Reglas

MADARA CHRONICLES

¡Bienvenido a Madara Chronicles! Foro de Naruto interpretativo donde buscamos que el usuario se encuentre con la mayor de las comodidades y disponga de opciones para crear y desarrollar su personaje dentro de una ambientación, permitiendo que cobre importancia con el paso del tiempo y de su propio desarrollo.

Actualmente estamos en fase Beta, pero trabajamos duramente para dar una experiencia nueva y única para el usuario, con multitud de ideas y proyectos que esperamos que pronto vean la luz.

¿Por qué no te animas a formar parte de este gran proyecto? ¡Te esperamos con los brazos abiertos!
Últimos temas

MASTER

WEBMASTER

AKIRA

CO-WEBMASTER

KAZUKI

CO-WEMASTER

SHIORI

MOD. GENERAL

KAZAMA

REGISTROS

MIYAMOTO

REGISTROS

VACANTE

VACANTE

VACANTE

VACANTE

VACANTE

VACANTE

Staff
CENSO ABIERTO

¡Todas las aldeas abiertas! Excepto Konohagakure, que se encuentra cerrada.

OTOÑO — ¡HALLOWEEN!

“Cuando no haya más espacio en el infierno, los muertos caminarán sobre la tierra.”

Awards
Vacante
Vacante
Vacante
Vacante
Vacante
Vacante
¿Sabías que...
Madara Chronicles es un foro basado en la obra de Masashi Kishimoto "Naruto" y "Naruto Shippuden", utilizando tan solo su ambientación y personajes para crear una trama propia.

Todo el contenido producido en el foro es propiedad de sus creadores originales, así como el contenido administrativo es propiedad del Staff. La estética del foro proviene del usuario Akira Aoi, agradeciendo a Foroactivo, W3Schools y otras páginas webs por su tutoriales.

Las imágenes son propiedad de Deviantart, Google Imágenes, Wikis de Naruto, Pinterest y Zerochan, fueron modificadas y adaptadas al diseño del foro, por lo que igual se agradece a estos portales.
Últimos temas
» [EXPEDIENTE] Rei Yuki
por Rei Yuki Miér Ene 15, 2020 2:39 pm

» [Registro] Sangre
por Master MC Miér Ene 15, 2020 1:43 pm

» New to this.
por Rei Yuki Miér Ene 15, 2020 1:41 pm

» [MISIÓN] rango c::Una serpiente un guerrero de la arena y un desertor[PASADO]
por May sarutobi Lun Dic 16, 2019 2:35 am

» [Registro] Temas Cerrados
por Sabaku Tsunayoshi Sáb Dic 14, 2019 1:00 pm

» [MISIÓN] ONE PIECE REBIRTH/ÉLITE[PRESENTE]
por Invitado Sáb Dic 14, 2019 12:58 am

» Deseo... [Minijuego]
por Yūki Noaru Dom Dic 08, 2019 7:46 am

» [SOCIAL] Viviendo una plegaria | Orochimaru[PASADO]
por Yūki Noaru Dom Dic 08, 2019 7:38 am

» [MISIÓN] [RANGO D] CACERÍA POR LA SUPERVIVENCIA - EL NINJA RUBIO ENTRA EN ACCIÓN[PRESENTE]
por Registros MC Sáb Dic 07, 2019 9:08 am

» [Entrenamiento] El chakra. Un punto importante.
por Registros MC Sáb Dic 07, 2019 9:03 am

» Muerto el perro se acabó la rabia [Misión Rango C] [Sabaku Tsunayoshi y Yugen Nendo]
por Sabaku Tsunayoshi Dom Dic 01, 2019 2:43 am

» [ENTRENAMIENTO] Una notable diferencia[PASADO]
por Sabaku Tsunayoshi Dom Dic 01, 2019 12:03 am

» [Peticiones] Administrativo y extraordinario.
por Meliodas Mar Nov 26, 2019 9:39 pm

» [Registro] Solicitud de Misiones
por Registros MC Mar Nov 26, 2019 7:37 pm

» Ciudad Silenciosa { Afiliación Élite }
por Invitado Mar Nov 26, 2019 7:07 pm

» ¡Ilusiones en el Desierto! [Misión Rango D]
por Sabaku Tsunayoshi Lun Nov 25, 2019 2:51 am

» Fanfics Naruto [Élite]
por Invitado Dom Nov 24, 2019 9:18 am

» [REGALO] ¡Encuesta de bienvenida!
por Meliodas Sáb Nov 23, 2019 3:19 am

» [TRAMA]Cronología[PASADO]
por Master MC Vie Nov 22, 2019 2:52 am

» [Registro] Equipos Ninja
por Orochimaru Jue Nov 21, 2019 3:38 pm

Élite [25/102] Lazos de amistad forjados en combate... | Yugen Nendo & Edras Namikaze - Página 1 40 Lazos de amistad forjados en combate... | Yugen Nendo & Edras Namikaze - Página 1 3lf1VlO Time Of Heroes Lazos de amistad forjados en combate... | Yugen Nendo & Edras Namikaze - Página 1 40x40_zps8zack2u9
Hermanos [2/6]

Lazos de amistad forjados en combate... | Yugen Nendo & Edras Namikaze

0

0

PD

0

SP
Yugen Nendo
Recuerdo del primer mensaje :

Los campos de entrenamientos...¿Cuantas veces he estado aquí? Creo que ni siquiera yo puedo saber la cantidad de veces que he estado en este lugar...largos entrenamientos, heridas, rupturas de huesos...bueno creo que eso ultimo no ha sucedido aun...aun.
Arrecostado sobre uno de los pilares rocosos del campo de entrenamiento observaba con mucho cuidado la sesión de entrenamiento que estaban llevando a cabo un grupo de Gennins junto a su maestro...¿Como se sentira ser parte de un equipo...? No se que me sucedia, pero estos ultimos días había estado divagando demasiado en mis pensamientos, me perdia cada 10 minutos en algún tipo de conflicto filosófico sobre mis ideales y las imágenes que me topaba.
-Que demonios me esta sucediendo...-
Aveces me sentía sin identidad...a pesar de ser alguien que destacaba no por sus habilidades si no mas bien por su actitud y comportamiento rebelde, sin embargo dicho comportamiento se había mantenido oculto durante mucho tiempo...¿Estoy cambiando? No...no puede ser. ¿Por qué estaría cambiando...? Preguntas y mas preguntas, muchas de ellas sin respuestas y otras con respuestas muy parciales casi vacias.
Ahí estaba yo...perdido...pensativo debajo de la sombra que me proporcionaba aquel pilar de roca mientras observaba, pero ahora no prestaba atención mi mirada estaba fijada en ellos, pero mi mente estaba en otra parte. El clima de siempre, la intensidad del sol de siempre; era un dia común y corriente, estaba tomando un descanso depues de haber realizado tantas misiones seguidas...el tema del veneno, la cura realmente necesitaba un descanso de tantas cosas, suspire mientras acomodaba lentamente mi cabello para cerrar mis ojos y apoyar mi cabeza suavemente sobre el pilar de rocas.
Recuerdo del primer mensaje :

