[Torneo Ronda 2: Combate #7] Clever v/s Senju Kaede

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[Torneo Ronda 2: Combate #7] Clever v/s Senju Kaede

Historia narrada por Master MC —Lun Ago 26, 2019 5:19 am

CLEVER V/S KAEDE

Los gritos y aplausos de los asistentes al torneo cuando acabó la primera ronda pudieron perfectamente haber sido oídos en el País del Viento. La emoción había inundado otra vez la arena y era como si las emociones de las personas hubieran sido reiniciadas, porque seguían igual que al principio. Un cambio de árbitro había sucedido entre descansos, Ichiro entonces había pasado de ser el mediador a estar sentado junto al Korikage, y ambos observaban el transcurso de la segunda ronda con cierta expectación. Varios ninjas de la Nieve habían pasado a la segunda ronda, y eso era justamente lo que Hiromi quería que ocurriese, aunque nunca pensó que su plan saldría con tanta perfección como lo estaba haciendo. Observó a los demás líderes con el rabillo del ojo.

El Hokage sonreía como de costumbre, haciendo gala de su especial carisma, junto a la que estaba haciendo de su acompañante, con quien lo podía ver más hablando que mirando en la arena. El Kazekage había perdido a muchísimos de sus paisanos, muy pocos quedaron para la segunda ronda, al igual que la Tsuchikage. La diferencia entre ambos kages es que la mujer de la Roca se mantenía con el rostro neutral y el Kazekage expresaba libremente su malestar con la situación. En cuanto al Raikage y la Mizukage, ambos se habían sentado juntos, uno al lado del otro, y no dejaban de parlotear hubiera combate o no, era más bien como si estuviesen teniendo una reunión. Ambos irritaban un poco a Hiromi, pero este podía disimular tan bien las cosas ante todos que no se preocupaba por cómo pudiera verse a ojos de estos.

[Torneo Ronda 2: Combate #7] Clever v/s Senju Kaede 2NUUsxI

[Torneo Ronda 2: Combate #7] Clever v/s Senju Kaede 2NUUsxI

El nuevo árbitro era Makoto Namikaze, uno de los más respetados Jonin de la Nieve, quien era además el futuro Korikage para muchos aldeanos. El rubio se mantenía neutral en medio de la arena, pero en verdad se encontraba ligeramente emocionado por los acontecimientos en los que había colaborado tanto. Su maestro y líder, Hiromi, había tenido unas semanas que hubieran agotado a cualquier próximo a él, pero Makoto solo podía ver bien en él, era la luz que iluminaba su camino ninja.

—¡Bien! Prosigamos con la segunda ronda de combates —pronunció en el centro de la arena de batalla. Mantenía los brazos cruzados, y a pesar de no tener más de 16 años y 1.75m de estatura, imponía un respeto incluso a los Kages. —A ver, ahora le ha llegado el turno de combatir a… ¡Clever de Konohagakure contra Senju Kaede de Kumogakure! —anunció, llamando a los susodichos al terreno. —¡Un fuerte aplauso, por favor! —la simple petición fue tomada por todos como una orden, pues el coliseo se vino abajo en gritos y palabras de apoyo.

El terreno en el que tendrían que pelear era prácticamente igual al de la primera ronda, 50m de área total para pelear, capas de hielo con una espesura que no dificultaba el andar ni el correr, pero que estaban ahí ambientando el escenario, puestas sobre un suelo de tierra. Por encima sobresalían algunas grandes rocas de hielo, de un color azul ligero y transparente —que podría dejar notar a quien se escondiera detrás de ellas —, colocadas a 5m de los peleadores, una detrás de cada uno. Las rocas hechas íntegramente de hielo medían 2m de ancho y 2m de alto, eran no muy resistentes, capaces de romperse con un ataque básico producido por Ninjutsu. Las capas de nieve estaban tan húmedas que el agua que de alguna forma sudaban podría ser abundante.

