos peluches a juego. Aunque necesitaba mas que eso, para que me perdonara por haberme ido sola.

Me acerque de nuevo al mostrador puesto que me había alejado previamente para poder marcharme, esquivando de nuevo al gentío que este lugar estaba ya atestado, realmente no podía hacer nada, así que solo podía moverme con sumo cuidado para no molestar a nadie, pero tanta gente que había, por accidente pise a alguien, me gire y lo mire directamente. -Discúlpeme no era mi intención. Una vez las disculpas hechas podía seguir avanzando poco a poco, esta vez con aun más cuidado hasta que de nuevo estaba delante, y volví a extraer un papel con la esperanza que fuera un peluche blanco, quería dárselo a Mizuki como diera lugar. Mis ojos estaban expectantes ante el mero azar, ante la imposición del destino sobre lo que ocurre, realmente no tenía ningún tipo de opción, ni nada por el estilo, y me estaba preocupando por algo que simplemente no podía controlar, y aun así lo intentaba.



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Izumi Senju

Festival de la nieve

El mejor lugar para disfrutar...



Yukigakure — Social — Evento

Mi rostro de decepción al ver que me había tocado el peluche más pequeño y feo de los posibles era claramente notorio mi rostro de tristeza. Cual niña pequeña comenzaba a entristecerme y no llorar, pero casi. Estaba muy deprimida mientras cogía aquel triste peluche que hasta me cabía en una mano. En ese momento, Jin me abrazó, realmente él me conocía demasiado bien. Él sabía que eso me ponía triste y rápidamente me abrazó a la vez que me besaba en los labios, mi sonrojo se incrementó más de lo que ya estaba pues estábamos rodeados de bastante gente. Tras eso puso su dragón de peluche en medio de los dos. En ese momento me dedicó unas palabras que me hicieron saltarme las lágrimas, era una tonta, pero no podía estar más feliz, Jin era un amor. -¿En serio? ¿Me lo regalas? Preguntaba, de forma retórica más bien, pues sabía que si lo había dicho era así.

-Vaya… muchas gracias… Jin… Decía muy vergonzosa, a la vez que abrazaba con bastante cariño al dragón. –Lo atesoraré con mucho cariño… Añadía, para luego, de forma de agradecimiento robarle un pequeño beso en los labios, que debido a que él era tan alto tuve que ponerme de puntillas. Al ver esa escena, al parecer, nos dejaron volver a probar suerte, al escuchar eso aún con mis peluches en la mano me alegré. “¡¡¡Bien!!! Si saco un dragoncito se lo podré regalar a Jin… seguro le hace ilusión tener uno…” Pensaba mientras veía como Jin volvía a coger un premio. Atentamente miré el premio que le había tocado, y fue un peluche blanco no estaba nada mal, era precioso, pero sin duda el más bonito era el dragón de hielo, que debería de buscar un nombre bonito para el dragoncito.

En tal caso, ahora era mi turno, cogí un premio y sin mirar miré a Jin. –Si me sale un dragoncito será tuyo… Dicho eso, sin mirarlo comencé a abrirlo. –No puedo mirar, Jin dime que ha tocado… Concluía acercándole al papeleta a Jin, pues con su suerte seguro me tocaba algo bonito.




Festival de la nieve

El mejor lugar para disfrutar...



Yukigakure — Social — Evento

Mi rostro de decepción al ver que me había tocado el peluche más pequeño y feo de los posibles era claramente notorio mi rostro de tristeza. Cual niña pequeña comenzaba a entristecerme y no llorar, pero casi. Estaba muy deprimida mientras cogía aquel triste peluche que hasta me cabía en una mano. En ese momento, Jin me abrazó, realmente él me conocía demasiado bien. Él sabía que eso me ponía triste y rápidamente me abrazó a la vez que me besaba en los labios, mi sonrojo se incrementó más de lo que ya estaba pues estábamos rodeados de bastante gente. Tras eso puso su dragón de peluche en medio de los dos. En ese momento me dedicó unas palabras que me hicieron saltarme las lágrimas, era una tonta, pero no podía estar más feliz, Jin era un amor. -¿En serio? ¿Me lo regalas? Preguntaba, de forma retórica más bien, pues sabía que si lo había dicho era así.

-Vaya… muchas gracias… Jin… Decía muy vergonzosa, a la vez que abrazaba con bastante cariño al dragón. –Lo atesoraré con mucho cariño… Añadía, para luego, de forma de agradecimiento robarle un pequeño beso en los labios, que debido a que él era tan alto tuve que ponerme de puntillas. Al ver esa escena, al parecer, nos dejaron volver a probar suerte, al escuchar eso aún con mis peluches en la mano me alegré. “¡¡¡Bien!!! Si saco un dragoncito se lo podré regalar a Jin… seguro le hace ilusión tener uno…” Pensaba mientras veía como Jin volvía a coger un premio. Atentamente miré el premio que le había tocado, y fue un peluche blanco no estaba nada mal, era precioso, pero sin duda el más bonito era el dragón de hielo, que debería de buscar un nombre bonito para el dragoncito.