Los campos de entrenamientos...¿Cuantas veces he estado aquí? Creo que ni siquiera yo puedo saber la cantidad de veces que he estado en este lugar...largos entrenamientos, heridas, rupturas de huesos...bueno creo que eso ultimo no ha sucedido aun...aun.
Arrecostado sobre uno de los pilares rocosos del campo de entrenamiento observaba con mucho cuidado la sesión de entrenamiento que estaban llevando a cabo un grupo de Gennins junto a su maestro...¿Como se sentira ser parte de un equipo...? No se que me sucedia, pero estos ultimos días había estado divagando demasiado en mis pensamientos, me perdia cada 10 minutos en algún tipo de conflicto filosófico sobre mis ideales y las imágenes que me topaba.
-Que demonios me esta sucediendo...-
Aveces me sentía sin identidad...a pesar de ser alguien que destacaba no por sus habilidades si no mas bien por su actitud y comportamiento rebelde, sin embargo dicho comportamiento se había mantenido oculto durante mucho tiempo...¿Estoy cambiando? No...no puede ser. ¿Por qué estaría cambiando...? Preguntas y mas preguntas, muchas de ellas sin respuestas y otras con respuestas muy parciales casi vacias.
Ahí estaba yo...perdido...pensativo debajo de la sombra que me proporcionaba aquel pilar de roca mientras observaba, pero ahora no prestaba atención mi mirada estaba fijada en ellos, pero mi mente estaba en otra parte. El clima de siempre, la intensidad del sol de siempre; era un dia común y corriente, estaba tomando un descanso depues de haber realizado tantas misiones seguidas...el tema del veneno, la cura realmente necesitaba un descanso de tantas cosas, suspire mientras acomodaba lentamente mi cabello para cerrar mis ojos y apoyar mi cabeza suavemente sobre el pilar de rocas.

0

0

PD

0

SP
Edras


Tras unos instantes de duda caímos sobre la tersa arena. El ataque de mi clon había impactado en la deforme figura de arcilla que había creado mi rival destrozandola casi en su totalidad. El impacto hizo a su masa retorcerse brutalmente en un instante. Dos grandes trozos del humanoide salieron despedidos hacia los laterales mientras el mismo se deshacía en el suelo.
Por otro lado, mi Kieru Rasengan fue esquivado hábilmente, impactando en las inmediaciones del peliblanco y causando de nuevo una nube de arena y polvo que enturbió el ambiente por unos instantes. Para entonces yo ya había cubierto completamente mi cuerpo con el endurecido Jizo en una forma ovoidal esperando alguna volátil contramedida.

Tras aquello mi rival comenzó a reconstruir su hombrecillo arcilloso a la par que éste se arrastraba lenta y lastimosamente hacia mi clon. Su estado estructural era pobre y aún tardaría un tiempo en recorrer los 5 metros que lo separaban. Tanto era así que al escuchar un extraño sonido procedente de la arena cercana pudo observar como una suerte de animal insectoide, con el mismo aspecto blanquecino y arcilloso que el resto de creaciones, se aproximaba hacia mi reptando, por mi derecha.

El clon se movió veloz, kunai en mano, mientras me gritaba "¡No salgas aún, hay otra creación!", grito que llegó a mi de forma amortiguada pero clara.
En el interior de la cobertura de blanquecino cabello, mis oídos esperaban atentos el sonido de una tremenda explosión. El clon por su parte se adelantaría y atacaría al ciempiés, sin perder de vista la posición del "homúnculo" y su creador.

No podía prever si las creaciones reaccionarían de igual forma que lo habían hecho aquellas aves, explotando al contacto. Podía esperar una gran explosión que acabaría con mi clon, obteniendo toda la información que éste hubiera recopilado, tras la cual podría actuar, consciente de la existencia de otra criatura arcillosa, la figura humana.

Si la primera explosión se daba cerca sabría que no se trataba del humanoide que vi con anterioridad. Había escuchado a mi clon acercarse gritando aquello, por lo que sabía que la nueva creación se dirigía hacia mi.
De ser consciente de que la criatura más cercana, o ambas, habían explosionado, y tras recibir la información que mi clon habría recopilado de lo sucedido con anterioridad, realizaría una serie de sellos y lanzaría un Kieru Rasengan hacia mi rival entre mis cabellos en apertura, haciendo surcar el aire una esfera azulada que desaparecería justo antes de salir de la humareda que causaría una explosión tal.
La información de la posición de mi compañero de entrenamiento sería transmitida a través de mi clon, permitiéndome ejecutar esta estrategia o mantenerme en posición defensiva.

Aquellos pensamientos surcaron mi mente con velocidad, en forma de imágenes y abstracciones. Esta sería un buen momento para poner a prueba la resistencia del Jizo.

No tuve mucho más tiempo para reflexionar. Justo cuando mi clon llegaba hasta el ciempiés, éste se encontraba trepando por mi protección. El clon, consciente del probable desenlace, miró rápidamente hacia atrás viendo al peliblanco y su homúnculo. Éste se había desplazado más de lo que imaginaba. Alzó el brazo para atacar al ciempiés y... —¡Katsu!—

Una explosión tremenda se desató en el lugar. Mi clon desapareció en un instante. Su experiencia se materializó en mi en el mismo momento.
Un kunai salió despedido a gran velocidad, casi rozando la cabeza de un espectador de rojizo cabello que ninguno de los dos veía aún y que había aparecido recientemente.
El Jizo pareció aguantar bien en un primer instante. La explosión del ciempiés había hundido mis pies en la arena permitiéndome resistir el embate de la segunda. Sin embargo esta segunda había forzado la resistencia de mi duro cabello, empujando violentamente partes debilitadas del mismo contra mi cuerpo como pequeños proyectiles, produciendo cortes en mis hombros, rodillas y uno de mis codos.
Inmediatamente después de la explosión, e ignorando el dolor de las ardientes heridas, seguí la estrategia que había planeado. Entre los restos de mi debilitado cabello lancé la bola de chakra que había estado acumulando tras realizar una serie de sellos mientras mi clon se aproximaba y estallaba. Vi una gran nube de polvo y humo ante mi donde en un instante previo había solo espacio, un muñeco de arcilla y mi rival. La esfera desaparecería entre esta arenosa polvareda en dirección hacia donde un momento antes se encontraba el peliblanco escultor.

