[Pasado-Ayame] First combat, first partner.

a academia era entretenida, para la joven Ayame todo era una buena oportunidad de alcanzar nuevos conocimientos, además de que le permitieran terminar antes de dedicarse a aquello por lo que había sido adoptada.
La única parte que no le llegaba a agradar tanto era la parte de entrenamientos de combate, pese a que no era en serio y no se harían demasiado daño, no quería tener que atacar a nadie. Además de que eso le recordaba que todos ahí estaban conscientes de que en un futuro acabarían siendo mandados a misiones que requirieran matar a otras personas.

Pero el día fue distinto, un nuevo alumno llegó a la clase, un joven de pelo negro y mayor que ellos, algunos cuchicheos se escuchaban sobre todo por la parte de atrás del aula hasta que el profesor anunció la clase del día. Para la chica era increíble, un nuevo compañero con el que le gustaría poder hablar y entablar amistad, pero ya en el patio fue “atrapada” por dos chicas con las que normalmente hablaba y pasaba el rato, perdiendo la oportunidad de acercarse.
El tiempo pasó de manera amena hasta que su nombre fue mencionado, casi se le había olvidado lo que había que hacer, por lo que una de sus amigas le dio un pequeño empujoncito en el hombro para que así marchara al centro.

El chico nuevo ya estaba preparado, por lo que ella hizo lo mismo y saludó de la misma manera que el contrario. Por fin escuchó las primeras palabras por parte de él y ella sonrió de vuelta– Yo también intentaré dar lo mejor –Al menos podía hacer eso cuando Mitzuki parecía seguro y dispuesto a hacerlo bien.
En cuanto vio al profesor colocar el brazo ya adoptó una postura más agazapada, manteniendo el centro de gravedad lo más bajo posible y colocada de manera que pudiera moverse a cualquier dirección que fuese necesaria. Mantenía sus ojos fijos en el contrario, atenta a cualquier movimiento que este pudiera hacer mientras metía ligeramente las manos por las mangas del haori de mariposa, ocultándolas para así mantener cualquier movimiento o utilización de técnicas ocultas simple vista, aprovechando para preparar un par de papeles que mantenía en estas para cualquier futura utilización de cualquier tipo.
Sin duda alguna, le daba el primer ataque, esperando para ver si se lanzaba físicamente o usaba alguna técnica de medio o largo alcance y así saber cómo proceder.

Off:

La sorpresa de la chica fue notoria cuando notó cómo este se lanzaba y gritaba algo, le sonaba esa palabra y el cambio de ojos a rojo con un peculiar diseño. Sin duda Se enfrentaba a un dojutsu, pero poco más sabía de esto, tan sólo lo obvio por el cambio ocular tan claro. Se mordió ligeramente el labio, una patada directa podría hacerle daño, pero también podía usarla a su favor para tomar distancia y medir la fuerza contraria.
Por supuesto, intentó evadirla, pero la velocidad y taijutsu eran superiores a ella, por lo que simplemente pudo en el último segundo lanzar cinco shuriken de papel, dos de una mano y tres de la otra sin aparente intención de darle al pelinegro. Las armas se alejaron por los costados mientras ella recibía algo más que una simple patada.
Antes de darse cuenta estaba chocando contra el suelo y completamente apresada, no podía moverse y le dolía tanto la cabeza que sabía con certeza que como poco se había abierto una brecha en esta, que no tardaría en mostrar la sangre. Pero ahí no acababa, por muy quieta que pudiera estar, su última baza había sido lanzada al inicio de ese ataque y los shuriken daban la vuelta en el aire para así acercarse hacia la posición de los dos jóvenes, evitando en lo posible a la gente de alrededor.

La situación claramente era peliaguda, necesitaba deshacerse del agarre para así tener alguna opción, al menos ahora sabía que acercarse a Mitzuki era peligroso y no podía permitirlo otra vez de seguir el combate. No sentía frustración u odio, tan sólo admiración, se había movido de manera rápida y precisa, además de que una técnica de inmovilización era impresionante, cualquier cosa que no implicara matar o acabar con el contrario muerto de inmediato, llamaba la atención de Ayame, además de que le decía mucho sobre cómo la gente tenía la opción de poder usarlas en vez de las letales.

En apenas unos segundos, que ella mantuvo en silencio, las armas ya estaban cerca, todos aproximándose por los flancos del chico, uno directo a la cabeza, dos a los brazos y dos a las piernas, con la clara intención de asustarlo o bien obligarlo a que la soltara. Para ella lo mejor sería que hiciera lo segundo, pero no podía estar segura de qué pasaría, tan sólo se preparaba mentalmente para así levantarse cuanto antes, alejarse y en el proceso intentar llenar el lugar de papeles que de momento parecerían inofensivos y que quedarían desperdigados por todo el suelo a la espera de ser usados más adelante. Tan sólo estaba atenta de más al de la cabeza, en caso de que no quisiera esquivar los ataques, desviaría este para no dañarlo de gravedad.

Resumen:

Técnicas:

Off: