Expediente Mizuno Yui

Yui es una joven de pelo rosa pálido, ondulado y corto por atrás, con un mechón largo que cuelga por su hombro izquierdo.
Sus ojos son de color azul cielo, como si quisieran reflejar los orígenes de su clan.
De facciones suaves y tez clara, bien podría parecerse a una muñeca y no una kunoichi.
Su altura llega al metro sesenta y cinco, con un peso es de 55 kilogramos, lleva puesto una chaqueta blanca adornada con cintas de cuero y grandes bolsillos abrochada por un cinturón marrón y debajo de esta un jersey marrón rojizo de cuello alto con cremallera.
De cintura para abajo, lleva una minifalda vaquera de color marrón por encima de unos pantalones cortos -para evitar inconvenientes con ello-, con un cinturón del que cuelga una bolsa roja de tres bolsillos que lleva en la pierna izquierda, unas botas oscuras abrochadas cada una con tres cintas de cuero grisáceas.

Claire Ferron- Final Fantasy

Una joven completamente independiente, con gran determinación, concentración para resolver las misiones que le son asignadas y capacidad de liderar y ser liderada.
No suele hablar a menos que lo considere necesario, razón por la que se le puede señalar como una persona fría y distante hacia los demás y que aparentemente solo mira por sí misma, sin embargo y aunque no lo externe, se apasiona en cuanto explota un sentimiento o necesidad guardado a cuentagotas, cuyo detonante puede ser desde un estímulo fuerte que logre enlazar el pasado con la vida actual, un esbozo de esperanza, o la muerte.
Suele centrarse en obedecer con responsabilidad haciendo las cosas en orden y completas, e incluso no le importa si alguien se queda atrás durante una misión o batalla, algo que la puede meter en problemas al ir en contra de aquellos que considera están interponiéndose en obtener un resultado efectivo. Una actitud ciega debido a su negación a generar lazos con las personas con las que llega a convivir.
Puede comunicarse y comprender con facilidad a ciertos animales, principalmente canes.

Hija de dos clanes con grandes diferencias entre sí, alegre y dinámica de pequeña, pues durante su niñez convivía y aprendía a la par de una manada, llevaba siempre la sonrisa de quien ve llegar la primavera, con un resplandor rosado en sus ojos, mejillas, y la ilusión de que el trabajo como ninjas de alto rango que llevaban a cabo sus padres, cesaría pronto y podrían encontrarse como familia completamente unida. Durante un tiempo tuvo asilo, y cuidados en kiri, donde aprendió las bases del ninjutsu médico, cocina y repostería dentro de una casa que solía pertenecer a una hermosa mujer, amiga cercana de su madre, y quien quien de vez en cuando y tras solicitárselo constantemente, le platicaba a grandes rasgos sobre la astucia de su padre, la belleza de su madre y la destreza de ambos en el campo de batalla y misiones que llevaban a cabo, lo que la alentaba a dar su máximo esfuerzo en la academia para ser la mejor ninja de su generación al graduarse.
Su padre nunca volvió. Su madre se convirtió en un monstruo. Al momento de conocer esa parte oculta de su mundo se apoyó de un joven de cabello azul, quien al igual que ella deseaba que su futuro fuera más allá de esa isla, y condenando de cierta manera ese lazo que intentaban formar, un muchacho que al parecer perdió durante la guerra.
Debido a la constante tristeza que le generaba vivir en la aldea, comenzó a empacar acompañada del perro ninja de su padre quien habría de protegerle, un ratón médico por parte de su tío, y la decisión de aventurarse hacia Konoha aún con el riesgo de no poder regresar a la niebla, durante su viaje su corazón se fue aislando, su mirada entristeciendo, evitando generar empatía o amistad por la terrible tristeza que le provocaba perder a cada ser vivo que la acompañaba, ha vuelto a la vieja casa derruida en medio de la niebla, único “hogar” que le fuera concedido antaño por parte de aquella hermosa mujer de ojos verdes.