Mi manto Jizo se deshacía en jirons de pelo, evidenciando el resultado de aquella explosión. Apenas había podido protegerme. Pero había sido lo suficiente. Necesitaría una buena cura para aquellas heridas, eso sí. Comenzaba a sentirme fatigado tras el gran esfuerzo y gasto de chakra. En un último instante saltaría con todas mis fuerzas hacia atrás, separándome 10 metros de la escena, de forma que pudiera revisar mejor mis heridas y defenderme de algún otro ataque imprevisto.

Ésta ha estado bien—dije sonriente.




DATOS:


Tras unos instantes de duda caímos sobre la tersa arena. El ataque de mi clon había impactado en la deforme figura de arcilla que había creado mi rival destrozandola casi en su totalidad. El impacto hizo a su masa retorcerse brutalmente en un instante. Dos grandes trozos del humanoide salieron despedidos hacia los laterales mientras el mismo se deshacía en el suelo.
Por otro lado, mi Kieru Rasengan fue esquivado hábilmente, impactando en las inmediaciones del peliblanco y causando de nuevo una nube de arena y polvo que enturbió el ambiente por unos instantes. Para entonces yo ya había cubierto completamente mi cuerpo con el endurecido Jizo en una forma ovoidal esperando alguna volátil contramedida.

Tras aquello mi rival comenzó a reconstruir su hombrecillo arcilloso a la par que éste se arrastraba lenta y lastimosamente hacia mi clon. Su estado estructural era pobre y aún tardaría un tiempo en recorrer los 5 metros que lo separaban. Tanto era así que al escuchar un extraño sonido procedente de la arena cercana pudo observar como una suerte de animal insectoide, con el mismo aspecto blanquecino y arcilloso que el resto de creaciones, se aproximaba hacia mi reptando, por mi derecha.

El clon se movió veloz, kunai en mano, mientras me gritaba "¡No salgas aún, hay otra creación!", grito que llegó a mi de forma amortiguada pero clara.
En el interior de la cobertura de blanquecino cabello, mis oídos esperaban atentos el sonido de una tremenda explosión. El clon por su parte se adelantaría y atacaría al ciempiés, sin perder de vista la posición del "homúnculo" y su creador.

No podía prever si las creaciones reaccionarían de igual forma que lo habían hecho aquellas aves, explotando al contacto. Podía esperar una gran explosión que acabaría con mi clon, obteniendo toda la información que éste hubiera recopilado, tras la cual podría actuar, consciente de la existencia de otra criatura arcillosa, la figura humana.

Si la primera explosión se daba cerca sabría que no se trataba del humanoide que vi con anterioridad. Había escuchado a mi clon acercarse gritando aquello, por lo que sabía que la nueva creación se dirigía hacia mi.
De ser consciente de que la criatura más cercana, o ambas, habían explosionado, y tras recibir la información que mi clon habría recopilado de lo sucedido con anterioridad, realizaría una serie de sellos y lanzaría un Kieru Rasengan hacia mi rival entre mis cabellos en apertura, haciendo surcar el aire una esfera azulada que desaparecería justo antes de salir de la humareda que causaría una explosión tal.
La información de la posición de mi compañero de entrenamiento sería transmitida a través de mi clon, permitiéndome ejecutar esta estrategia o mantenerme en posición defensiva.

Aquellos pensamientos surcaron mi mente con velocidad, en forma de imágenes y abstracciones. Esta sería un buen momento para poner a prueba la resistencia del Jizo.

No tuve mucho más tiempo para reflexionar. Justo cuando mi clon llegaba hasta el ciempiés, éste se encontraba trepando por mi protección. El clon, consciente del probable desenlace, miró rápidamente hacia atrás viendo al peliblanco y su homúnculo. Éste se había desplazado más de lo que imaginaba. Alzó el brazo para atacar al ciempiés y... —¡Katsu!—

Una explosión tremenda se desató en el lugar. Mi clon desapareció en un instante. Su experiencia se materializó en mi en el mismo momento.
Un kunai salió despedido a gran velocidad, casi rozando la cabeza de un espectador de rojizo cabello que ninguno de los dos veía aún y que había aparecido recientemente.
El Jizo pareció aguantar bien en un primer instante. La explosión del ciempiés había hundido mis pies en la arena permitiéndome resistir el embate de la segunda. Sin embargo esta segunda había forzado la resistencia de mi duro cabello, empujando violentamente partes debilitadas del mismo contra mi cuerpo como pequeños proyectiles, produciendo cortes en mis hombros, rodillas y uno de mis codos.
Inmediatamente después de la explosión, e ignorando el dolor de las ardientes heridas, seguí la estrategia que había planeado. Entre los restos de mi debilitado cabello lancé la bola de chakra que había estado acumulando tras realizar una serie de sellos mientras mi clon se aproximaba y estallaba. Vi una gran nube de polvo y humo ante mi donde en un instante previo había solo espacio, un muñeco de arcilla y mi rival. La esfera desaparecería entre esta arenosa polvareda en dirección hacia donde un momento antes se encontraba el peliblanco escultor.

Mi manto Jizo se deshacía en jirons de pelo, evidenciando el resultado de aquella explosión. Apenas había podido protegerme. Pero había sido lo suficiente. Necesitaría una buena cura para aquellas heridas, eso sí. Comenzaba a sentirme fatigado tras el gran esfuerzo y gasto de chakra. En un último instante saltaría con todas mis fuerzas hacia atrás, separándome 10 metros de la escena, de forma que pudiera revisar mejor mis heridas y defenderme de algún otro ataque imprevisto.

Ésta ha estado bien—dije sonriente.




DATOS:

0

0

PD

0

SP
Yugen Nendo
Como lo había planeado mi ciempiés de arcilla escalaba por el material puntiagudo que había creado Edras con anterioridad; por otra parte mi clon había conseguido rearmarse como lo planeado; sin embargo no había detenido su trayectoria original pudiendo recortar significativamente la distancia entre Edras, su clon y mi homúnculo de arcilla.
Ambas creaciones lograrían entrar en un rango apto para sus funciones “Estallar”. Ambas creaciones emitieron un brillo de color blanco para luego dejar ver una nube de humo y arena, mezclada con un fuerte sonido que irrumpiría todo silencio de las inmediaciones. Mi rival quien ahora estaba herido, se escondía detrás de aquel polvarín que había surgido por efecto de las recientes explosiones; aquella nube de humo que le cubría se abriría por completo dejando pasar su técnica, la cual ya había realizado numerosas veces.