En tal caso, ahora era mi turno, cogí un premio y sin mirar miré a Jin. –Si me sale un dragoncito será tuyo… Dicho eso, sin mirarlo comencé a abrirlo. –No puedo mirar, Jin dime que ha tocado… Concluía acercándole al papeleta a Jin, pues con su suerte seguro me tocaba algo bonito.



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Jin Namikaze

Festival de la Nieve

Disfrutando antes de la lucha



Yukigakure | Social | Evento

Izumi era muy tierna, ver como mis esfuerzos habían conseguido alegrarla de nuevo después de haber recibido tan mal peluche, en cualquier caso mi única intención en la vida era hacerla feliz cualquier otra cosa carecía de sentido para mí. Mientras ella celebraba mi regalo solo pensaba en que como había dicho al principio gaste toda mi suerte en ella, un peluche en mi posesión no iba a cambiar eso, y lo que a mí me parecía un trozo de tela muy bonito a ella le haría una ilusión tremenda, por lo que para mí era mejor hacerla feliz. Ella parecía que quería que le tocase un dragón para regalármelo, realmente aquel acto me llenaba de ganas de abrazarla. Le toco un peluche blanco como el que me acababa de tocar a mi realmente no importaba, simplemente aumenté la intensidad de mi abrazo y le dije, mientras recogía los premios de los dos. -Te ha tocado como a mi ahora un peluche blanco, pero cielo ninguno de estos peluches me importan tanto como hacerte feliz, puedes quedártelos todos si eso genera una sonrisa en tu rostro.

Colocaba todos los peluches entre nosotros hasta el feo, mientras la besaba con absoluta impunidad, para después susurrarle al oído. -Todo lo mío es tuyo por siempre y para siempre. Cuando todo eso termino y con todos sus peluches ahora podíamos ir a cualquier otro lado, me pregunto qué es lo que le apetecería a ella hacer hoy, realmente cualquier cosa estaría bien. En el puesto me dieron una bolsa para los peluches todos estaban bien guardados menos el dragón que le deje tenerlo a ella en los brazos, pero tenía la bolsa para guardarlo si era necesario. La tome de la cintura debajo de la capa y le pregunte con otro susurro. -¿Dónde quieres ir ahora amor mío? Cualquier lugar estaba bien para mí el que fuera, si estaba con ella, el mismísimo infierno sería el paraíso, así que incluso bajo este frio casi insoportable yo me sentía bien.




Festival de la Nieve

Disfrutando antes de la lucha



Yukigakure | Social | Evento

Izumi era muy tierna, ver como mis esfuerzos habían conseguido alegrarla de nuevo después de haber recibido tan mal peluche, en cualquier caso mi única intención en la vida era hacerla feliz cualquier otra cosa carecía de sentido para mí. Mientras ella celebraba mi regalo solo pensaba en que como había dicho al principio gaste toda mi suerte en ella, un peluche en mi posesión no iba a cambiar eso, y lo que a mí me parecía un trozo de tela muy bonito a ella le haría una ilusión tremenda, por lo que para mí era mejor hacerla feliz. Ella parecía que quería que le tocase un dragón para regalármelo, realmente aquel acto me llenaba de ganas de abrazarla. Le toco un peluche blanco como el que me acababa de tocar a mi realmente no importaba, simplemente aumenté la intensidad de mi abrazo y le dije, mientras recogía los premios de los dos. -Te ha tocado como a mi ahora un peluche blanco, pero cielo ninguno de estos peluches me importan tanto como hacerte feliz, puedes quedártelos todos si eso genera una sonrisa en tu rostro.

Colocaba todos los peluches entre nosotros hasta el feo, mientras la besaba con absoluta impunidad, para después susurrarle al oído. -Todo lo mío es tuyo por siempre y para siempre. Cuando todo eso termino y con todos sus peluches ahora podíamos ir a cualquier otro lado, me pregunto qué es lo que le apetecería a ella hacer hoy, realmente cualquier cosa estaría bien. En el puesto me dieron una bolsa para los peluches todos estaban bien guardados menos el dragón que le deje tenerlo a ella en los brazos, pero tenía la bolsa para guardarlo si era necesario. La tome de la cintura debajo de la capa y le pregunte con otro susurro. -¿Dónde quieres ir ahora amor mío? Cualquier lugar estaba bien para mí el que fuera, si estaba con ella, el mismísimo infierno sería el paraíso, así que incluso bajo este frio casi insoportable yo me sentía bien.