El frío seguía presente, producto de los sellos puestos por las paredes del área redonda de peleas. Cualquier ninja, esté acostumbrado o no al frío, debía sentir el ambiente calar por completo en su interior. No sería adecuado entrar a la zona de peleas sin al menos un buen abrigo, pero esa ya quedaría al punto de vista de cada quien.

—¡En posición! —exclamó el rubio Jonin con dura voz. Esperaba que ambos participantes hicieran el saludo, gesto en que tendrían que agachar ligeramente la cabeza para honrar al otro. Si no realizaban este saludo e iniciaban la pelea, quedarían descalificados. —¡Que empiece el combate!

El estadio se volvió a venir abajo, invadido por la emoción que suponía el observar otro combate más.

[Torneo Ronda 2: Combate #7] Clever v/s Senju Kaede QDZqIVR

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• Respetar las Normas del Torneo.
• Leer y seguir a la perfección las guías de combate del foro.
• Máximo de 24h por post de usuario, consecuencias explicadas en las normas del torneo.
• Cuidado con los errores menores y el no publicar (desde el primer post) stats, técnicas, gasto de chakra...
• La distancia inicial entre ambos ninjas es de 10m.

CLEVER V/S KAEDE

Los gritos y aplausos de los asistentes al torneo cuando acabó la primera ronda pudieron perfectamente haber sido oídos en el País del Viento. La emoción había inundado otra vez la arena y era como si las emociones de las personas hubieran sido reiniciadas, porque seguían igual que al principio. Un cambio de árbitro había sucedido entre descansos, Ichiro entonces había pasado de ser el mediador a estar sentado junto al Korikage, y ambos observaban el transcurso de la segunda ronda con cierta expectación. Varios ninjas de la Nieve habían pasado a la segunda ronda, y eso era justamente lo que Hiromi quería que ocurriese, aunque nunca pensó que su plan saldría con tanta perfección como lo estaba haciendo. Observó a los demás líderes con el rabillo del ojo.

El Hokage sonreía como de costumbre, haciendo gala de su especial carisma, junto a la que estaba haciendo de su acompañante, con quien lo podía ver más hablando que mirando en la arena. El Kazekage había perdido a muchísimos de sus paisanos, muy pocos quedaron para la segunda ronda, al igual que la Tsuchikage. La diferencia entre ambos kages es que la mujer de la Roca se mantenía con el rostro neutral y el Kazekage expresaba libremente su malestar con la situación. En cuanto al Raikage y la Mizukage, ambos se habían sentado juntos, uno al lado del otro, y no dejaban de parlotear hubiera combate o no, era más bien como si estuviesen teniendo una reunión. Ambos irritaban un poco a Hiromi, pero este podía disimular tan bien las cosas ante todos que no se preocupaba por cómo pudiera verse a ojos de estos.

[Torneo Ronda 2: Combate #7] Clever v/s Senju Kaede 2NUUsxI

El nuevo árbitro era Makoto Namikaze, uno de los más respetados Jonin de la Nieve, quien era además el futuro Korikage para muchos aldeanos. El rubio se mantenía neutral en medio de la arena, pero en verdad se encontraba ligeramente emocionado por los acontecimientos en los que había colaborado tanto. Su maestro y líder, Hiromi, había tenido unas semanas que hubieran agotado a cualquier próximo a él, pero Makoto solo podía ver bien en él, era la luz que iluminaba su camino ninja.

—¡Bien! Prosigamos con la segunda ronda de combates —pronunció en el centro de la arena de batalla. Mantenía los brazos cruzados, y a pesar de no tener más de 16 años y 1.75m de estatura, imponía un respeto incluso a los Kages. —A ver, ahora le ha llegado el turno de combatir a… ¡Clever de Konohagakure contra Senju Kaede de Kumogakure! —anunció, llamando a los susodichos al terreno. —¡Un fuerte aplauso, por favor! —la simple petición fue tomada por todos como una orden, pues el coliseo se vino abajo en gritos y palabras de apoyo.