“¿Hmm..?” Levantaría una de mis cejas a observar dicho fenómeno, la nube de humo se había separado de manera brusca casi como si algo la hubiera atravesado. Pasarían unos cuantos segundos y mi torso sentiría nuevamente el impacto de la técnica de mi rival; había caido por segunda vez en aquel truco.

-¡Argh!- Escupiría algo de saliva al sentir el impacto de la bola de elemento Fuuton en mi torso, la misma que me haría retroceder rodando varios metros hacia atrás sobre la arena. “Maldita seas…” Pensaba mientras con mucha dificultad y tociendo, me colocaba de pie nuevamente; estire ambos brazos hacia arriba para recuperar el aire perdido por el impacto de la ténica.

-Ma-Maldito…- Mi visión se empezaba a nublar un poco solo durante pocos segundos, pero luego mi cuerpo se recompuso nuevamente, aun sintiendo las repercusiones de la técnica, pero nada que no pudiera manejar; aunque mi cuerpo se sentía un poco mas pesado de lo normal. Observe a mi rival quien para entonces había retrocedido nuevamente unos 10 metros; sin embarog mi vista no era totalmente clara, pues había dejado un rastro de polvo luego haber rodado aquellos 3 metros.

-Con esto acabara el juego…-
Realizaría una cadena de sellos, los mismos tendrían como efecto redirigir el chakra de mi cuerpo hacia el suelo; en cuestión de segundos mi cuerpo se introduciría debajo de la arena, una capa fina de chakra se crearía ahora alrededor de todo mi cuerpo, permitiéndome desplazarme debajo de la arena sin ser detectado, durante mi recorrido de 13 metros hacia donde estaba Edras, aprovecharía la concentración de chakra restante para acumularla en mi palma, este chakra tomaría un tono verdoso.

Aparecería entonces a los pies de mi rival, justo detrás de el, mi mano izquierda intentaría tomar con fuerza su cuello para evitar que se escapara; mientras que mi mano derecha que había sido infundida en aquel chakra verdoso buscaría tocar su espalda para así transmitir el chakra a su sistema nervioso central.-Este combate es mío…- Diría luego de aparecer debajo de la arena e intentar llevar acabo mi acción mientras observaba fugazmente el cuerpo de mi rival; para no caer en algun movimiento de su parte.[/color]




Equipaje:
Estadísticas:
Técnicas y Acciones:
Como lo había planeado mi ciempiés de arcilla escalaba por el material puntiagudo que había creado Edras con anterioridad; por otra parte mi clon había conseguido rearmarse como lo planeado; sin embargo no había detenido su trayectoria original pudiendo recortar significativamente la distancia entre Edras, su clon y mi homúnculo de arcilla.
Ambas creaciones lograrían entrar en un rango apto para sus funciones “Estallar”. Ambas creaciones emitieron un brillo de color blanco para luego dejar ver una nube de humo y arena, mezclada con un fuerte sonido que irrumpiría todo silencio de las inmediaciones. Mi rival quien ahora estaba herido, se escondía detrás de aquel polvarín que había surgido por efecto de las recientes explosiones; aquella nube de humo que le cubría se abriría por completo dejando pasar su técnica, la cual ya había realizado numerosas veces.

“¿Hmm..?” Levantaría una de mis cejas a observar dicho fenómeno, la nube de humo se había separado de manera brusca casi como si algo la hubiera atravesado. Pasarían unos cuantos segundos y mi torso sentiría nuevamente el impacto de la técnica de mi rival; había caido por segunda vez en aquel truco.

-¡Argh!- Escupiría algo de saliva al sentir el impacto de la bola de elemento Fuuton en mi torso, la misma que me haría retroceder rodando varios metros hacia atrás sobre la arena. “Maldita seas…” Pensaba mientras con mucha dificultad y tociendo, me colocaba de pie nuevamente; estire ambos brazos hacia arriba para recuperar el aire perdido por el impacto de la ténica.

-Ma-Maldito…- Mi visión se empezaba a nublar un poco solo durante pocos segundos, pero luego mi cuerpo se recompuso nuevamente, aun sintiendo las repercusiones de la técnica, pero nada que no pudiera manejar; aunque mi cuerpo se sentía un poco mas pesado de lo normal. Observe a mi rival quien para entonces había retrocedido nuevamente unos 10 metros; sin embarog mi vista no era totalmente clara, pues había dejado un rastro de polvo luego haber rodado aquellos 3 metros.

-Con esto acabara el juego…-
Realizaría una cadena de sellos, los mismos tendrían como efecto redirigir el chakra de mi cuerpo hacia el suelo; en cuestión de segundos mi cuerpo se introduciría debajo de la arena, una capa fina de chakra se crearía ahora alrededor de todo mi cuerpo, permitiéndome desplazarme debajo de la arena sin ser detectado, durante mi recorrido de 13 metros hacia donde estaba Edras, aprovecharía la concentración de chakra restante para acumularla en mi palma, este chakra tomaría un tono verdoso.

Aparecería entonces a los pies de mi rival, justo detrás de el, mi mano izquierda intentaría tomar con fuerza su cuello para evitar que se escapara; mientras que mi mano derecha que había sido infundida en aquel chakra verdoso buscaría tocar su espalda para así transmitir el chakra a su sistema nervioso central.-Este combate es mío…- Diría luego de aparecer debajo de la arena e intentar llevar acabo mi acción mientras observaba fugazmente el cuerpo de mi rival; para no caer en algun movimiento de su parte.[/color]




Equipaje:
Estadísticas:
Técnicas y Acciones:

0

0

PD

0

SP
Edras


La púrpura línea del horizonte se iba oscureciendo a medida que avanzaba el combate. El campo de entrenamiento, invadido ya por largas sombras, cobraba un dramatismo especial. Pronto se haría de noche y ambos seríamos visibles solo bajo la incipiente luna llena, que ascendía en su batalla contra el astro.

Tras la última explosión mi Rasengan había desaparecido entre la humareda y, por segunda vez, había alcanzado a mi rival ¿O quería decir, compañero?
A lo largo del enfrentamiento había podido sentir la complicidad entre nosotros a través del intercambio de técnicas y estrategias. Era evidente que nuestras personalidades quedaban proyectadas en nuestros movimientos y ataques. La volatilidad de sus técnicas, su agresividad y potencia, reflejaban un carácter fuerte e inflexible, de voluntad férrea; mientras que mis movimientos defensivos, evasivos y perspicaces, mostraban un temperamento esquivo, cerrado y reflexivo.
Podía intuir una relación simbiótica y equilibrada entre la impetuosidad de sus formas y la sagacidad de las mías. Pero todo aquello debía superar la barrera de la aceptación. Y por lo que podría augurar, ésta estaba a punto de caer.

