Historia narrada por Aoru —Mar Nov 05, 2019 8:28 pm
Las siluetas de un shinobi y su peludo acompañante se desplazaban con mucha tranquilidad por las calles de la aldea mientras admiraban un poco el ambiente de los lugares que podían contemplar sus ojos. El cielo estrellado, las brisas un poco más frescas de lo normal y la conclusión de cierta misión mucho antes de lo previsto hacían que esta noche fuera un poco particular. Ningún apuro los llevaba, ningun deseo por ir a tenderse a la cama aún, solo el de poder aprovechar el tiempo para recorrer un poco y distenderse.
Lo cierto es que tras comprar unos dangos en una de las tiendas de comida que tanto frecuentaban, tomaron un camino diferente por encima de los tejados de la zona residencial. Y luego de encontrar un buen techo donde sentarse, se dispusieron a degustar su tan sabroso aperitivo. Ese viejo hacía todo un arte con la comida, a decir verdad, y el paladar lo disfrutaba en cada bocado. Su compañero, de poder hablar, lo expresaría hasta con la boca llena. Ya pronto aprendería, tal vez con algunos modales, tal vez no.
Satisfechos, uno de ellos estiró los brazos con intenciones de tenderse a mirar las estrellas, pero el otro soltó un pequeño ladrido, señal que el ninja interpretó para mirar hacia un lado y encontrarse con la figura de cierto joven sentado a solas fuera de lo que podía asumir sería su propia casa. O contemplaba las estrellas o se había dormido ya, solo había una manera de comprobarlo. Limpió con su boca el palillo que portaba hace unos minutos las bolas de carne, y se lo lanzó cual senbon inofensivo a la espera de su reacción.
Las siluetas de un shinobi y su peludo acompañante se desplazaban con mucha tranquilidad por las calles de la aldea mientras admiraban un poco el ambiente de los lugares que podían contemplar sus ojos. El cielo estrellado, las brisas un poco más frescas de lo normal y la conclusión de cierta misión mucho antes de lo previsto hacían que esta noche fuera un poco particular. Ningún apuro los llevaba, ningun deseo por ir a tenderse a la cama aún, solo el de poder aprovechar el tiempo para recorrer un poco y distenderse.
Lo cierto es que tras comprar unos dangos en una de las tiendas de comida que tanto frecuentaban, tomaron un camino diferente por encima de los tejados de la zona residencial. Y luego de encontrar un buen techo donde sentarse, se dispusieron a degustar su tan sabroso aperitivo. Ese viejo hacía todo un arte con la comida, a decir verdad, y el paladar lo disfrutaba en cada bocado. Su compañero, de poder hablar, lo expresaría hasta con la boca llena. Ya pronto aprendería, tal vez con algunos modales, tal vez no.
Satisfechos, uno de ellos estiró los brazos con intenciones de tenderse a mirar las estrellas, pero el otro soltó un pequeño ladrido, señal que el ninja interpretó para mirar hacia un lado y encontrarse con la figura de cierto joven sentado a solas fuera de lo que podía asumir sería su propia casa. O contemplaba las estrellas o se había dormido ya, solo había una manera de comprobarlo. Limpió con su boca el palillo que portaba hace unos minutos las bolas de carne, y se lo lanzó cual senbon inofensivo a la espera de su reacción.
Historia narrada por Hikaru Nendo —Jue Nov 07, 2019 11:56 am
Allí estaba Hikaru, recostado sobre el techo de una de las viviendas de la Aldea de la Roca. De hecho, era el techo de su propia casa, donde vive con su padre. Viendo el cielo que se armaba sobre todo el poblado era capaz de disipar distintas figuras que se formaban en el lienzo inmenso que se forjaba frente a sus ojos. -El cielo, que complicado y fastidioso es replicarlo en una pintura, su profundidad, su compromiso con la asimetría...todo.- explicaba para sí mismo el chico de largos cabellos rubios, con su nuca apoyada en sus manos. Todo el arte, toda la escena, todo lo que sucedía allí, los astros que se habían alineado para forjar la situación...se vió interrumpido por un trozo de madera puntiagudo, que impactó contra la cara de Hikaru, pinchando su mejilla. Este exclamó del susto, sentándose y sobándose la mejilla. -Tsk…¿qué mierda fue eso?- dijo el chico con una expresión de molestia en su rostro. Intentó dirigir su mirada hacia donde se suponía que venía aquel trozo inservible de madera. Sus ojos se encontraron nada más y nada menos que con un chico de cabellos azulados, que venía acompañado de un perro ninja, muy típico de del Clan Inuzuka. Su cara de fastidio pasó a una mayor aún, pues ahora tenía a quien culpar de la interrupción de su noche artística.