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Izumi Senju

Festival de la nieve

El mejor lugar para disfrutar...



Yukigakure — Social — Evento

Desilusionada pude ver que el premio que me había tocado, no podía maldecir más mi mala suerte, pues ahora mi regalo iba a ser peor que el que él me había hecho, sin duda, el dragón era muchísimo mejor regalo, que mis dos peluches que me habían tocado. Suspiré con desanimo, para luego coger mi premio. Mientras que a Jin le entregaban una bolsa, yo no paraba de pensar en que era lo que le iba a decir. Realmente él se portaba muy bien conmigo, me estaba mostrando todo su apoyo al verme en bajos ánimos, dándome un fuerte abrazo y un beso bastante intenso. Tras eso, este guardaría todos los peluches excepto el dragón, pero para mayor comodidad se lo entregué para que lo guardara. Guardé silencio y simplemente escuchaba lo que él me decía a la vez que me tomaba de la cintura. Una vez así juntitos, él me preguntaba que quería hacer. –Pues, me gustaría ir a algún sitio más tranquilo… Decía pensativa mientras al igual que él le tomaba por la cintura con mi brazo más próximo a él.

–Demos un paseo, quiero ver que puestecitos hay… además… Decía mientras con un poco de brusquedad le iba guiando alejándonos del resto de personas que se acumulaban en aquel puestecito para pedir su boleto de lotería. –Quiero invitarte a comer algo… veamos que puestos hay ¿Si? Añadía mientras me lo llevaba aunque él no quisiera, que no era el caso. –Por cierto… ¿Qué nombre le ponemos al dragoncito? Hum… ¿Que tal algo que haga juego con Kaiba? Decía con una sonrisa, estaba muy contenta de que Jin haya conseguido el dragón de peluche, ahora mi Kaiba seguro se pondría contento al ver que tengo otro dragoncito, aunque este sea de peluche.




Festival de la nieve

El mejor lugar para disfrutar...



Yukigakure — Social — Evento

Desilusionada pude ver que el premio que me había tocado, no podía maldecir más mi mala suerte, pues ahora mi regalo iba a ser peor que el que él me había hecho, sin duda, el dragón era muchísimo mejor regalo, que mis dos peluches que me habían tocado. Suspiré con desanimo, para luego coger mi premio. Mientras que a Jin le entregaban una bolsa, yo no paraba de pensar en que era lo que le iba a decir. Realmente él se portaba muy bien conmigo, me estaba mostrando todo su apoyo al verme en bajos ánimos, dándome un fuerte abrazo y un beso bastante intenso. Tras eso, este guardaría todos los peluches excepto el dragón, pero para mayor comodidad se lo entregué para que lo guardara. Guardé silencio y simplemente escuchaba lo que él me decía a la vez que me tomaba de la cintura. Una vez así juntitos, él me preguntaba que quería hacer. –Pues, me gustaría ir a algún sitio más tranquilo… Decía pensativa mientras al igual que él le tomaba por la cintura con mi brazo más próximo a él.

–Demos un paseo, quiero ver que puestecitos hay… además… Decía mientras con un poco de brusquedad le iba guiando alejándonos del resto de personas que se acumulaban en aquel puestecito para pedir su boleto de lotería. –Quiero invitarte a comer algo… veamos que puestos hay ¿Si? Añadía mientras me lo llevaba aunque él no quisiera, que no era el caso. –Por cierto… ¿Qué nombre le ponemos al dragoncito? Hum… ¿Que tal algo que haga juego con Kaiba? Decía con una sonrisa, estaba muy contenta de que Jin haya conseguido el dragón de peluche, ahora mi Kaiba seguro se pondría contento al ver que tengo otro dragoncito, aunque este sea de peluche.



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Kanon
Festival de la Nieve
Su llegada al País del Hierro hubiera sido lo más pacífica posible, de no ser por el temible clima que había. Kanon no era alguien que temiera al frío u al calor, más bien era de aquellos que se quejaban del clima en todo momento, echando de menos la antítesis del cual le molestaba. Si hacía mucho calor en la villa de la hoja se quejaba, rezando a los dioses que el invierno volviera. Si hacía frío en la villa también se quejaba, queriendo un caluroso verano de vuelta. No obstante, era algo típico en las personas. Los de la Aldea de la Arena sí debían pasar calor, pero eso era algo que se podía aguantar, no como el frío invierno en la Nieve, que había causado al pelirrojo varias dificultades de adaptación que, no obstante, pudo superar con muy poco tiempo.