El terreno en el que tendrían que pelear era prácticamente igual al de la primera ronda, 50m de área total para pelear, capas de hielo con una espesura que no dificultaba el andar ni el correr, pero que estaban ahí ambientando el escenario, puestas sobre un suelo de tierra. Por encima sobresalían algunas grandes rocas de hielo, de un color azul ligero y transparente —que podría dejar notar a quien se escondiera detrás de ellas —, colocadas a 5m de los peleadores, una detrás de cada uno. Las rocas hechas íntegramente de hielo medían 2m de ancho y 2m de alto, eran no muy resistentes, capaces de romperse con un ataque básico producido por Ninjutsu. Las capas de nieve estaban tan húmedas que el agua que de alguna forma sudaban podría ser abundante.

El frío seguía presente, producto de los sellos puestos por las paredes del área redonda de peleas. Cualquier ninja, esté acostumbrado o no al frío, debía sentir el ambiente calar por completo en su interior. No sería adecuado entrar a la zona de peleas sin al menos un buen abrigo, pero esa ya quedaría al punto de vista de cada quien.

—¡En posición! —exclamó el rubio Jonin con dura voz. Esperaba que ambos participantes hicieran el saludo, gesto en que tendrían que agachar ligeramente la cabeza para honrar al otro. Si no realizaban este saludo e iniciaban la pelea, quedarían descalificados. —¡Que empiece el combate!

El estadio se volvió a venir abajo, invadido por la emoción que suponía el observar otro combate más.

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• Respetar las Normas del Torneo.
• Leer y seguir a la perfección las guías de combate del foro.
• Máximo de 24h por post de usuario, consecuencias explicadas en las normas del torneo.
• Cuidado con los errores menores y el no publicar (desde el primer post) stats, técnicas, gasto de chakra...
• La distancia inicial entre ambos ninjas es de 10m.

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Re: [Torneo Ronda 2: Combate #7] Clever v/s Senju Kaede

Historia narrada por Storm —Mar Ago 27, 2019 4:48 pm

un enfrentamiento arcano_{En la vida, hay ciertos matices que denotan extrañez, pero sin aquello, la experiencia tendría un óbice insuperable}_{─ Clever}

Mi mente se encontraba erguida, completamente lúcida: estaba en absoluta serenidad. Aquello era algo que podía deducir sin ningún tipo de aberración dentro de mi persona. No existía prisa, descuido ni fruslería en mi pensar y mucho menos si se trataba de un evento tan significativo como lo era el Torneo Ceremonial.

Las cuatros esquinas que me acorralaban no fueron el suficiente aislante para anquilosar los bullicios que la muchedumbre, que era vasta en cantidad, imponía alrededor del campo bélico. Era, de tal modo, inexplicable, la conmoción que creaban estas voces anónimas sobre el ambiente frígido. Pareciese como si la mayoría de los espectadores proviniese de la aldea anfitriona, donde obviamente, éstos podían -sin duda alguna- convivir en las más bajas temperaturas como si de una vida normal se tratase.

Aunque, lo más imprescindible de todo era que me había preparado para contrarrestar aquel factor contra productivo: me encargué la tarea de conseguir la indumentaria ideal. Tal vez, no una vestimenta pesada que me imposibilitara la eficiencia de mis movimientos, empero una muy ligera y suave que me pudiese cubrir todo mi torso para facilitar la producción de calor corporal en el centro de mi cuerpo. La primera semana que permanecí dentro de la aldea, mis labios y mi propia piel comenzaron a comportarse de manera inusual, como si tuviese que ver con algún tipo de efecto secundario; pero aquello era más que obvio que tenía que ver con el inclemente frío que producía el ambiente de aquella aldea. Simplemente, no estaba acostumbrado.

Ya no tenía tiempo para acallarme en la soledad de aquella recámara; al menos, no por ahora. Entre el estremecedor ruido del público que denotaba júbilo y alegría, ya comenzaban a aparecer los indicios del avecinamiento de la próxima batalla y, justamente, sí que estaba en lo correcto.