El joven de claros cabellos se levantó con una dificultad que, en su corta duración, apenas pudo superponerse a la voluntad del mismo. Sin perder mucho tiempo, realizó una serie de sellos y comenzó a desaparecer en el suelo hasta no quedar de él más que el rastro de sus tremendas detonaciones en la arena.

A una distancia prudente, mi rostro observaba impasible la peculiar acción, mientras mi mente comenzaba a maquinar una contramedida digna. Mis ojos se entrecerraron un poco. La pétrea sonrisa sutil que me caracterizaba, decayó unos milímetros.
Apenas contaba con fuerzas. Lentamente, mis hombros sangraban al igual que mis rodillas. Y mi chakra estaba al límite de sus capacidades.

-"Realizaré un último movimiento"- pensé.

Me desplacé 10 metros más hacia atrás, efectué una serie de sellos manuales y desaparecí en la oscuridad mientras hablaba.

Parece que hoy no habrá un ganador— declaré justo antes de desvanecerme por completo.

Era consciente de que probablemente mi nuevo compañero de entrenamiento se encontraba también cerca de su límite de energía, y suponía que aquella técnica de ocultación debía consumir una cantidad considerable de chakra al permitirle desvanecerse bajo la densidad del suelo. Si estaba en lo cierto, tanto él como yo, terminaríamos aquellas técnicas bajo un nivel de agotamiento excesivo.

Mis heridas ya apenas sangraban. El peso recaía ya sobre la fuerza de mis músculos y las pocas energías que me restaban.


DATOS:


La púrpura línea del horizonte se iba oscureciendo a medida que avanzaba el combate. El campo de entrenamiento, invadido ya por largas sombras, cobraba un dramatismo especial. Pronto se haría de noche y ambos seríamos visibles solo bajo la incipiente luna llena, que ascendía en su batalla contra el astro.

Tras la última explosión mi Rasengan había desaparecido entre la humareda y, por segunda vez, había alcanzado a mi rival ¿O quería decir, compañero?
A lo largo del enfrentamiento había podido sentir la complicidad entre nosotros a través del intercambio de técnicas y estrategias. Era evidente que nuestras personalidades quedaban proyectadas en nuestros movimientos y ataques. La volatilidad de sus técnicas, su agresividad y potencia, reflejaban un carácter fuerte e inflexible, de voluntad férrea; mientras que mis movimientos defensivos, evasivos y perspicaces, mostraban un temperamento esquivo, cerrado y reflexivo.
Podía intuir una relación simbiótica y equilibrada entre la impetuosidad de sus formas y la sagacidad de las mías. Pero todo aquello debía superar la barrera de la aceptación. Y por lo que podría augurar, ésta estaba a punto de caer.

El joven de claros cabellos se levantó con una dificultad que, en su corta duración, apenas pudo superponerse a la voluntad del mismo. Sin perder mucho tiempo, realizó una serie de sellos y comenzó a desaparecer en el suelo hasta no quedar de él más que el rastro de sus tremendas detonaciones en la arena.

A una distancia prudente, mi rostro observaba impasible la peculiar acción, mientras mi mente comenzaba a maquinar una contramedida digna. Mis ojos se entrecerraron un poco. La pétrea sonrisa sutil que me caracterizaba, decayó unos milímetros.
Apenas contaba con fuerzas. Lentamente, mis hombros sangraban al igual que mis rodillas. Y mi chakra estaba al límite de sus capacidades.

-"Realizaré un último movimiento"- pensé.

Me desplacé 10 metros más hacia atrás, efectué una serie de sellos manuales y desaparecí en la oscuridad mientras hablaba.

Parece que hoy no habrá un ganador— declaré justo antes de desvanecerme por completo.

Era consciente de que probablemente mi nuevo compañero de entrenamiento se encontraba también cerca de su límite de energía, y suponía que aquella técnica de ocultación debía consumir una cantidad considerable de chakra al permitirle desvanecerse bajo la densidad del suelo. Si estaba en lo cierto, tanto él como yo, terminaríamos aquellas técnicas bajo un nivel de agotamiento excesivo.

Mis heridas ya apenas sangraban. El peso recaía ya sobre la fuerza de mis músculos y las pocas energías que me restaban.


DATOS:

0

0

PD

0

SP
Sabaku Tsunayoshi
La batalla frente al inadvertido Sabaku continuaba. Rápidamente y sin anunciarse antes, el Namikaze hizo aparición junto con otro exactamente igual a él. Sería demasiada coincidencia que fuera su gemelo así que a simple vista parecía un jutsu de clonación. ¿Qué tenía planeado? La respuesta se daba sin que el pelirrojo tuviera la necesidad de preguntárselo mentalmente. El de enfrente fue a atacar, el segundo a defender pero sin abandonar su posición de atacante también. La viscosa y desagradable creación del peliblanco fue partida en dos por una técnica prácticamente inexistente echa por el primer rubio.

Lo detallo lo mejor que pudo en aquellos momentos de confusión y tensión. El segundo enmascarado se cubría de una capa de un meterial blanquecino y puntiagudo mientras el segundo enmascarado le gritaba que no saliera por la presencia de una segunda figura arcillosa. Finalmente entró en cuenta de algo: Ya lo conocía. Habían colaborado juntos en una misión del pasado así como lo había hecho con él el oponente del recién llegado, por lo que en unos cuantos segundos logró recordarlo. - Namikaze E... - La explosión que se llevó a cabo interrumpió su susurro, eso y el paso de un proyectil perdido, que en los pocos instantes que pudo fijarse pareció ser una cuchilla, que pasó a unos pocos centímetros de su rostro... Retrocedió unos cinco paso más del campo de batalla sin decir o pensar nada teniendo una expresión muy difícil de ver en su rostro: La sorpresa. Regresó a su seriedad tan pronto notó que el ninja médico caía al suelo debido a un ataque de nuevo invisible. La segunda explosión había causado estragos en la defensa del sellador, por lo que luego de ejecutar su ataque el usuario de Fuinjutsu empezó a retroceder varios metros para mantener la distancia con el explosivo peliblanco. Tsunayoshi inició una rápida ejecución de sellos manuales que terminaron por ayudarle a realizar una de sus técnicas de clan, una que permitió que parte del contenido de su calabaza se dirigiera a sus pies, formase una base de un metro cuadrado e iniciara una elevación sobre el sitio hasta ubicarse diez metros sobre el lugar en que momentos antes había estado parado. La arena flotante retrocedió un par de metros más, sólo para estar seguros...