El torneo provocó una gran emoción en Kanon cuando se enteró. Solo tuvo que pasar un minuto para que fuera corriendo a buscar a su maestro asignado y suplicarle de rodillas que lo recomendara al Hokage para poder asistir. El Jonin así lo hizo, sabiendo la sed de batalla que su discípulo tenía. En un principio, sus padres y demás miembros mayores del Clan Yamanaka no estuvieron del todo de acuerdo con que Kanon fuera al torneo, pues consideraban que su clan no era uno adecuado para peleas de ningún tipo. Temieron que si asistía y los representaba mal, la reputación del clan en Konoha pudiera caer. Al final, el pelirrojo los convenció argumentando muy bien que, si bien no era alguien con dotes de pelea como tal, tenía grandes habilidades con el Ninjutsu y podía curarse si pasaba algo.

Gracias a su capacidad de diálogo se paseaba con su prima pelirroja por el festival que había organizado la Aldea de la Nieve. El día siguiente sería el torneo, y eso lo tenía exageradamente nervioso. Mariposas aparecían en su estómago cuando se acordaba de ello, y se alteraba bastante. Los nervios por hacer quedar mal a su aldea y clan lo ponían algo mal, y es que los ancianos Yamanaka tenían razón: asistir a un evento tan importante provocaba presión, quizá más de la que el pelirrojo pudo imaginar.

De todas formas, estaba contento en aquel momento. Estar con su prima era bastante relajante, ambos se llevaban tan bien que cualquiera que los viera pensaría que eran hermanos, y el mismo color de cabello en ambos no podría hacer más que rematar la confusión que se podría crear. Él iba vestido con sus habituales ropajes ninja, además de una gran y gruesa túnica que cubría gran parte de su cuerpo y evitaba que el frío hiciera estragos en él.

Oyó a un viejo gritar en su puesto de sake, pero no era mayor para beber eso y sabía que no era del todo saludable, por eso optó junto con Irina en ir al puesto de lotería. Había varias formas de saber qué premio le tocaría, pero Kanon eligió el método de los globos: en una pared había infinidad de estos, y lo que el pelirrojo hizo fue lanzar un dardo que estalló directamente un globo de color amarillo, que contenía una carta dentro, cuyo texto indicaba qué premio le había tocado. La ojiazul del puesto procedió a leer e informarle de qué había ganado.

—Veamos qué he ganado —pronunció con ganas de saberlo.


Festival de la Nieve
Su llegada al País del Hierro hubiera sido lo más pacífica posible, de no ser por el temible clima que había. Kanon no era alguien que temiera al frío u al calor, más bien era de aquellos que se quejaban del clima en todo momento, echando de menos la antítesis del cual le molestaba. Si hacía mucho calor en la villa de la hoja se quejaba, rezando a los dioses que el invierno volviera. Si hacía frío en la villa también se quejaba, queriendo un caluroso verano de vuelta. No obstante, era algo típico en las personas. Los de la Aldea de la Arena sí debían pasar calor, pero eso era algo que se podía aguantar, no como el frío invierno en la Nieve, que había causado al pelirrojo varias dificultades de adaptación que, no obstante, pudo superar con muy poco tiempo.

El torneo provocó una gran emoción en Kanon cuando se enteró. Solo tuvo que pasar un minuto para que fuera corriendo a buscar a su maestro asignado y suplicarle de rodillas que lo recomendara al Hokage para poder asistir. El Jonin así lo hizo, sabiendo la sed de batalla que su discípulo tenía. En un principio, sus padres y demás miembros mayores del Clan Yamanaka no estuvieron del todo de acuerdo con que Kanon fuera al torneo, pues consideraban que su clan no era uno adecuado para peleas de ningún tipo. Temieron que si asistía y los representaba mal, la reputación del clan en Konoha pudiera caer. Al final, el pelirrojo los convenció argumentando muy bien que, si bien no era alguien con dotes de pelea como tal, tenía grandes habilidades con el Ninjutsu y podía curarse si pasaba algo.

Gracias a su capacidad de diálogo se paseaba con su prima pelirroja por el festival que había organizado la Aldea de la Nieve. El día siguiente sería el torneo, y eso lo tenía exageradamente nervioso. Mariposas aparecían en su estómago cuando se acordaba de ello, y se alteraba bastante. Los nervios por hacer quedar mal a su aldea y clan lo ponían algo mal, y es que los ancianos Yamanaka tenían razón: asistir a un evento tan importante provocaba presión, quizá más de la que el pelirrojo pudo imaginar.

De todas formas, estaba contento en aquel momento. Estar con su prima era bastante relajante, ambos se llevaban tan bien que cualquiera que los viera pensaría que eran hermanos, y el mismo color de cabello en ambos no podría hacer más que rematar la confusión que se podría crear. Él iba vestido con sus habituales ropajes ninja, además de una gran y gruesa túnica que cubría gran parte de su cuerpo y evitaba que el frío hiciera estragos en él.