-¡Oye, idiota! ¿¡Qué demonios te sucede!? ¿¡Cómo te atreves a arrojarme eso!? ¡Tira tu basura hacia otro lado!- dijo Hikaru mientras se ponía de pie y sacudía su puño en lo alto, de manera bastante caricaturesca. A pesar de que el hecho era algo bastante inofensivo, una broma nada pesada que simplemente podría haber ignorado...el no era así. Su orgullo y su noche artistica eran dos cosas que en el NO podían faltar. Mientras seguía quejandose y haciendo escándalo de una broma bastante tonta, se acercaba a pasos pesados al borde del techo donde se encontraba, acercándose de esta manera lo más posible al chico y su perro.
Allí estaba Hikaru, recostado sobre el techo de una de las viviendas de la Aldea de la Roca. De hecho, era el techo de su propia casa, donde vive con su padre. Viendo el cielo que se armaba sobre todo el poblado era capaz de disipar distintas figuras que se formaban en el lienzo inmenso que se forjaba frente a sus ojos. -El cielo, que complicado y fastidioso es replicarlo en una pintura, su profundidad, su compromiso con la asimetría...todo.- explicaba para sí mismo el chico de largos cabellos rubios, con su nuca apoyada en sus manos. Todo el arte, toda la escena, todo lo que sucedía allí, los astros que se habían alineado para forjar la situación...se vió interrumpido por un trozo de madera puntiagudo, que impactó contra la cara de Hikaru, pinchando su mejilla. Este exclamó del susto, sentándose y sobándose la mejilla. -Tsk…¿qué mierda fue eso?- dijo el chico con una expresión de molestia en su rostro. Intentó dirigir su mirada hacia donde se suponía que venía aquel trozo inservible de madera. Sus ojos se encontraron nada más y nada menos que con un chico de cabellos azulados, que venía acompañado de un perro ninja, muy típico de del Clan Inuzuka. Su cara de fastidio pasó a una mayor aún, pues ahora tenía a quien culpar de la interrupción de su noche artística.
-¡Oye, idiota! ¿¡Qué demonios te sucede!? ¿¡Cómo te atreves a arrojarme eso!? ¡Tira tu basura hacia otro lado!- dijo Hikaru mientras se ponía de pie y sacudía su puño en lo alto, de manera bastante caricaturesca. A pesar de que el hecho era algo bastante inofensivo, una broma nada pesada que simplemente podría haber ignorado...el no era así. Su orgullo y su noche artistica eran dos cosas que en el NO podían faltar. Mientras seguía quejandose y haciendo escándalo de una broma bastante tonta, se acercaba a pasos pesados al borde del techo donde se encontraba, acercándose de esta manera lo más posible al chico y su perro.
Historia narrada por Aoru —Sáb Nov 09, 2019 7:06 pm
"¡En el blanco!" pensó el shinobi, luego de ver cómo aquel improvisado proyectil daba contra la cara de su desconocida víctima.Tal vez tenía mucha mejor puntería de lo que pensaba o eso había sido realmente sin querer, pero lejos de pensar que pudo haberle sacado un ojo o que podía haber salido por patas, se quedó observando hasta ver cuál sería la reacción del muchacho. Una que terminó siendo bastante cómica a decir verdad.
Se llevó la mano hacia su boca en un puño semicerrado, para disimular un poco la risa que se le escapaba de los labios. Para ser una tontería se había puesto mucho mejor de lo que esperaba, pensó, mientras lo veía venir haciendo ademanes y echando maldiciones. No contaba con que tuviera un carácter tan... explosivo, pero bien que eso podría hacer que su momento fuera más divertido. —He tirado mi basura donde corresponde, junto a las demás. -exclamó, riendo por lo bajo, con la sola intención de seguir fastidiándolo. Su compañero seguía a su lado, moviendo la cola en señal de gracia sin quitar su mirada del rubio.
—Vamos, cálmate hombre, sólo me pareció que estabas aburriéndote y decidí alegrar tu triste vida, jajaja... -echó una risotada sin pudor alguno y su peludo amigo ladró para acompañar la risa. Tuviera o no algo que decir el otro, dejó de sostenerse el estómago y recuperó aire para luego poner una mirada más seria. Quería ver de lo que era capaz aquel joven, así que intentaría que le siguierala corriente y lo desafiaría. —¿Vas a estar quejándote ahí todo el día o harás algo al respecto? -esa simple pregunta la realizó mientras sacaba el dedo del medio y se dejaba caer de espaldas por el borde del techo, solo para emprender una pequeña carrera por el tejado...
"¡En el blanco!" pensó el shinobi, luego de ver cómo aquel improvisado proyectil daba contra la cara de su desconocida víctima.Tal vez tenía mucha mejor puntería de lo que pensaba o eso había sido realmente sin querer, pero lejos de pensar que pudo haberle sacado un ojo o que podía haber salido por patas, se quedó observando hasta ver cuál sería la reacción del muchacho. Una que terminó siendo bastante cómica a decir verdad.