Fue donde, en ese entonces, todo el público remitió un silencio sepulcral: expectantes a la nueva anunciación. Por mi parte, ya había comenzado mi encaminar hacia la salida de aquel vestíbulo el cual conectaba, con un angosto y pequeño túnel, hacia el campo de batalla. Escuché claramente mi nombre siendo exclamado por una sola persona mientras que finalmente había encontrado mi salida hacia el exterior. Totalmente sincronizados con la entrada, el público no tuvo otra acción piadosa que sólo expresar su propia emoción con gritos completamente inaudibles con respecto a lo que trataban de decir a simples palabras. Sin embargo, una cosa era más que clara: estaban ansiosos por ver acción.

Por un momento, contemplé todo mi alrededor con un semblante positivo. Podía notar la presencia de la multitud que me rodeaba, pero lo más importante de todo, era la presencia de los líderes de las seis aldeas ocultas: en especial, el Hokage. Desde aquel momento, mi actitud había sido empoderada por mi innata Voluntad del Fuego, significando que no debía arrepentirme por las dificultades e induciendo a la lucha de mis propios ideales para el bien del camino Shinobi.

Esbocé una pequeña risa en mis labios y acto seguido, me dirigí a posicionarme como lo había indicado aquel individuo, que por su estado de presencia se trataba del árbitro que vagaría en aquel enfrentamiento.

El campo de batalla era decentemente pequeño en cuanto a sus límites, pero era perfecto para un enfrentamiento amistoso. Sobre el mismo, yacían capas de hielo que simplemente no dificultaban para nada el desplazamiento bélico, pues parecían meramente un souvenir para los combatientes como cortesía del clima de aquella aldea. También, se encontraban dos grandes diáfanas rocas de hielo (con una altura y un grosor de dos metros respectivamente) a unos cinco metros detrás de mi posición y una roca homóloga, el cual tiene una misma envergadura y distancia de separación en el lado donde mi contrincante debería posicionarse: se podía decir que el campo de batalla era un tanto simétrico. Al llegar a mi posición y estar enteramente separado (unos diez metros exactos entre la posición de mi rival y la mía), no dudé en hacer una humilde reverencia hasta que mi rival hiciese acto de presencia y éste o ésta respondiese a la misma.

Estaba absolutamente preparado, lo único que llevaba para defenderme era una Fuma Shuriken el cual reposaba en un estuche especial que se encontraba anexado a mis pantalones tácticos y mi propio arsenal de habilidades que había estado desarrollando producto de arduos entrenamientos.

Emme

Pormenores:

un enfrentamiento arcano_{En la vida, hay ciertos matices que denotan extrañez, pero sin aquello, la experiencia tendría un óbice insuperable}_{─ Clever}

Mi mente se encontraba erguida, completamente lúcida: estaba en absoluta serenidad. Aquello era algo que podía deducir sin ningún tipo de aberración dentro de mi persona. No existía prisa, descuido ni fruslería en mi pensar y mucho menos si se trataba de un evento tan significativo como lo era el Torneo Ceremonial.

Las cuatros esquinas que me acorralaban no fueron el suficiente aislante para anquilosar los bullicios que la muchedumbre, que era vasta en cantidad, imponía alrededor del campo bélico. Era, de tal modo, inexplicable, la conmoción que creaban estas voces anónimas sobre el ambiente frígido. Pareciese como si la mayoría de los espectadores proviniese de la aldea anfitriona, donde obviamente, éstos podían -sin duda alguna- convivir en las más bajas temperaturas como si de una vida normal se tratase.

Aunque, lo más imprescindible de todo era que me había preparado para contrarrestar aquel factor contra productivo: me encargué la tarea de conseguir la indumentaria ideal. Tal vez, no una vestimenta pesada que me imposibilitara la eficiencia de mis movimientos, empero una muy ligera y suave que me pudiese cubrir todo mi torso para facilitar la producción de calor corporal en el centro de mi cuerpo. La primera semana que permanecí dentro de la aldea, mis labios y mi propia piel comenzaron a comportarse de manera inusual, como si tuviese que ver con algún tipo de efecto secundario; pero aquello era más que obvio que tenía que ver con el inclemente frío que producía el ambiente de aquella aldea. Simplemente, no estaba acostumbrado.