Oyó a un viejo gritar en su puesto de sake, pero no era mayor para beber eso y sabía que no era del todo saludable, por eso optó junto con Irina en ir al puesto de lotería. Había varias formas de saber qué premio le tocaría, pero Kanon eligió el método de los globos: en una pared había infinidad de estos, y lo que el pelirrojo hizo fue lanzar un dardo que estalló directamente un globo de color amarillo, que contenía una carta dentro, cuyo texto indicaba qué premio le había tocado. La ojiazul del puesto procedió a leer e informarle de qué había ganado.

—Veamos qué he ganado —pronunció con ganas de saberlo.


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Kazuki Hayashi

¡Festival de la Nieve!





20:00 hrs – Verano – Año 132 – Festival de la Nieve

Kazuki se apresuró a ver cuál era su premio, en peluche de color rojo, no le importaba mucho dado que para él solo era un recuerdo de la aldea que estaba visitando en esos momentos y lo que realmente quería era participar en el torneo para comprobar su nivel. El chico de apariencia sería al que había felicitado se había marchado casi al momento tras agradecer al peliblanco por su alago. Le costó un poco enfocarse de nuevo después de mirar el peluche y pudo darse cuenta de que algunas personas se habían alejado del puesto pero otras parecían estar ocupando su lugar, se había formado lo que parecía una cola para conseguir un premio en la lotería y aparentemente era posible participar más de una vez pues vio cómo se alejaba una pareja que tenía cuatro peluches, entre ellos el dragón que era el premio gordo, en el momento de ir a colocarse de nuevo en la cola parece que un chico que parecía medir algo menos que el, pero que tenía una extraña aura de agresividad alrededor, se aproximó al puesto para probar suerte, no sin antes empujar a dos parejas de personas, lo cual hizo que el de ojos verdes mostrará una mueca de desagrado ante su actuación, cuando comenzó a darse la vuelta para colocarse al final de la cola, la que parecía ser la siguiente concursante, le pisó, y… vaya, quieras que no los tacones duelen, lo cual consiguió que el muchacho de Iwagakure gruñera por un momento debido al dolor, pero al alzar la vista por un momento quedó anonadado por la belleza que había ante él una muchacha que lo superaba en altura por varios centímetros, con unos ojos de color casi dorado le miraba para disculparse, agachando la cabeza con algo de vergüenza Kazuki le contesto.-No pasa nada… cuando salió de estar obnubilado se dio cuenta de que encima de su larga cabellera había unas orejas de gato, algo que en la vida había visto. >¿Serán reales? Preguntó el peliblanco para si mismo antes de, ahora si darse la vuelta y colocarse en la fila. Se encontraba detrás de una pareja de muchachos con el pelo rojo como la sangre, cosa que no había visto a día de hoy, poco tiempo pasó antes de que fuera el turno de la pareja, el chico se aproximó al puesto y obtuvo un peluche de color blanco mientras que la muchacha parecía algo dubitativa por lo que el de ojos verdes decidió meterse por delante de ella a probar suerte de nuevo, no sin antes pronunciarle a ambos unas palabras esperando alguna respuesta de los de cabello carmesí, dado que le parecía de excesiva mala educación colarse sin más.-Si no os importa, me adelanto a tirar. Dijo, y como si fuera cosa del karma al coger el papel recibió un pequeño corte en el dedo que sin esperar siquiera al anuncio de la encargada procedió a curar después de hacer una pequeña cadena de sellos.

Datos de Kazuki:

Técnicas utilizadas:



¡Festival de la Nieve!





