[Torneo Ronda 2: Combate #2] Sedrion Yuki v/s Marcus Brando

Apenas llegó a ese país tuvo una muy mala impresión del mismo, al igual que de sus habitantes. Incluso el resto de ninjas que llegó desde el exterior para participar en el torneo. ¿Qué mierda es eso de andar en un carnaval días antes de pelear? Parecían niños que solo tenían la intención de jugar. Aquello no es para nada la intención de Sedrion, quien vino únicamente a probar sus habilidades. Ni siquiera le interesaba el honor de su aldea o de la Mizukage. Todos podían irse literalmente al infierno.

Por el sorteo realizado tuvo la suerte de caer en la segunda ronda. Podía evitarse un combate, aunque esto le daría un buen rato de aburrimiento. Observó cada una de las peleas, pero ninguna llamó demasiado su atención. — No son tan malos como pensaba… — Y sí. La impresión que tuvo el peor día no podía ser más mala. El ver combatir a shinobis y kunoichis hizo que la esperanza volviera a su cuerpo, pues existía la posibilidad de que le tocara con un combatiente que le hiciera esforzarse. No tenía sentido haber realizado semejante viaje si no enfrentaba a alguien que estuviera a la altura.

Durante la espera, en el sitio donde los participantes se reunían mientras otros peleaban, Sedrion tan solo conocía a Tio, Kunoichi de Kirigakure con quien había trabajado en un par de ocasiones. La relación que tenían no podía llamarse amistad, solo conocidos o compañeros de trabajo. Una vez se le avisó al Yuki de que llegó su turno de pelear, le dirigió unas breves palabras a la joven. — Observa cómo se hace. — Caminaría tranquilamente hacia la arena. Al parecer se enfrentaría a un ninja local. Eso le daría el apoyo del público, aunque lamentablemente para él, no podrían ir a la arena a defenderlo. Sería una pelea de hombre a hombre en donde solo el más fuerte saldrá victorioso. No hay trucos raros, solo habilidad.

Al ya estar en el primer piso, sobre la tierra pudo escuchar por primera vez desde esa posición los gritos del público. Todos estaban muy emocionados. Eso podía encender el mal temperamento de Sedrion. ¿Acaso piensan que se trata de un circo? — ¿Se molestarán si cometo un asesinato? — No es un ninja que sienta algo de compasión por el enemigo. Si debe matarlo, lo hará. Para vencer debe dejar inservible al oponente o lograr que se rinda. No tenía mucha lógica detrás de ello. Sin embargo, el jounnin que haría de árbitro durante la pelea debería tener la capacidad necesaria para detener el combate si veía que uno de los ninjas estaba a punto de perder la vida, lo que significa que el de Kirigakure no tiene por qué contenerse. Debe ir a por todas.

El muchacho de baja estatura vestía una túnica negra que cubría casi todo su cuerpo, pues cubría la mitad de su rostro como si fuera una máscara. Aclarar que no tapa sus ojos, así que puede ver a la perfección. El clima y la baja temperatura le hacían sentir como en casa. No es muy diferente al frío del País del Agua. Sumado a eso, él pertenece al clan que maneja el elemento hielo. No puede sentirse mejor en el sitio que tiene que pelear.

La arena tenía una medida de 50 metros de diámetros. Detrás de cada participante había 20 metros, pues a ellos los separaban 10 según lo dicho por Narrador. Sedrion no perdería el tiempo y sería el primero en iniciar su movimiento. Su padre le enseñó desde muy pequeño que el ninja que toma la iniciativa puede tener una leve ventaja.

Su mano derecha sostenía una bola, la cual lanzaría hacia delante 5 metros, buscando caer a la misma distancia que fue lanzada, de Marcus. Aquella bola era una bomba de luz que la estallar, como obviamente decía su nombre, mostraba una explosión de luz que podría cegar al contrincante en caso de no apartar la vista. Sin embargo, él solo vería una bola que fue lanzada, por lo que quizás ni se da cuenta del truco de la misma hasta que sea demasiado tarde. Como Sedrion fue quien tenía la estrategia, miró hacia el costado cuando supo que la bomba explotaría. Al mismo tiempo realizaría una secuencia de sellos manuales, propios de un jutsu propio de los miembros de su clan. El de Kirigakure desconocía que su oponente pertenecía a la misma familia.

Los sellos antes mencionados se realizarían al mismo tiempo que Sedrion daba un salto de dos metros hacia delante, buscando acortar la distancia. El plan del bajito era que cuando el contrario se cegara se distrajera un momento, por lo que aprovechando ese instante avanzaría un poco con los sellos. Su cuerpo transmitió su chakra hacia lo subterráneo y desde debajo de Marcus comenzaría a emerger el hielo que buscaba congelarlo y atraparlo.

Al ser un salto tan corto podría llegar en poco tiempo, por lo que, en caso de un contra ataque no se espera, podría pisar e intentar impulsarse para esquivar. Tenía la supuesta ventaja de él no estar negado y su oponente sí, quizás.

