El primer paso
Academia ninja | Pasado | Entrenamiento
El maestro Hokage había convocado a una reunión a unos cuantos jounnins de alto nivel en su despacho, era algo extraño, pues normalmente no suele hacer reuniones tan masivas. ¿Alguna misión complicada? ¿Algún posible ataque enemigo? Nadie más que el propio Hokage sabía los detalles de la reunión. Como siempre bastante puntual, hacía acto de presencia ante el Hokage. Toqué a la puerta del despacho y esperé que este me diera permiso. Entonces fue cuando escuché un “Adelante” entonces fue cuando entré por la puerta. Como cabía de esperarse era el primero en llegar. –Buenos días Hokage-sama. Dije respetuosamente mientras hacía una pequeña reverencia.
Tras decir eso comenzaron a aparecer el resto de jounnins, era claro que no se debía hacer al Hokage. Una vez estuvimos todos en el despacho, este comenzó a explicarnos el motivo de por qué nos había convocado. Nos repartió tres carpetas a cada uno de los jounnin presentes y nos explicó que de ahora en adelante seríamos los senseis de estos jóvenes, debíamos ser sus mentores y guiarles por su camino ninja hasta que fueran capaces de ellos mismos formar su propio equipo ninja. Comencé a leer el expediente de cada ninja y cada cual era más prometedor, era realmente interesante, un miembro del clan Hozuki, era bastante extraño tener a un clan como ese en Konoha pues se decía que eran originarios de Kiri, un miembro del clan Namikaze, se decía que ese clan habían salido ninjas que se salían de la escala y por último y no menos importante una integrante del clan Senju, un clan ancestral como lo era el Uchiha sin duda alguna aquella muchacha sería prometedora.
Estaba bastante emocionado por mis nuevos estudiantes, aunque, eso no haría que no los formara con severidad y con la disciplina que se debe formar a un verdadero ninja. El punto de encuentro para conocer a los recién ascendidos a Gennin, era en su propia clase de la academia. Tras terminar la reunión, debíamos directamente presentarnos en la academia ninja. Y así lo hicimos todos los Jounnin, que como no entre nosotros habían ciertas rivalidades, a lo que se redujo todo a una carrera para ver quién era el que llegaría primero.
Con gran velocidad comencé a saltar de tejado en tejado, hasta llegar a las puertas de la academia, a pesar de mi gran velocidad, todos habíamos llegado a la vez, siendo así un empate múltiple. Suspiré, algo desanimado pero daba igual, la cuestión era que habíamos llegado. Todos entramos en la academia y comenzamos a recorrer los pasillos, mientras no pasábamos desapercibidos por los estudiantes, pues éramos unos ninjas bastante reconocidos, y aunque estaba mal que yo lo dijera, yo era de los más reconocidos. Llegamos a la puerta de la clase y tras tocar en esta los jonnin entramos todos por la puerta formando una fila mirando a todos los recién ascendidos.
Tras decir eso comenzaron a aparecer el resto de jounnins, era claro que no se debía hacer al Hokage. Una vez estuvimos todos en el despacho, este comenzó a explicarnos el motivo de por qué nos había convocado. Nos repartió tres carpetas a cada uno de los jounnin presentes y nos explicó que de ahora en adelante seríamos los senseis de estos jóvenes, debíamos ser sus mentores y guiarles por su camino ninja hasta que fueran capaces de ellos mismos formar su propio equipo ninja. Comencé a leer el expediente de cada ninja y cada cual era más prometedor, era realmente interesante, un miembro del clan Hozuki, era bastante extraño tener a un clan como ese en Konoha pues se decía que eran originarios de Kiri, un miembro del clan Namikaze, se decía que ese clan habían salido ninjas que se salían de la escala y por último y no menos importante una integrante del clan Senju, un clan ancestral como lo era el Uchiha sin duda alguna aquella muchacha sería prometedora.
Estaba bastante emocionado por mis nuevos estudiantes, aunque, eso no haría que no los formara con severidad y con la disciplina que se debe formar a un verdadero ninja. El punto de encuentro para conocer a los recién ascendidos a Gennin, era en su propia clase de la academia. Tras terminar la reunión, debíamos directamente presentarnos en la academia ninja. Y así lo hicimos todos los Jounnin, que como no entre nosotros habían ciertas rivalidades, a lo que se redujo todo a una carrera para ver quién era el que llegaría primero.
Con gran velocidad comencé a saltar de tejado en tejado, hasta llegar a las puertas de la academia, a pesar de mi gran velocidad, todos habíamos llegado a la vez, siendo así un empate múltiple. Suspiré, algo desanimado pero daba igual, la cuestión era que habíamos llegado. Todos entramos en la academia y comenzamos a recorrer los pasillos, mientras no pasábamos desapercibidos por los estudiantes, pues éramos unos ninjas bastante reconocidos, y aunque estaba mal que yo lo dijera, yo era de los más reconocidos. Llegamos a la puerta de la clase y tras tocar en esta los jonnin entramos todos por la puerta formando una fila mirando a todos los recién ascendidos.