20:00 hrs – Verano – Año 132 – Festival de la Nieve

Kazuki se apresuró a ver cuál era su premio, en peluche de color rojo, no le importaba mucho dado que para él solo era un recuerdo de la aldea que estaba visitando en esos momentos y lo que realmente quería era participar en el torneo para comprobar su nivel. El chico de apariencia sería al que había felicitado se había marchado casi al momento tras agradecer al peliblanco por su alago. Le costó un poco enfocarse de nuevo después de mirar el peluche y pudo darse cuenta de que algunas personas se habían alejado del puesto pero otras parecían estar ocupando su lugar, se había formado lo que parecía una cola para conseguir un premio en la lotería y aparentemente era posible participar más de una vez pues vio cómo se alejaba una pareja que tenía cuatro peluches, entre ellos el dragón que era el premio gordo, en el momento de ir a colocarse de nuevo en la cola parece que un chico que parecía medir algo menos que el, pero que tenía una extraña aura de agresividad alrededor, se aproximó al puesto para probar suerte, no sin antes empujar a dos parejas de personas, lo cual hizo que el de ojos verdes mostrará una mueca de desagrado ante su actuación, cuando comenzó a darse la vuelta para colocarse al final de la cola, la que parecía ser la siguiente concursante, le pisó, y… vaya, quieras que no los tacones duelen, lo cual consiguió que el muchacho de Iwagakure gruñera por un momento debido al dolor, pero al alzar la vista por un momento quedó anonadado por la belleza que había ante él una muchacha que lo superaba en altura por varios centímetros, con unos ojos de color casi dorado le miraba para disculparse, agachando la cabeza con algo de vergüenza Kazuki le contesto.-No pasa nada… cuando salió de estar obnubilado se dio cuenta de que encima de su larga cabellera había unas orejas de gato, algo que en la vida había visto. >¿Serán reales? Preguntó el peliblanco para si mismo antes de, ahora si darse la vuelta y colocarse en la fila. Se encontraba detrás de una pareja de muchachos con el pelo rojo como la sangre, cosa que no había visto a día de hoy, poco tiempo pasó antes de que fuera el turno de la pareja, el chico se aproximó al puesto y obtuvo un peluche de color blanco mientras que la muchacha parecía algo dubitativa por lo que el de ojos verdes decidió meterse por delante de ella a probar suerte de nuevo, no sin antes pronunciarle a ambos unas palabras esperando alguna respuesta de los de cabello carmesí, dado que le parecía de excesiva mala educación colarse sin más.-Si no os importa, me adelanto a tirar. Dijo, y como si fuera cosa del karma al coger el papel recibió un pequeño corte en el dedo que sin esperar siquiera al anuncio de la encargada procedió a curar después de hacer una pequeña cadena de sellos.

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Master MC
El miembro 'Kazuki Hayashi' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados


'Peluche' :
[Social Pre-Torneo] Festival de la Nieve - Página 2 8mF9WcS
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'Peluche' :
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Dante di Fenrir
Estaba feliz de haber ganado algo en aquella lotería tan peculiar mas con mi pequeño cuerpo a penas había logrado llegar a coger el peluche que ya varias personas nuevamente se habían colado frente a mi para seguir con aquel juego siendo que, me daba un poco de tristeza no haber podido ganar alguno de los premios mayores donde el dragón de peluche era bastante llamativo para mi en ese sentido. De todas maneras, esperaba poder a alguna de mis hermanas en el tumulto para poder mostrarle el peluche que tenia entre mis brazos mas note que al parecer, el juego se podía repetir una segunda vez cosa que realmente me pareció curioso y entretenido mas no entendí si debía entregar el peluche que tenia entre mis brazos mas miraba lo que hacían en resto. Note que estos no entregaban sus premios cosa que realmente me aliviaba internamente porque no quería perder tan rápidamente el primer peluche que había tenido por mi propia mano, a pesar de que sus hermanas le habían regalado varias cosas, deseaba tener algo propio ganado por mis propios medios por lo que, cuando logre colarme a hacer nuevamente la fila para la lotería, logre distinguir a mi hermana Ivy entre esas personas cosa que me hizo sentir muy feliz.

Tras hacer la tirada de la lotería y tomar el premio, corrí hacia mi hermana tomando delicadamente su mano con mis dos peluches bajo mi brazo libre sonriendole feliz por haberla encontrado a pesar de haber tantas personas - Mira Mira hermana, conseguí unos lindos peluches para ti y Mizuki neesan - le dije a esta con un tono feliz mientras me acomodaba mejor a su lado porque realmente la había extrañado debido a que, antes del torneo y del festival, ella se había ausentado con mi otra hermana mayor a hacer misiones y yo no las había visto desde entonces. De todas maneras, logre ver mejor a cada una de las personas, llamándome la atención uno de ellos por su claro color de cabello rojo que destacaba del resto e incluso mas de la otra persona que tenia un color de pelo similar pero esta era del sexo femenino, siendo que al parecer todos eran de aldeas distintas cuyas bandanas mostraban el signo que tenían donde la mía estaba atada a mi cuello pero no se veía claramente por la capucha - Etto neesan? quieres ir a algún lado mas o vamos a comprar algo de comer? porque he visto lindos puestos de comida de camino - le pregunto a mi hermana sosteniendo de manera suave su delicada mano con la que me ha cuidado durante ese tiempo en el que yo estaba perdido por la vida sin rumbo o dirección.
Estaba feliz de haber ganado algo en aquella lotería tan peculiar mas con mi pequeño cuerpo a penas había logrado llegar a coger el peluche que ya varias personas nuevamente se habían colado frente a mi para seguir con aquel juego siendo que, me daba un poco de tristeza no haber podido ganar alguno de los premios mayores donde el dragón de peluche era bastante llamativo para mi en ese sentido. De todas maneras, esperaba poder a alguna de mis hermanas en el tumulto para poder mostrarle el peluche que tenia entre mis brazos mas note que al parecer, el juego se podía repetir una segunda vez cosa que realmente me pareció curioso y entretenido mas no entendí si debía entregar el peluche que tenia entre mis brazos mas miraba lo que hacían en resto. Note que estos no entregaban sus premios cosa que realmente me aliviaba internamente porque no quería perder tan rápidamente el primer peluche que había tenido por mi propia mano, a pesar de que sus hermanas le habían regalado varias cosas, deseaba tener algo propio ganado por mis propios medios por lo que, cuando logre colarme a hacer nuevamente la fila para la lotería, logre distinguir a mi hermana Ivy entre esas personas cosa que me hizo sentir muy feliz.

