I
Los Capuleto y los Montesco.
Hora:10:00AM.
Día:Viernes
Clima:Frío. Invierno.
Lugar:Plaza central Kumogakure.
Con:-
No era sencillo tener que estar a las escondidas para poder dejar salir todo el amor que tenía para Kaede. No había muchas más opciones de igual manera que pudiese llegar a contemplarse, su familia no aceptaba bajo ningún término el hecho de que me viese emparentado o enamorado con una Senju de familia contraria a la nuestra. Si bien las dos familias por poseer las sangres de clanes distintos se presuponía que podía existir algún tipo de colaboración con un bien común, disputas familiares entre ambos padres en conflictos añejos habría generado que la posibilidad de vernos o tener algo fuese completamente nula bajo la vista de ellos.
Mis padres se encontraban en mi casa, eran realmente un estorbo debido a que monitoreaban todos mis ingresos y salidas a la morada desde que se habían enterado de que existía la posibilidad de un romance entre ambas partes. Pero las ventanas abundaban en mi hogar y por lo tanto siempre lograba encontrar una manera de escabullirme para poder ir en busca de mi amada. Habría utilizado capas invisibles una vez descendiese con sigilo por la ventana para no realzar ruidos que pudiesen llamar la atención, una vez hecho aquello comenzaría a dirigirme por la calle principal con la intención de ir rumbo al parque central.
Ya en el parque central, aguardaría sentado en una fuente, cerciorandome de que nadie conocido pudiese llegar a observarme o delatarle a mi familia que yo me encontraba allí fuera de la revisión o cuidados familiares. ¿Por qué acaso todo tenía que ser tan calculado y tan manipulado? Sencillamente no tenía una relación plena con mi familia desde un inicio, y había veces que hacía que considerase las mil y un posibilidades para poder darme al escape con mi pareja. Ya fuese matarlos, o generar un arduo plan que pudiese permitir casarnos bajo un sauce que velase nuestros votos. Todo podía ser perfecto, el mundo podría pertenecerme, tan solo sí no hubiese esa misera traba poniéndose entre ambos.
Era una gran promesa para las fuerzas militares de la aldea... pero seguían poniéndo cadenas a mis deseos.
EmmeMis padres se encontraban en mi casa, eran realmente un estorbo debido a que monitoreaban todos mis ingresos y salidas a la morada desde que se habían enterado de que existía la posibilidad de un romance entre ambas partes. Pero las ventanas abundaban en mi hogar y por lo tanto siempre lograba encontrar una manera de escabullirme para poder ir en busca de mi amada. Habría utilizado capas invisibles una vez descendiese con sigilo por la ventana para no realzar ruidos que pudiesen llamar la atención, una vez hecho aquello comenzaría a dirigirme por la calle principal con la intención de ir rumbo al parque central.
Ya en el parque central, aguardaría sentado en una fuente, cerciorandome de que nadie conocido pudiese llegar a observarme o delatarle a mi familia que yo me encontraba allí fuera de la revisión o cuidados familiares. ¿Por qué acaso todo tenía que ser tan calculado y tan manipulado? Sencillamente no tenía una relación plena con mi familia desde un inicio, y había veces que hacía que considerase las mil y un posibilidades para poder darme al escape con mi pareja. Ya fuese matarlos, o generar un arduo plan que pudiese permitir casarnos bajo un sauce que velase nuestros votos. Todo podía ser perfecto, el mundo podría pertenecerme, tan solo sí no hubiese esa misera traba poniéndose entre ambos.
Era una gran promesa para las fuerzas militares de la aldea... pero seguían poniéndo cadenas a mis deseos.
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Última edición por Ragnar el Dom Ago 18, 2019 4:23 am, editado 1 vez