Aún a esa distancia, a lo lejos podría notarse sólo un poco la frustración del artesano ojiazul. Éste terminó introduciéndose bajo tierra y al parecer movilizándose bajo ésta ya que aproximadamente unos diez metros más adelante saldría con intenciones ofensivas aunque probablemente fallidas ya que el Namikaze no se había quedado tan pasivo en su lugar y había vuelto a retroceder ante la duda, esta vez desapareciendo entre la oscuridad que lentamente se hacía presente en el lugar.

- Nendo Yugen y Namikaze Edras. ¿Qué clase de futuro les espera con esas habilidades tan raras? - Hablaría consigo mismo, algo ya acostumbrado incluso antes de decidir convertirse en ninja durante las veces en que se pasaba sus tardes en solitario en el gran desierto. Claro que no podía imaginarse lo que llegarían a ser aquel par de shinobis. Sólo había convivido con ellos en muy pocas horas pero en verdad le llenaba de tranquilidad saber que la nueva generación de la aldea podría llegar a ser verdaderamente poderosa para defender la villa y hacer que siga siendo respetada a nivel mundial como merecía.

— — — — — — — — — — — — — — —
Off Rol:
La batalla frente al inadvertido Sabaku continuaba. Rápidamente y sin anunciarse antes, el Namikaze hizo aparición junto con otro exactamente igual a él. Sería demasiada coincidencia que fuera su gemelo así que a simple vista parecía un jutsu de clonación. ¿Qué tenía planeado? La respuesta se daba sin que el pelirrojo tuviera la necesidad de preguntárselo mentalmente. El de enfrente fue a atacar, el segundo a defender pero sin abandonar su posición de atacante también. La viscosa y desagradable creación del peliblanco fue partida en dos por una técnica prácticamente inexistente echa por el primer rubio.

Lo detallo lo mejor que pudo en aquellos momentos de confusión y tensión. El segundo enmascarado se cubría de una capa de un meterial blanquecino y puntiagudo mientras el segundo enmascarado le gritaba que no saliera por la presencia de una segunda figura arcillosa. Finalmente entró en cuenta de algo: Ya lo conocía. Habían colaborado juntos en una misión del pasado así como lo había hecho con él el oponente del recién llegado, por lo que en unos cuantos segundos logró recordarlo. - Namikaze E... - La explosión que se llevó a cabo interrumpió su susurro, eso y el paso de un proyectil perdido, que en los pocos instantes que pudo fijarse pareció ser una cuchilla, que pasó a unos pocos centímetros de su rostro... Retrocedió unos cinco paso más del campo de batalla sin decir o pensar nada teniendo una expresión muy difícil de ver en su rostro: La sorpresa. Regresó a su seriedad tan pronto notó que el ninja médico caía al suelo debido a un ataque de nuevo invisible. La segunda explosión había causado estragos en la defensa del sellador, por lo que luego de ejecutar su ataque el usuario de Fuinjutsu empezó a retroceder varios metros para mantener la distancia con el explosivo peliblanco. Tsunayoshi inició una rápida ejecución de sellos manuales que terminaron por ayudarle a realizar una de sus técnicas de clan, una que permitió que parte del contenido de su calabaza se dirigiera a sus pies, formase una base de un metro cuadrado e iniciara una elevación sobre el sitio hasta ubicarse diez metros sobre el lugar en que momentos antes había estado parado. La arena flotante retrocedió un par de metros más, sólo para estar seguros...

Aún a esa distancia, a lo lejos podría notarse sólo un poco la frustración del artesano ojiazul. Éste terminó introduciéndose bajo tierra y al parecer movilizándose bajo ésta ya que aproximadamente unos diez metros más adelante saldría con intenciones ofensivas aunque probablemente fallidas ya que el Namikaze no se había quedado tan pasivo en su lugar y había vuelto a retroceder ante la duda, esta vez desapareciendo entre la oscuridad que lentamente se hacía presente en el lugar.

- Nendo Yugen y Namikaze Edras. ¿Qué clase de futuro les espera con esas habilidades tan raras? - Hablaría consigo mismo, algo ya acostumbrado incluso antes de decidir convertirse en ninja durante las veces en que se pasaba sus tardes en solitario en el gran desierto. Claro que no podía imaginarse lo que llegarían a ser aquel par de shinobis. Sólo había convivido con ellos en muy pocas horas pero en verdad le llenaba de tranquilidad saber que la nueva generación de la aldea podría llegar a ser verdaderamente poderosa para defender la villa y hacer que siga siendo respetada a nivel mundial como merecía.

— — — — — — — — — — — — — — —
Off Rol:

0

0

PD

0

SP
Yugen Nendo
Mi movimiento finalizaría en un movimiento errado, al ser expulsado por la tierra me abalanzaría violentamente, pero contra el aire. Mi cuerpo caería de frente sin fuerzas restantes para movilizarme. Acostado boca arriba sobre la arena, observaría como pocas estrellas ya eran visibles en el cielo... ¿Acaso no piensas pelear como es debido? Pensé al observar a mis alrededores dentro de lo posible, mi contrincante nuevamente se había escondido, el sigilo era parte de las habilidades de un ninja, pero no me daba mucho placer tener que combatir con alguien que solo había hecho mas que defenderse, aunque le había resultado pues sus malditas técnicas invisibles me habían golpeado varias veces... -No...ya me harté...-


Reprocharía en voz baja al observar que Edras nuevamente se había escondido, levante mi mano y la ondee varias veces para intentar llamar su atención fuera donde fuera que estuviera. Me reincorpore lentamente, sin heridas, pero mi cuerpo estaba algo pesado...- Me rindo... ¿Escuchas? Me rindo; ahora ven aquí para curar esas malditas heridas que te hiciste con tu superficie de pelo duro...- Mis palmas perderían su tonalidad de color verde y tomarían una tonalidad mas azul, me coloque de canclillas mientras observaba a mis alrededores esperando que Edras apareciera, su cuerpo estaba bastante lastimado no podía hacer menos que curar sus heridas...literalmente había conseguido golpearme dos veces, si tuvieran que decidir una victoria el sería el ganador...enojado, pero sin opciones no haría mas que respirar profundo y cerrar mis ojos mientras esperaba que el Namikaze hiciera presencia nuevamente para hacerme cargo de los rasguños y parar el sangrado...solo espero que no sean muy profundas pues mi chakra se estaba agotando y no quería acabar con mis reservas y colapsar...
Mi movimiento finalizaría en un movimiento errado, al ser expulsado por la tierra me abalanzaría violentamente, pero contra el aire. Mi cuerpo caería de frente sin fuerzas restantes para movilizarme. Acostado boca arriba sobre la arena, observaría como pocas estrellas ya eran visibles en el cielo... ¿Acaso no piensas pelear como es debido? Pensé al observar a mis alrededores dentro de lo posible, mi contrincante nuevamente se había escondido, el sigilo era parte de las habilidades de un ninja, pero no me daba mucho placer tener que combatir con alguien que solo había hecho mas que defenderse, aunque le había resultado pues sus malditas técnicas invisibles me habían golpeado varias veces... -No...ya me harté...-