Tras hacer la tirada de la lotería y tomar el premio, corrí hacia mi hermana tomando delicadamente su mano con mis dos peluches bajo mi brazo libre sonriendole feliz por haberla encontrado a pesar de haber tantas personas - Mira Mira hermana, conseguí unos lindos peluches para ti y Mizuki neesan - le dije a esta con un tono feliz mientras me acomodaba mejor a su lado porque realmente la había extrañado debido a que, antes del torneo y del festival, ella se había ausentado con mi otra hermana mayor a hacer misiones y yo no las había visto desde entonces. De todas maneras, logre ver mejor a cada una de las personas, llamándome la atención uno de ellos por su claro color de cabello rojo que destacaba del resto e incluso mas de la otra persona que tenia un color de pelo similar pero esta era del sexo femenino, siendo que al parecer todos eran de aldeas distintas cuyas bandanas mostraban el signo que tenían donde la mía estaba atada a mi cuello pero no se veía claramente por la capucha - Etto neesan? quieres ir a algún lado mas o vamos a comprar algo de comer? porque he visto lindos puestos de comida de camino - le pregunto a mi hermana sosteniendo de manera suave su delicada mano con la que me ha cuidado durante ese tiempo en el que yo estaba perdido por la vida sin rumbo o dirección.

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Master MC
El miembro 'Dante di Fenrir' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados


'Peluche' :
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'Peluche' :
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Ivy Senju

Festival de la nieve

Mi primer viaje sola



Yukigakure — Social — Evento

Ya lo había olvidado, había venido aquí con Dante el que ahora era mi hermanito, me había distado demasiado, y eso que Mizuki me dijo que lo cuidara realmente mi cabeza era una bolsa de aire, en cualquier caso Dante me encontró, y me enseño los peluches que el mismo había ganado realmente estaba muy orgullosa me agache para darle un fuerte abrazo. Mientras estaba a su altura menciono que si quería ir a comer a algún lado realmente era todo un caballero mi hermanito, pero quería reírme un poco de esta situación así que le miré y le dije. -¿Quieres tener una cita conmigo? Mizuki nee-chan se pondrá celosa si se entera. Después le guiñe un ojo, realmente estaba bromeando, el sabía que tanto Mizuki como yo solo teníamos ojos para nuestro hermanito.

Le tomé de la mano y lo comencé a guiar por las calles mientras le decía lo que íbamos a hacer. -Primero comamos algo, onee-sama te comprara algo de comer. Íbamos avanzando hacia esos puestos, mientras me preguntaba que le apetecía comer, yo quería cualquier cosa calentita, así que le mire y le pregunte. -¿Dante que te apetece comer? Yo invito puedes comer todo lo que quieras. Lo único que quería era hacerle feliz, porque sabía por todo lo que había pasado así que siempre lo mimaba en exceso, Mizuki a veces me reprendía por eso pero no podía evitarlo me parecía muy mono y desvalido para evitar este comportamiento, pero sabía que a Dante no le importaba aunque a veces se ponía demasiado rojo con nuestro comportamiento, especialmente cuando era mimado por sus dos hermanitas, pero a veces ni Mizuki podía resistirse.




Festival de la nieve

Mi primer viaje sola



Yukigakure — Social — Evento

Ya lo había olvidado, había venido aquí con Dante el que ahora era mi hermanito, me había distado demasiado, y eso que Mizuki me dijo que lo cuidara realmente mi cabeza era una bolsa de aire, en cualquier caso Dante me encontró, y me enseño los peluches que el mismo había ganado realmente estaba muy orgullosa me agache para darle un fuerte abrazo. Mientras estaba a su altura menciono que si quería ir a comer a algún lado realmente era todo un caballero mi hermanito, pero quería reírme un poco de esta situación así que le miré y le dije. -¿Quieres tener una cita conmigo? Mizuki nee-chan se pondrá celosa si se entera. Después le guiñe un ojo, realmente estaba bromeando, el sabía que tanto Mizuki como yo solo teníamos ojos para nuestro hermanito.