Ya no tenía tiempo para acallarme en la soledad de aquella recámara; al menos, no por ahora. Entre el estremecedor ruido del público que denotaba júbilo y alegría, ya comenzaban a aparecer los indicios del avecinamiento de la próxima batalla y, justamente, sí que estaba en lo correcto.

Fue donde, en ese entonces, todo el público remitió un silencio sepulcral: expectantes a la nueva anunciación. Por mi parte, ya había comenzado mi encaminar hacia la salida de aquel vestíbulo el cual conectaba, con un angosto y pequeño túnel, hacia el campo de batalla. Escuché claramente mi nombre siendo exclamado por una sola persona mientras que finalmente había encontrado mi salida hacia el exterior. Totalmente sincronizados con la entrada, el público no tuvo otra acción piadosa que sólo expresar su propia emoción con gritos completamente inaudibles con respecto a lo que trataban de decir a simples palabras. Sin embargo, una cosa era más que clara: estaban ansiosos por ver acción.

Por un momento, contemplé todo mi alrededor con un semblante positivo. Podía notar la presencia de la multitud que me rodeaba, pero lo más importante de todo, era la presencia de los líderes de las seis aldeas ocultas: en especial, el Hokage. Desde aquel momento, mi actitud había sido empoderada por mi innata Voluntad del Fuego, significando que no debía arrepentirme por las dificultades e induciendo a la lucha de mis propios ideales para el bien del camino Shinobi.

Esbocé una pequeña risa en mis labios y acto seguido, me dirigí a posicionarme como lo había indicado aquel individuo, que por su estado de presencia se trataba del árbitro que vagaría en aquel enfrentamiento.

El campo de batalla era decentemente pequeño en cuanto a sus límites, pero era perfecto para un enfrentamiento amistoso. Sobre el mismo, yacían capas de hielo que simplemente no dificultaban para nada el desplazamiento bélico, pues parecían meramente un souvenir para los combatientes como cortesía del clima de aquella aldea. También, se encontraban dos grandes diáfanas rocas de hielo (con una altura y un grosor de dos metros respectivamente) a unos cinco metros detrás de mi posición y una roca homóloga, el cual tiene una misma envergadura y distancia de separación en el lado donde mi contrincante debería posicionarse: se podía decir que el campo de batalla era un tanto simétrico. Al llegar a mi posición y estar enteramente separado (unos diez metros exactos entre la posición de mi rival y la mía), no dudé en hacer una humilde reverencia hasta que mi rival hiciese acto de presencia y éste o ésta respondiese a la misma.

Estaba absolutamente preparado, lo único que llevaba para defenderme era una Fuma Shuriken el cual reposaba en un estuche especial que se encontraba anexado a mis pantalones tácticos y mi propio arsenal de habilidades que había estado desarrollando producto de arduos entrenamientos.

Emme

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Re: [Torneo Ronda 2: Combate #7] Clever v/s Senju Kaede

Historia narrada por Senju Kaede —Miér Ago 28, 2019 6:44 am

Estaba sumamente emocionada y sentía el pecho vibrar de júbilo. Era algo que simplemente no podía creer; el haber pasado a la segunda ronda era algo increíble, pero a su vez me generaba una dicotomía de sentimientos al no tener a mis padres presentes, que, posiblemente era mejor que no estuviesen ya que me generarían una presión gigante. Simplemente no podría mirarlos a los ojos si me viesen perder, por lo que debía ganar como a dé lugar y demostrarles mis capacidades para enrostrárselo con el fin de vivir en paz. Estaba cansada de vivir bajo el alero de mis padres y del cual, con suerte podía respirar ante su sobreprotección llevada a niveles exagerados.