Llegó muy confiado a ese país. Creyó que nadie sería capaz de darle un verdadero reto a la hora de pelear. Sin embargo, el karma te puede golpear más duro de lo que crees. Esto podría darle una buena enseñanza de humildad y ego a Sedrion, pero latentemente esto no contaría en el mundo de verdad. En el otro universo seguiría siendo el mismo de suerte, solo se espera que no cometa los mismos errores. Uno se puede caer, pero la idea es levantarse y no volver a tropezarse con la misma piedra.

Todo el pan estaba perfectamente ideado dentro de la mente de Sedrion. Creyó que podría controlar los movimientos ajenos si lo tomaba con sorpresa. Desafortunadamente de la teoría a la práctica hay muchos pasos y no siempre se consigue. Ya vemos en la realidad muchas cosas que funcionan de esta manera. Por ejemplo, como dice el dicho: “En teoría, hasta el comunismo funciona”, o algo así creo que iba.

El ambiente se sentía muy tenso, sobre todo porque el de Kirigakure no hizo la seña que pidió el árbitro. De inmediato todo el público que se dedicó a apoyar al dueño de casa, Marcus, lanzó su odio hacia el gennin más bajito. Le decían de todo, lo re contra cagaron a puteadas, pero ahí estaba él, a punto de ejecutar su plan. No hay nada más triste en la vida que todo salga mal, pero todo. No hay chance de que algo vaya como se tenía planeado. La mano derecha sostenía la bomba de luz que sacó del bolsillo de su pantalón. Como la vestimenta de Sedrion encima tenía una gran túnica, nadie vería lo que sacó, pues su mano apenas se veía.

El movimiento al lanzarlo sería el siguiente. Manteniendo el brazo hacia abajo, lo doblaría luego hacia el interior del cuerpo y buscaría lanzarlo desde abajo hacia el frente. No planeaba elevar la extremidad y tomar todo el impulso posible. Después de todo, en su plan tan solo quería arrojarlo unos cuantos metros más allá. Podría considerarse un movimiento brusco al querer ejecutar fuerza. ¿Recuerdan cuando hablé del karma? Es por lo siguiente. ¿Cómo pasó? Ni la menor idea. ¿A Sedrion lo dejaron aprobar la academia sin ser capaz de ser un kunai? Seguramente. Muchas teorías, ninguna posible de confirmar. Tal vez simplemente se levantó con el pie izquierdo y cometió un error, un grave, grave error.

Brazo abajo, a la altura de la cintura, al querer estirar del codo para abajo hacia delante, y así arrojar la bomba de luz, esta se resbaló de la mano. Sí, tal como leen. Se le resbaló. Aquí podemos empezar a decir que es un pelotudo, que se está dejando, no no. Iba totalmente en serio. Pero se le cayó. — Mierda… — Cruzó fugazmente su mente. Afortunadamente desde el principio tenía contemplado apartar la mirada, pero esto de poco y nada le serviría. La bomba caería de inmediato explotando al instante.

Aclaremos que Sedrion mide tan solo 1,55. Si tenía la mano con la bomba explosiva a la altura de la cintura significaba que estaba muy cerca del suelo. Cuando el rival viera el movimiento brusco del brazo, al estar tan bajo, lo más seguro es que le deje una casi nula capacidad de reacción pues la explosión de luz sería instantánea.

El de Kirigakure no sería capaz de ver. Sus ojos estaban cerrados y le dolían un montón. No tenía ni la menor posibilidad de ver dónde estaba su enemigo y así poder contra atacar. Estaba en graves problemas. ¿Cuál es la opción que le queda? Huir, es un concepto básico. Si el plan falla debes replegarte. Forzar de más en una situación peligrosa puede costarte la vida. Apenas cerró los ojos se movió. La explosión de luz instantánea le daría el “okay” para correr. Se impulsó hacia el costado derecho, comenzando a correr y arrojarse unos cuantos metros hacia el piso, rodando dos veces. La posición que se movió desde que ocurrió el error del arma era de ocho metros. Al estar pecho a tierra se restregaría los ojos con la mano izquierda. Le ardían. Este efecto duraría unos cuantos segundos.

Sedrion no podrá ver a su oponente por el momento. Solo espera que sigue al frente, pues tendría que buscar reaccionar pronto si el contrario cambia de posición. Por el momento solo escuchaba las risas del público. El que a un ninja se le cayera el arma de la mano era por mucho, cómico.

Después de tanto tiempo perdido al inicio del combate finalmente podría pelear. Todo el mundo estaba en su contra, pero aquello no le metía presión extra. Sedrion es un ninja que no confía en nadie y tampoco espera que confíen en él. Tiene claro de que el sitio al que llegará dependerá totalmente de sus habilidades. Actualmente debía batirse contra ese ninja rubio que en nada aprovechó el accidente que cometió Sedrion. Quizás por falta de experiencia o simplemente porque deseaba tener una batalla frente a frente. Independiente del motivo, el de Kirigakure tenía muy claro que no debía confiarse, menos al darse cuenta de que no estaba siendo su mejor día. Ir en serio es la única opción que tenía para poder avanzar a la siguiente ronda.