Reprocharía en voz baja al observar que Edras nuevamente se había escondido, levante mi mano y la ondee varias veces para intentar llamar su atención fuera donde fuera que estuviera. Me reincorpore lentamente, sin heridas, pero mi cuerpo estaba algo pesado...- Me rindo... ¿Escuchas? Me rindo; ahora ven aquí para curar esas malditas heridas que te hiciste con tu superficie de pelo duro...- Mis palmas perderían su tonalidad de color verde y tomarían una tonalidad mas azul, me coloque de canclillas mientras observaba a mis alrededores esperando que Edras apareciera, su cuerpo estaba bastante lastimado no podía hacer menos que curar sus heridas...literalmente había conseguido golpearme dos veces, si tuvieran que decidir una victoria el sería el ganador...enojado, pero sin opciones no haría mas que respirar profundo y cerrar mis ojos mientras esperaba que el Namikaze hiciera presencia nuevamente para hacerme cargo de los rasguños y parar el sangrado...solo espero que no sean muy profundas pues mi chakra se estaba agotando y no quería acabar con mis reservas y colapsar...

0

0

PD

0

SP
Edras



Lazos de amistad forjados en combate... | Yugen Nendo & Edras Namikaze - Página 1 8d655ec804

Con cierta sensación de alivio contemplé cómo el muchacho de ojos claros y blanquecino cabello volvía a salir de entre la arena y quedaba tendido observando el cielo. No sé muy bien qué pasaba por su mente en aquel momento, pero la mía hizo lo posible por imaginarlo.

Tal vez, aquel joven, había recordado algo en los últimos momentos del combate. Tal vez, la huida de la luz en su descenso por el horizonte había evocado en él alguna extraña emoción al ritmo en que se desvelaba el firmamento.

Aquella no era una conjetura. No creía realmente que aquel joven estuviera sufriendo una epifanía. Era yo el que la sentía. El dramatismo del combate, enardecido por la acción natural del escenario, con su sol y su luna inexorables, el viento incesante, y los extraños tonos que la arena iba cobrando con la variación lumínica, habían hecho presa de mi en una visión mística y etérea.

Mi caminar por toda una senda vital, larga y difusa, hasta el día en que llegué aquí. Las sensaciones de impacto al interactuar con gentes y entornos nuevos. El entrenamiento duro y continuo, en la mañana, en la tarde, en la noche, en la madrugada.

Contemplar a aquel joven, tendido ante una infinidad de granos de arena, observando una infinidad de estrellas, sobre la superficie testigo de tantas y tantas escenas de esfuerzo y sacrificio, había ocupado mi interior por un extenso instante. Profundamente perdida en ese instante, mi mirada guió mi rostro hasta encontrarse en su propio cenit, desde donde contemplaría la magnífica bóveda celeste de nuestro desierto.

La manifestación de aquel impetuoso shinobi, postrado sobre el perpétuo manto arenoso del desierto había traído hasta mi un momento de catarsis y reconciliación.

Aquel día mi visión del mundo cambió. La extenuación, tal vez. El delirio propio de la falta de energía, no lo sé. Pero aquel día encontré en el combate y en la amistad forjada en sangre, una lugar en el que existir.

La visión cesó tan rápido como empezó. Apenas uno o dos segundos en el exterior, pero un largo momento en mi interior, fueron suficientes para vivir aquello.
Volviendo a mirar hacia mi compañero, pude verle gesticular con la mano y escuchar sus palabras.

El combate había terminado.

Mis energías, de por si derrotadas, hincaron sus rodillas en la ya fría arena.

Menos mal— dije con un tono de voz que pocas personas me habían escuchado— Estaba a punto de desvanecerme. Creo, sinceramente, que era yo quien se había rendido llegado este punto.

Hacia años de la última vez que me permitía a mi mismo hablar con libertad y soltura. Aquel enfrentamiento había puesto a prueba mis cargas y emociones. Y surgía ahora entre la oscuridad, justo donde había estado todo aquel tiempo, arrodillado, y riendo descontroladamente, liberado y desatado, por unos momentos, de mis propias limitaciones.

Levanté mi cuerpo del suelo, pesadamente. Caminé tranquilo hacia el joven. Y peiné mis desordenados cabellos.

¿Cuál es tu nombre?— dije mientras le tendía la mano.

En una duna colindante, la silueta de un joven destacaba contra el oscurísimo azul del cielo. La forma de una calabaza confirmó mis sospechas. Aquel día mi visión del mundo cambió, y mis dos futuros hermanos de la Arena estaba allí para presenciarlo.




Lazos de amistad forjados en combate... | Yugen Nendo & Edras Namikaze - Página 1 8d655ec804

Con cierta sensación de alivio contemplé cómo el muchacho de ojos claros y blanquecino cabello volvía a salir de entre la arena y quedaba tendido observando el cielo. No sé muy bien qué pasaba por su mente en aquel momento, pero la mía hizo lo posible por imaginarlo.

Tal vez, aquel joven, había recordado algo en los últimos momentos del combate. Tal vez, la huida de la luz en su descenso por el horizonte había evocado en él alguna extraña emoción al ritmo en que se desvelaba el firmamento.

Aquella no era una conjetura. No creía realmente que aquel joven estuviera sufriendo una epifanía. Era yo el que la sentía. El dramatismo del combate, enardecido por la acción natural del escenario, con su sol y su luna inexorables, el viento incesante, y los extraños tonos que la arena iba cobrando con la variación lumínica, habían hecho presa de mi en una visión mística y etérea.

Mi caminar por toda una senda vital, larga y difusa, hasta el día en que llegué aquí. Las sensaciones de impacto al interactuar con gentes y entornos nuevos. El entrenamiento duro y continuo, en la mañana, en la tarde, en la noche, en la madrugada.

Contemplar a aquel joven, tendido ante una infinidad de granos de arena, observando una infinidad de estrellas, sobre la superficie testigo de tantas y tantas escenas de esfuerzo y sacrificio, había ocupado mi interior por un extenso instante. Profundamente perdida en ese instante, mi mirada guió mi rostro hasta encontrarse en su propio cenit, desde donde contemplaría la magnífica bóveda celeste de nuestro desierto.