Remontándome a la situación, me encontraba en el lobby en espera del llamado del árbitro. Afortunadamente tenía un gran espejo colgando en la muralla que yacía a mi costado derecho, por lo que aproveche observar mi reflejo y arreglar mi vestimenta. Lucía casi igual a mi encuentro pasado: una blusa estilo malla y de tonalidad azabache, en conjunto de unos pantalones ceñidos al cuerpo que brindaban más facilidad a mi movimiento. En la parte superior utilizaba para abrigarme, un pulóver táctico de color amarillo en honor al País del Rayo, y en mis pies las conocidas sandalias ninjas que utilizaban todos. Respecto a mi cabello borgoña, lo ataría y lo soltaría una que otra vez, en un simple hecho vanidoso, finalmente optaría por llevarlo peinado en una coleta alta. Mientras miraba mi reflejo y peinaba con los dedos de la diestra mi flequillo, podía oír los gritos efusivos del público, normalmente este tipo de actos me harían ponerme nerviosa de pies a cabeza, pero ahora resultaba todo lo contrario y me harían inflar el pecho de orgullo. Parecía un cántico aguerrido en espera de sangre, o al menos eso pasaba por mi cabeza… hasta que de un momento a otro el bullicio se extinguió para dar paso a una voz determinante que aclamaría tanto mi nombre como el de mi contrincante: Clever ¿Quién diablos sería?

Mi sentencia había llegado. Me aseguré de afirmar las correas del bolsito de armamento previamente organizado y ordenado, estando suspendido en mi muslo derecho a la altura justa en donde llegaba mi palma. Tras una última repasada al espejo, decidí salir a paso rápido por el estrecho y oscuro túnel que me llevaría hasta la mismísima arena, con un escenario prácticamente igual al anterior, exceptuando las rocas de dos metros de grosor y altura, que estaban para el uso de los usuarios del torneo. Mi caminata fue parsimoniosa y mi rostro siempre mostró una amplia sonrisa llena de alegría mientras mis orbes buscaban entre el público a Ragnar, quien logré divisarlo en tribunas alentándome con casi todas sus fuerzas. Al llegar a mi puesto, estaría por delante de rocas formadas por hielo a una distancia exacta de 5 metros y en correlación al shinobi del País del Fuego me encontraría a una distancia de 10 metros, teniendo al árbitro de pie cortando a la mitad de nuestra separación. Dediqué una rápida reverencia y tras ello, en contar de dos segundos realicé mi primer sello —Mokuton: Moku Bunshin no Jutsu—para que inmediatamente saliese un clon de madera puesto a un metro de distancia hacia la derecha de mi cuerpo. Inmediata aparición, corrimos a la par en dirección frontal al rubio a la vez que el clon realizaba sellos con sus manos para realizar otra acción. La reducción de distancia, desde mi puesto hacia el shinobi, sería de 7 metros, dejando un total de 3 metros de separación en un tiempo transcurrido de 4 segundos. Al estar en aquella cercanía y con el jutsu del clon preparado, el brazo de éste, siendo el derecho completamente estirado hacia al frente — Mokuton: Daijurin no Jutsu — Se transformaría en dos segundos (Dentro del tiempo que demoró en acortar la distancia hasta estar a 3 metros de él, en el caso que no se moviese) en un gran pilar organizada de 5 estacas/ramas con finalidad puntiaguda, en forma compacta de 4 metros de largo y de 1 metros de grosor cada rama, siendo un total de 5 metros de grosor. Estando dirigida directamente al rubio manera rauda y violenta; debido a la cercanía sería muy difícil de esquivar y en caso de dar, sería un golpe limpio y poderoso, más, ignoraba por completo las capacidades del muchacho, por lo que mi clon se mantendría estático a los 3 metros de distancia de Clever realizando la técnica. Paralelo a lo que ocurría, aproveché al instante de la extensión del cuerpo de mi clon y salté en una fracción de segundo sobre el pilar, y sin detener la carrera en ningún momento. Esta corrida sería de carácter veloz, trazando los 3 metros de distancia que quedaban respecto al rubio y demorando 2 segundos (adicionales a los 4 segundos que transcurrieron en el primer tramo, siendo una acción de 6 segundos en total) teniendo como único objetivo alcanzar al chico, a su vez que mis manos realizaban movimientos para la formación de un jutsu que mantendría. Me encontraría con la visión agudizada en el cuerpo del ninja de la hoja estando totalmente alerta hacia cualquier movimiento por su parte, al igual que el clon, se mantendría atento para ejecutar su próximo movimiento.