Le tomé de la mano y lo comencé a guiar por las calles mientras le decía lo que íbamos a hacer. -Primero comamos algo, onee-sama te comprara algo de comer. Íbamos avanzando hacia esos puestos, mientras me preguntaba que le apetecía comer, yo quería cualquier cosa calentita, así que le mire y le pregunte. -¿Dante que te apetece comer? Yo invito puedes comer todo lo que quieras. Lo único que quería era hacerle feliz, porque sabía por todo lo que había pasado así que siempre lo mimaba en exceso, Mizuki a veces me reprendía por eso pero no podía evitarlo me parecía muy mono y desvalido para evitar este comportamiento, pero sabía que a Dante no le importaba aunque a veces se ponía demasiado rojo con nuestro comportamiento, especialmente cuando era mimado por sus dos hermanitas, pero a veces ni Mizuki podía resistirse.



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Senju Kaede

¡¡¡¿¿¿QUÉÉÉ????!!! — Chillé incredula. Simplemente no podía creer tanta mediocridad en mi suerte. Cuando el dueño de la tienda me entregó el peluche y la mísera recompensa, realmente quería lanzárselo a la cara e irme inmediatamente del País del Hierro en un mero acto infantil. Odiaba perder en todas sus formas, y Ragnar entre sus burlas no me hacía las cosas más fácil; estaba indignada con el mundo y aún más con él por burlarse. Sentía el tic en el ojo derecho producto a la frustración que me causaba la situación, más en completo silencio escuché las irritables risas que me parecían por parte del Uchiha.

Cual niña me quedé de brazos cruzados y abrazando el peluche contra mi cuerpo, tras haber guardado el dinero en mi bolsillo. — Ya lanza. —Dije a secas e indignada, con un ligero puchero en mi rostro mientras observaba las acciones por parte de mi amado. Cuando por fin realizó su tirada, una enorme sonrisa surcó mis labios y la cual dio paso a una escandálosa carcajada al ver que su premio había sido exacta a la mío. —Mira de quién te burlabas — Dije en son de broma, sin parar de reír y con casi lágrimas en mis ojos. — Vale creo que es mi turno nuevamente…— Agregué con una notable ansiedad a le vez que empujaba el cuerpo de Ragnar hacia un lado para ganar espacio en la tirada. —La verdad es que sí, tiemblo de miedo… No soy una experta, y me gustaría que mis padres estuviesen aquí, pero supongo que es mejor que no lo estén… no podría con tanta presión, ya tendré suficiente con la gente que me expectará… Obviamente estaré ahí para ti y gritaré hasta que no me queden fuerzas, sé que ganarás el torneo. Después de todo eres el mejor en todo este lugar, sólo espero que no nos toque juntos… — Dije antes de lanzar nuevamente.

¡¡¡¿¿¿QUÉÉÉ????!!! — Chillé incredula. Simplemente no podía creer tanta mediocridad en mi suerte. Cuando el dueño de la tienda me entregó el peluche y la mísera recompensa, realmente quería lanzárselo a la cara e irme inmediatamente del País del Hierro en un mero acto infantil. Odiaba perder en todas sus formas, y Ragnar entre sus burlas no me hacía las cosas más fácil; estaba indignada con el mundo y aún más con él por burlarse. Sentía el tic en el ojo derecho producto a la frustración que me causaba la situación, más en completo silencio escuché las irritables risas que me parecían por parte del Uchiha.

Cual niña me quedé de brazos cruzados y abrazando el peluche contra mi cuerpo, tras haber guardado el dinero en mi bolsillo. — Ya lanza. —Dije a secas e indignada, con un ligero puchero en mi rostro mientras observaba las acciones por parte de mi amado. Cuando por fin realizó su tirada, una enorme sonrisa surcó mis labios y la cual dio paso a una escandálosa carcajada al ver que su premio había sido exacta a la mío. —Mira de quién te burlabas — Dije en son de broma, sin parar de reír y con casi lágrimas en mis ojos. — Vale creo que es mi turno nuevamente…— Agregué con una notable ansiedad a le vez que empujaba el cuerpo de Ragnar hacia un lado para ganar espacio en la tirada. —La verdad es que sí, tiemblo de miedo… No soy una experta, y me gustaría que mis padres estuviesen aquí, pero supongo que es mejor que no lo estén… no podría con tanta presión, ya tendré suficiente con la gente que me expectará… Obviamente estaré ahí para ti y gritaré hasta que no me queden fuerzas, sé que ganarás el torneo. Después de todo eres el mejor en todo este lugar, sólo espero que no nos toque juntos… — Dije antes de lanzar nuevamente.

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