La manifestación de aquel impetuoso shinobi, postrado sobre el perpétuo manto arenoso del desierto había traído hasta mi un momento de catarsis y reconciliación.

Aquel día mi visión del mundo cambió. La extenuación, tal vez. El delirio propio de la falta de energía, no lo sé. Pero aquel día encontré en el combate y en la amistad forjada en sangre, una lugar en el que existir.

La visión cesó tan rápido como empezó. Apenas uno o dos segundos en el exterior, pero un largo momento en mi interior, fueron suficientes para vivir aquello.
Volviendo a mirar hacia mi compañero, pude verle gesticular con la mano y escuchar sus palabras.

El combate había terminado.

Mis energías, de por si derrotadas, hincaron sus rodillas en la ya fría arena.

Menos mal— dije con un tono de voz que pocas personas me habían escuchado— Estaba a punto de desvanecerme. Creo, sinceramente, que era yo quien se había rendido llegado este punto.

Hacia años de la última vez que me permitía a mi mismo hablar con libertad y soltura. Aquel enfrentamiento había puesto a prueba mis cargas y emociones. Y surgía ahora entre la oscuridad, justo donde había estado todo aquel tiempo, arrodillado, y riendo descontroladamente, liberado y desatado, por unos momentos, de mis propias limitaciones.

Levanté mi cuerpo del suelo, pesadamente. Caminé tranquilo hacia el joven. Y peiné mis desordenados cabellos.

¿Cuál es tu nombre?— dije mientras le tendía la mano.

En una duna colindante, la silueta de un joven destacaba contra el oscurísimo azul del cielo. La forma de una calabaza confirmó mis sospechas. Aquel día mi visión del mundo cambió, y mis dos futuros hermanos de la Arena estaba allí para presenciarlo.

0

0

PD

0

SP
Yugen Nendo
El frío que se apoderaba de las noches en el desierto empezaba a acariciar los alrededores de los campos de entrenamientos, las rocas, las estrellas, todo lo característico de la noche había hecho presencia tal cual…
El rubio indicaría que su cuerpo estaba al máximo, por rendirse literalmente, yo por otra parte decidí de manera sabia utilizar lo ultimo de mis reservar antes de agotarlas y caer en un estado de cansancio mayor al que ya presentaba.



-Yugen…Yugen Nendo…- Seco tal cual, le brindaría mi identidad al chico de cabello rubio que presentaba ante mi su herida, colocaría entonces ambas palmas en zonas distintas de su cuerpo para iniciar el proceso de sanación que tomaría algunos minutos tomando en cuenta que eran rasguños no muy profundos.



-Solo podre ayudarte con los que son superficiales, lo demás deveras atenderlo en un hospital…-

Concentrado realizando mi labor como Ninja Medico, observaría al horizonte y expiraría los campos de entrenamiento buscando aquello que llamaba la atención del Namikaze. Una silueta se alzaría sobre las dunas de arenas, portando una calabaza, debajo de sus pies una superficie arenosa que ya había visto antes… ¿El destino? Fue lo primero que pensé, cerré mis ojos y dejé escapar una leve risa entre dientes mientras negaba con la cabeza.



El día había acabado y para colmo había hecho dos amigos nuevos, mas bien solo uno, puesto que ya conocía al chico que utilizaba las habilidades de control de arena…Peligrosa defensa que poseía, otro poseía una gran perspicacia con sus habilidades y se las arreglaba con mucho sigilo, por otra parte, estaba yo que no era mas que poder explosivo y la sencillez y complejidad mezclada de las artes médicas…
El frío que se apoderaba de las noches en el desierto empezaba a acariciar los alrededores de los campos de entrenamientos, las rocas, las estrellas, todo lo característico de la noche había hecho presencia tal cual…
El rubio indicaría que su cuerpo estaba al máximo, por rendirse literalmente, yo por otra parte decidí de manera sabia utilizar lo ultimo de mis reservar antes de agotarlas y caer en un estado de cansancio mayor al que ya presentaba.



-Yugen…Yugen Nendo…- Seco tal cual, le brindaría mi identidad al chico de cabello rubio que presentaba ante mi su herida, colocaría entonces ambas palmas en zonas distintas de su cuerpo para iniciar el proceso de sanación que tomaría algunos minutos tomando en cuenta que eran rasguños no muy profundos.



-Solo podre ayudarte con los que son superficiales, lo demás deveras atenderlo en un hospital…-

Concentrado realizando mi labor como Ninja Medico, observaría al horizonte y expiraría los campos de entrenamiento buscando aquello que llamaba la atención del Namikaze. Una silueta se alzaría sobre las dunas de arenas, portando una calabaza, debajo de sus pies una superficie arenosa que ya había visto antes… ¿El destino? Fue lo primero que pensé, cerré mis ojos y dejé escapar una leve risa entre dientes mientras negaba con la cabeza.



El día había acabado y para colmo había hecho dos amigos nuevos, mas bien solo uno, puesto que ya conocía al chico que utilizaba las habilidades de control de arena…Peligrosa defensa que poseía, otro poseía una gran perspicacia con sus habilidades y se las arreglaba con mucho sigilo, por otra parte, estaba yo que no era mas que poder explosivo y la sencillez y complejidad mezclada de las artes médicas…

0

0

PD

0

SP
Kazuki Hayashi
¡Tema Aceptado!
Yugen Nendo, recibes por este tema:
Calidad: 1PD + 1.5PD + 2PD + 1.5PD + 1.5PD + 1.5PD + 2PD + 1.5PD + 1PD
Por tanto, se te recompensa con los 13.5PD totales.

Edras Namikaze, recibes por este tema:
Calidad: 1.5PD + 1.5PD +  1.5PD + 1.5PD + 2PD + 2PD + 2PD + 1.5PD
Por tanto, se te recompensa con los 13.5PD totales.

Tsunayoshi Sabaku, recibes por este tema:
Calidad: 1.5PD + 1.5PD
Por tanto, se te recompensa con los 3PD totales.
¡Tema Aceptado!
Yugen Nendo, recibes por este tema:
Calidad: 1PD + 1.5PD + 2PD + 1.5PD + 1.5PD + 1.5PD + 2PD + 1.5PD + 1PD
Por tanto, se te recompensa con los 13.5PD totales.

Edras Namikaze, recibes por este tema:
Calidad: 1.5PD + 1.5PD +  1.5PD + 1.5PD + 2PD + 2PD + 2PD + 1.5PD
Por tanto, se te recompensa con los 13.5PD totales.

Tsunayoshi Sabaku, recibes por este tema:
Calidad: 1.5PD + 1.5PD
Por tanto, se te recompensa con los 3PD totales.

0

0

PD

0

SP
 Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
/* LOADING FIREBASE */