OFF:

Resumen
Blablabla, finalmente Kaede entra a la arena y hace una reverencia. Acto seguido e inmediatamente forma un clon de madera para salir corriendo junto a él en dirección a Clever. Mientras esto sucede y avanzan, el clon forma una extensión de su brazo gracias al jutsu, por lo que Kaede al instante hace uso de éste y continúa la carrera formando un jutsu con sus manos para mantenerlo en su próxima acción. Cabe recalcar que tanto como ella y el clon se mantienen atentos a Clever.

Chakra: 90-9-9= 72
Stamina: 90 -1-5= 84

Perfil Ninja

Técnica Realizada:

Stats:

Armamento:

Estaba sumamente emocionada y sentía el pecho vibrar de júbilo. Era algo que simplemente no podía creer; el haber pasado a la segunda ronda era algo increíble, pero a su vez me generaba una dicotomía de sentimientos al no tener a mis padres presentes, que, posiblemente era mejor que no estuviesen ya que me generarían una presión gigante. Simplemente no podría mirarlos a los ojos si me viesen perder, por lo que debía ganar como a dé lugar y demostrarles mis capacidades para enrostrárselo con el fin de vivir en paz. Estaba cansada de vivir bajo el alero de mis padres y del cual, con suerte podía respirar ante su sobreprotección llevada a niveles exagerados.

Remontándome a la situación, me encontraba en el lobby en espera del llamado del árbitro. Afortunadamente tenía un gran espejo colgando en la muralla que yacía a mi costado derecho, por lo que aproveche observar mi reflejo y arreglar mi vestimenta. Lucía casi igual a mi encuentro pasado: una blusa estilo malla y de tonalidad azabache, en conjunto de unos pantalones ceñidos al cuerpo que brindaban más facilidad a mi movimiento. En la parte superior utilizaba para abrigarme, un pulóver táctico de color amarillo en honor al País del Rayo, y en mis pies las conocidas sandalias ninjas que utilizaban todos. Respecto a mi cabello borgoña, lo ataría y lo soltaría una que otra vez, en un simple hecho vanidoso, finalmente optaría por llevarlo peinado en una coleta alta. Mientras miraba mi reflejo y peinaba con los dedos de la diestra mi flequillo, podía oír los gritos efusivos del público, normalmente este tipo de actos me harían ponerme nerviosa de pies a cabeza, pero ahora resultaba todo lo contrario y me harían inflar el pecho de orgullo. Parecía un cántico aguerrido en espera de sangre, o al menos eso pasaba por mi cabeza… hasta que de un momento a otro el bullicio se extinguió para dar paso a una voz determinante que aclamaría tanto mi nombre como el de mi contrincante: Clever ¿Quién diablos sería?