La visión fue recuperada. Podía ver a su oponente. Estaba algo lejos, pero con su velocidad podría acortarla en pocos segundos. ¿Hmm? Marcus ni aprovechaba el hecho de que Sedrion estaba tirado de pecho en el suelo. Se quedó sentado como si tuviera todo el tiempo del mundo. ¿Lo estaba subestimando? Si ese era el caso debería pagarlo. Nadie podía insultarlo de esa forma.

Lo siguiente sucedería mientras el rubio espera. ¿Qué espera? Quién sabe. No había por qué preguntarle. Cada ninja sabía el motivo por el cual tomaba sus decisiones en medio de una pelea. Lo único importante aquí es aprovechar cada segundo, cada momento, cada instante. Un parpadeo, un movimiento innecesario, desviar la mirada donde no debes. Cualquier detalle puede costarte la victoria. Solo son gennins, pero el saber que hay que estar centrado y con todos los sentidos en el combate lo enseñan en cualquier academia. No debería haber excusa para no saberlo.

Reiterando, mientras Marcus espera quién sabe cuánto tiempo, pudo ser el necesario para que Sedrion, aún en el suelo, sacara del bolsillo de su pantalón derecho una bomba de humo. Aclaremos las posiciones. El de Kirigakure está recostado con el pecho en el piso, pero la mirada siempre en su oponente. Diagonalmente hacia el frente, específicamente un poco hacia la izquierda debido a los metros que recorrió anteriormente Sedrion, se encontraba su oponente. Debido a esa posición, lo más probable es que con suerte pudiera ver que el más bajito movió el brazo, pero nada más. Todo debería ser un secreto para él. Estiró por completo el brazo hacia el mismo lado derecho y solo a 3 centímetros del suelo lo dejó caer.

La bomba explotó. El sitio en donde estaba Sedrion se llenó de Humo. Su oponente no podría verlo. Ahí estaba sentado, re tranqui. Sin levantarse el bajito hizo la secuencia de sellos manuales y creó un clon de hielo. A simple vista era igual a él, por algo se trata de un clon. Tenía la capacidad de crear más de uno, pero no tenía sentido. La idea de combinarlo con la bomba de humo era que, al salir de ahí, Marcus no se diera cuenta de que el Sedrion que iba directo a atacarlo se trataba de un clon. Este se echó a correr hacia el oponente, buscando cerrar la brecha de distancia de 16,12 metros entre ellos. Al mismo tiempo que el clon partió, el verdadero apoyó las manos en el piso y se levantó. Sin perder tiempo realizó sellos manuales.

Mucha atención para lo que se viene. Marcus, esperando quién sabe por cuánto tiempo, se puso a limpiar su pantalón. Al parecer creyó que estaba en una lavandería, grave error. Sedrion no le dejaría ni un segundo de descanso, al menos no después el vergonzoso error que cometió antes. Si quedaba eliminado habiendo dado únicamente esa impresión sería una mancha en su honor que jamás podría redimir. El clon buscaría llegar donde él aprovechando la distracción ajena, limpiando su pantaloncito. Buscaría lanzar una patada directamente contra su rostro con la derecha. El movimiento consistía básicamente en apoyarse con la izquierda y patear hacia delante con la otra, como si fuera a pegarla a una pelota.

Sin embargo, la curiosidad en la estrategia del bajito no consistía en simplemente atacarlo mientras el otro estaba viva la pepa. Claro que no. ¿Recuerdan que mencioné que el original se levantó del piso para realizar sellos manuales? Pues apenas los hizo salió también del humo que se creó debido a la bomba que dejó caer. Seguiría 6 metros por detrás a su clon. El enemigo estaba sentado, quizás mientras se limpiaba podría ver a un Sedrion y luego detrás al otro. ¿Podría detenerlos a ambos? Quién sabe, pues el muchacho luego de limpiarse pensaba hablar. Al parecer jamás se levantaría o intentaría hacer algo como un ninja.

Ahora, uniendo las cosas, cuando el clon busca darle la patada a Marcus, el original estaba a 6 metros de ambos, espacio suficiente con el cual puede abarcar con su ninjutsu. Tenido los sellos ya hechos, a su alrededor, el frío clima le ayudaría para crear 15 agujas de hielo. Estas estaban a cinco metros de altura sobre el usuario del elemento hielo proveniente de Kirigakure. Todas las agujas estarían separadas 5 centímetros la una de la otra. Formarían un cuadrado, pues se agruparían en tres hileras de cinco.

Todas saldrían disparadas directamente hacia Marcus, buscando meterle todo el daño posible. El impedirle ver y saber de inmediato que hay dos Sedrions debido a la bomba de humo. La distracción del clon mientras el contrario se limpiaba el pantalón, guardaba su pañuelo y hablaba. Al mismo tiempo las agujas salían disparadas hacia él. El Sedrion original al entrar en el rango de los 6 metros de Marcus detuvo sus pasos.  

Como último dato, las habilidades para el taijutsu en el originario del clan Yuki son nulas, por lo que al querer dar una patada tambalea cayendo hacia el lado izquierdo, pudiendo dejar pasar las agujas hacia Marcus.