Se llevó la mano hacia su boca en un puño semicerrado, para disimular un poco la risa que se le escapaba de los labios. Para ser una tontería se había puesto mucho mejor de lo que esperaba, pensó, mientras lo veía venir haciendo ademanes y echando maldiciones. No contaba con que tuviera un carácter tan... explosivo, pero bien que eso podría hacer que su momento fuera más divertido. —He tirado mi basura donde corresponde, junto a las demás. -exclamó, riendo por lo bajo, con la sola intención de seguir fastidiándolo. Su compañero seguía a su lado, moviendo la cola en señal de gracia sin quitar su mirada del rubio.
—Vamos, cálmate hombre, sólo me pareció que estabas aburriéndote y decidí alegrar tu triste vida, jajaja... -echó una risotada sin pudor alguno y su peludo amigo ladró para acompañar la risa. Tuviera o no algo que decir el otro, dejó de sostenerse el estómago y recuperó aire para luego poner una mirada más seria. Quería ver de lo que era capaz aquel joven, así que intentaría que le siguierala corriente y lo desafiaría. —¿Vas a estar quejándote ahí todo el día o harás algo al respecto? -esa simple pregunta la realizó mientras sacaba el dedo del medio y se dejaba caer de espaldas por el borde del techo, solo para emprender una pequeña carrera por el tejado...
Historia narrada por Hikaru Nendo —Jue Nov 14, 2019 11:48 am
-¿Qué si haré algo al respecto?...¿Junto a la demás basura? Mira, pedazo de idiota, si piensas que voy a usar al menos 20 gramos de mi arcilla explosiva en ti y en el pulgoso de tu compañero...vas muy equivocado- dijo el chico de largos cabellos rubios mientras se paraba derecho, recuperando su compostura orgullosa. Realmente Hikaru tenía ganas de hacer explotar todo lo que estuviese alrededor de aquel chico, incluyendo al propio ser. Justo después de esto, saltaría al techo donde estaba el chico de cabellos azulados, y sin decir ni una sola palabra, acompañado de una seriedad digna de una película dramática (o más bien de...terror), golpeó con una patada directa sobre el pecho del peliazul, que generó que este cayese directamente hacia atrás. Su perro, que no para menos reaccionó de manera espontáneamente mal, solo ocasionó que Hikaru cambiase su expresión a una de gracia de forma muy repentina.
-¡Dije que no usaría la arcilla, insulso idiota! ¡Hahahaha!- parece que una situación sin gracia, como golpear a aquel chico simplemente le generaba carcajadas, risas sin parar. La connotación negativa de golpear a alguien que lo había jodido era sumamente gratificante para sí mismo. Tras esto, se puso una mano en la cadera y otro con dos de sus dedos apoyados en su frente (los del medio) en una posición bastante artística, mientras negaba con la cabeza, frenando su carcajada.
-La próxima vez que te metas conmigo no te aseguro no hacerte explotar, idiota-. Dijo, antes de alejarse caminando hacia el borde de aquel techo, con lo que parecía intención de bajarse del mismo. Hasta su forma de caminar, con gran compostura denotaba su desbordante orgullo y confianza en sí mismo...tanta que ignoró el hecho de que le estaba dando la espalda a alguien que ACABABA DE GOLPEAR. Lo único que rondaba la cabeza de Hikaru era un:
-Que gente más fastidiosa...- -¿Qué si haré algo al respecto?...¿Junto a la demás basura? Mira, pedazo de idiota, si piensas que voy a usar al menos 20 gramos de mi arcilla explosiva en ti y en el pulgoso de tu compañero...vas muy equivocado- dijo el chico de largos cabellos rubios mientras se paraba derecho, recuperando su compostura orgullosa. Realmente Hikaru tenía ganas de hacer explotar todo lo que estuviese alrededor de aquel chico, incluyendo al propio ser. Justo después de esto, saltaría al techo donde estaba el chico de cabellos azulados, y sin decir ni una sola palabra, acompañado de una seriedad digna de una película dramática (o más bien de...terror), golpeó con una patada directa sobre el pecho del peliazul, que generó que este cayese directamente hacia atrás. Su perro, que no para menos reaccionó de manera espontáneamente mal, solo ocasionó que Hikaru cambiase su expresión a una de gracia de forma muy repentina.
-¡Dije que no usaría la arcilla, insulso idiota! ¡Hahahaha!- parece que una situación sin gracia, como golpear a aquel chico simplemente le generaba carcajadas, risas sin parar. La connotación negativa de golpear a alguien que lo había jodido era sumamente gratificante para sí mismo. Tras esto, se puso una mano en la cadera y otro con dos de sus dedos apoyados en su frente (los del medio) en una posición bastante artística, mientras negaba con la cabeza, frenando su carcajada.
-La próxima vez que te metas conmigo no te aseguro no hacerte explotar, idiota-. Dijo, antes de alejarse caminando hacia el borde de aquel techo, con lo que parecía intención de bajarse del mismo. Hasta su forma de caminar, con gran compostura denotaba su desbordante orgullo y confianza en sí mismo...tanta que ignoró el hecho de que le estaba dando la espalda a alguien que ACABABA DE GOLPEAR. Lo único que rondaba la cabeza de Hikaru era un:
-Que gente más fastidiosa...-