Mi sentencia había llegado. Me aseguré de afirmar las correas del bolsito de armamento previamente organizado y ordenado, estando suspendido en mi muslo derecho a la altura justa en donde llegaba mi palma. Tras una última repasada al espejo, decidí salir a paso rápido por el estrecho y oscuro túnel que me llevaría hasta la mismísima arena, con un escenario prácticamente igual al anterior, exceptuando las rocas de dos metros de grosor y altura, que estaban para el uso de los usuarios del torneo. Mi caminata fue parsimoniosa y mi rostro siempre mostró una amplia sonrisa llena de alegría mientras mis orbes buscaban entre el público a Ragnar, quien logré divisarlo en tribunas alentándome con casi todas sus fuerzas. Al llegar a mi puesto, estaría por delante de rocas formadas por hielo a una distancia exacta de 5 metros y en correlación al shinobi del País del Fuego me encontraría a una distancia de 10 metros, teniendo al árbitro de pie cortando a la mitad de nuestra separación. Dediqué una rápida reverencia y tras ello, en contar de dos segundos realicé mi primer sello —Mokuton: Moku Bunshin no Jutsu—para que inmediatamente saliese un clon de madera puesto a un metro de distancia hacia la derecha de mi cuerpo. Inmediata aparición, corrimos a la par en dirección frontal al rubio a la vez que el clon realizaba sellos con sus manos para realizar otra acción. La reducción de distancia, desde mi puesto hacia el shinobi, sería de 7 metros, dejando un total de 3 metros de separación en un tiempo transcurrido de 4 segundos. Al estar en aquella cercanía y con el jutsu del clon preparado, el brazo de éste, siendo el derecho completamente estirado hacia al frente — Mokuton: Daijurin no Jutsu — Se transformaría en dos segundos (Dentro del tiempo que demoró en acortar la distancia hasta estar a 3 metros de él, en el caso que no se moviese) en un gran pilar organizada de 5 estacas/ramas con finalidad puntiaguda, en forma compacta de 4 metros de largo y de 1 metros de grosor cada rama, siendo un total de 5 metros de grosor. Estando dirigida directamente al rubio manera rauda y violenta; debido a la cercanía sería muy difícil de esquivar y en caso de dar, sería un golpe limpio y poderoso, más, ignoraba por completo las capacidades del muchacho, por lo que mi clon se mantendría estático a los 3 metros de distancia de Clever realizando la técnica. Paralelo a lo que ocurría, aproveché al instante de la extensión del cuerpo de mi clon y salté en una fracción de segundo sobre el pilar, y sin detener la carrera en ningún momento. Esta corrida sería de carácter veloz, trazando los 3 metros de distancia que quedaban respecto al rubio y demorando 2 segundos (adicionales a los 4 segundos que transcurrieron en el primer tramo, siendo una acción de 6 segundos en total) teniendo como único objetivo alcanzar al chico, a su vez que mis manos realizaban movimientos para la formación de un jutsu que mantendría. Me encontraría con la visión agudizada en el cuerpo del ninja de la hoja estando totalmente alerta hacia cualquier movimiento por su parte, al igual que el clon, se mantendría atento para ejecutar su próximo movimiento.

OFF:

Resumen
Blablabla, finalmente Kaede entra a la arena y hace una reverencia. Acto seguido e inmediatamente forma un clon de madera para salir corriendo junto a él en dirección a Clever. Mientras esto sucede y avanzan, el clon forma una extensión de su brazo gracias al jutsu, por lo que Kaede al instante hace uso de éste y continúa la carrera formando un jutsu con sus manos para mantenerlo en su próxima acción. Cabe recalcar que tanto como ella y el clon se mantienen atentos a Clever.

Chakra: 90-9-9= 72
Stamina: 90 -1-5= 84

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Re: [Torneo Ronda 2: Combate #7] Clever v/s Senju Kaede

Historia narrada por Master MC —Dom Sep 01, 2019 1:45 am

FINALIZACIÓN DEL COMBATE

Por ausencia del usuario Clever en materia del torneo superando los lapsos estipulados, Kaede pasas a Cuartos de Final. Sé recuerda que solo se tolerará entre post y post un total máximo de 24hs debido a la característica relámpago del torneo.

¡Mucha suerte en la próxima ronda!

FINALIZACIÓN DEL COMBATE

Por ausencia del usuario Clever en materia del torneo superando los lapsos estipulados, Kaede pasas a Cuartos de Final. Sé recuerda que solo se tolerará entre post y post un total máximo de 24hs debido a la característica relámpago del torneo.

¡Mucha suerte en la próxima ronda!

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Re: [Torneo Ronda 2: Combate #7] Clever v/s Senju Kaede

Historia narrada por Contenido patrocinado —