[EXPEDIENTE] Kamei Namikaze

La gran reputación militar de Konoha hace resaltar bastante la historia de este chico, de hecho, seguramente es lo que marcaría el antes y después del cómo se desempeña; ese gran cúmulo de variables solo generaron situaciones que llegarían a moldearlo como es hoy en día. Su padre, Shigeru Namikaze, siempre se destacó por ser un gran militar de la aldea de la hoja, y a gran militar se le refiere a aquél inquebrantable, que no rompe las reglas y que las sigue al pie de la letra, seguramente uno de los puntos que eclipsaron a Kamei a ser como es, pues su figura paterna siempre estuvo presente, de hecho, Shigeru decidió darse un descanso como shinobi para poder enfocarse en su hijo, siendo así, una de las decisiones más importantes y decisivas de su vida, pues para él, el futuro de su tierra estaba en su hijo.

Por otro lado, Yuuko Uzumaki, su madre, no fue muy destacada en ningún ámbito, claro, tenía sus grandes proezas como kunoichi pero nunca se le vio tan acorde a las reglas, es más, se trataba de una gran estratega, así que entre más alejada estuviera de las limitaciones, seguramente mejor le iba a ir. Por su lado, no renunció a su trabajo de forma temporal así como Shigeru, sí, era mucho menos estricta y más abierta, se puede decir que era el lado cálido de la infancia de Kamei, pero lo que le diferenció del Namikaze fue en que aquella prefirió seguir ejerciendo, arriesgando constantemente su vida, y en su defecto, viendo mucho menos a su hijo.

Una de las mayores tragedias por la cual tuvo que pasar él, fue la recuperación de su madre luego de una misión rango A, aquella, fue inducida por un maestro de Genjutsus en una ilusión tortuosa, hasta el punto en el que quedaría relativamente loca, y eso sin duda le mostró al joven Namikaze ciertas realidades que podían llegar a darse por la guerra. En muchas ocasiones ella ya no estaba en casa, pues había sido internada en una sede para recuperarse psicológicamente de todo lo sucedido, eso hizo a Kamei carecer de una madre en algunas épocas de su vida, y para cuando ella podía darse de alta, tenía que lidiar con algunos cambios repentinos de personalidad, así que en parte, eso le comenzó a formar como alguien frío desde chico.

De todas formas, ese golpe no fue un impedimento para que Kamei pudiese avanzar; Shigeru aprovechó la mayoría de su tiempo en poder enseñarle a su hijo las cosas necesarias para la academia, viendo así, su gran potencial en Fuinjutsu y sobretodo, lo rápido y efectivo que era al realizar ciertas misiones u objetivos, claro, destacaba en bastantes cosas y también se vio refinando habilidades que al final terminarían siendo secundarias por culpa de su padre, pero esto más que una desventaja, solo fue un impulso más para su primer gran paso.

Añadiendo al contacto con sus familiares, siempre se vio rodeado de distintos Namikaze en la hoja, así como también, algunas reuniones con el clan Uzumaki para poder conservar esa gran amistad que tenían desde hace tiempo; nunca lo vio muy importante pero tampoco desprestigiaba la paz que yacía entre los dos clanes, y eso fue así hasta el mismo presente.

Fueron 13 años los que tuvo Kamei al iniciar la academia, y 14 los que tuvo al graduarse; este destacó bastante por su ingenio, así como también por sus grandes capacidades físicas, siendo el primero de su clase en la gran mayoría de asignaturas que se llegaban a impartir. Una anécdota curiosa del rubio, es que por su actitud perfeccionista y un tanto ansiosa, después de cada clase solía ir a la parte trasera de la residencia de su clan para poder entrenar en distintos tipos de situaciones, aveces acompañado de su padre y aveces no, lo importante fue su gran ambición, pues en más de una ocasión llegó a exigirse de más, teniendo caídas de presión o inclusive, simplemente de agotamiento, teniendo que descansar días enteros para poder rendir bien en su paso por la academia.

Una vez se graduó, comenzó a ejercer como genin de la aldea, pero al no tener un rango muy elevado, era común verle haciendo misiones bastante básicas y llegando temprano a casa (si es que no entrenaba, que era casi siempre). Parte de su adolescencia radicó en ello, pero la condición de su madre siempre tenía recaídas, incluso llegaron a darle un apodo entre los shinobis que impartían cerca del hospital, en fin, este llegó a tener distintas confrontaciones con otros genins que podían llegar a burlarse de lo sucedido, siendo bastante complicado para él sobrellevar esa situación a sus hombros todos los días, pues si bien, desde aquél incidente no tuvo la mejor relación con su madre, siempre iba a verle para poder llevarle algo de comida o algunas flores para que pudiese recuperarse más rápido.

Quitando todo eso, a lo largo de su historia nunca tuvo muchos amigos o compañeros, pero su padre siempre decía que estos llegarían tarde o temprano, en esta ocasión, Kamei llegaba a pasar más tiempo con los propios familiares de su clan, así que tampoco se trató de alguien solitario en su mayoría. Este se encuentra listo para seguir desempeñándose como shinobi y así, lucir su bandana a lo más alto de la hoja.