+18 Un maravilloso despertar

Me encontraba en mi cama, aun entre el despertar y el sueño, mi mente recordada los sucesos de anoche y mi cara mostraba una sonrisa, y aunque anoche me había quedado más que satisfecha creo que mi compañera necesitaba más atenciones y me parece que podía darle un despertar adecuado. Salí de la cama muy despacio salí de la habitación con muchísimo cuidado, fui hasta el baño de abajo, quería darle toda una sorpresa así que tenía que estar impecable, que, aunque nos bañamos antes de terminar en la cama, tanto esfuerzo tal vez me había dejado un poco pringosa, y ella estaría igual, realmente me gustaría que se limpiase como yo, pero esto que iba a hacer no era algo de todos los días.

Comencé a ducharme, tenía que ser rápida, o se acabaría despertando, por suerte mi casa estaba bien aislada y no escucharía el ruido del agua. Ahora mientras enjabonaba mi cuerpo pensaba si a ella le gustaría la sorpresa, la verdad es que tampoco quería que se molestara, realmente llevábamos muy poco tiempo en sea lo que fuera esto, no habíamos puesto reglas, simplemente me estaba dejando llevar, mi ducha termino. Ahora tocaba arreglarse para ella, me secaba, me peinaba, me ponía aceite aromático por todo el cuerpo, solo un poco, para darme un olor agradable. Ahora tocaba ponerse algo a acorde con lo que iba a hacer, tomé un conjunto de lencería que tenía aquí guardado y me lo puse, el sujetador realzaba aún más mi pecho si cabía, las medias me tonificaban las piernas, y las pantis apenas me cubrían, estaba mal que yo lo pensara pero estaba espectacular, pero sobre todo muy sexy.

Ahora venia lo más complicado volver al cuarto, al entrar la vi aun dormida, no había tardado mucho pero nunca se sabía, había llegado el momento de mi acción más audaz, me cole entre las sabanas mientras observaba su hermoso cuerpo desnudo, había llegado el momento de darle un maravilloso despertar, despacio muy despacio me acerque su vagina a mi boca, y comencé a lamerla muy suavemente, no quería que se despertara de un sobre salto, quería que se despertara envuelta de placer. Su sabor no era el de anoche estaba más agrio, aun así, con todo me gustaba. Yo miraba hacia su rostro esperando al momento en el que el placer la despertara, mientras despacio aumentaba la intensidad de las lamidas.

Esta noche estaba completamente cansada, y tenía un sueño bastante profundo, no era algo normal en mí, pero hoy pasara lo que pasara a mí alrededor simplemente no podría percatarme. En el sueño, estaba soñando con una mujer, su cabello era castaño como el mío, unos preciosos ojos malva acompañaban a su rostro completamente hermoso, se parecía mucho a mí, pero a su vez no sabía quién era esa mujer, por más que lo intentaba no podía reconocerla. Era muy extraño, el lugar, la mujer, todo me era completamente familiar, pero no podía reconocer nada, era frustrante.

De pronto, de la nada todo se volvió oscuro, y no podía moverme, estaba completamente amarrada por grilletes y no podía moverme, escuchaba sonidos de fondo, y como alguien me iba acariciando el cuerpo. Me ardía sentía un gran calor en mi cuerpo y era simplemente maravilloso. Era tan real que sentía que iba a estallar, lo sentía, sentía como alguien abusaba fuertemente de mi cuerpo. No paraba de temblar y de gemir en sueños, era el mejor sueño que había tenido en tiempo sin lugar a dudas. Y de pronto, no pude soportarlo más y con un gran gemido me fui por completo y entonces…

Desperté, completamente empapada en sudor, mi cuerpo estaba completamente ardiendo, y todo eso era por culpa de alguien. Ivy era quien de forma muy pervertida decidió abusar de mi cuerpo y despertarme de esa forma. Estaba completamente agitada por lo sucedido, mi respiración era irregular y ella aún seguía lamiendo. Pe acaricié el cabello para luego acariciarle detrás de las orejas y mirarme con una gran sonrisa. –Casi me matas… debes avisarme de esto antes Ivy… Decía siguiendo acariciándola.

Ella se despertó por fin entre gemidos, ya había conseguido lo que quería complacerla, ahora realmente dudaba que ella tuviera algunas ganas más, de acción por muy guapa y sexy que me hubiera puesto, realmente ella era muy suya y se hacían las cosas cuando ella quería, por eso la había atacado de esa manera mientras dormía, para tener algo que cazar. Deje de lamer y me relamí los labios después de escuchar a mi amante mis elogios, ahora venía a ver si conseguía tentarla un poco más, pero sin pedir nada directamente una tenía su orgullo, puede que la atacara mientras dormía, pero aun con todo, no iba a rogar por ello, porque de todas maneras sabía que ella me devolvería el favor en algún momento.

Comencé a subir por su cuerpo hasta llegar a su rostro y besarla de forma apasionada, un profundo y adulto beso, como solo dos amantes se darían en la cama. después de aquello solté una pequeña risa, esta era en un tono seductor, y después la miré directamente a los ojos para decirle. -Podría despertarte así todos los días, me parece una perfecta forma de levantarse por la mañana. Estaba siendo muy mala, pero tenía que contenerme por lo que solo termine abrazándola por un lado, mientras jugaba con su torso, realmente ahora actuaba tímidamente este pequeño juego podría volver loca a alguien, y quería volverla loca a ella, así que simplemente me acerque a su oído y le pregunte con un susurro, pero con una voz muy sexy. -¿Has dormido bien cariño? Para después soplarle ligeramente detrás de la oreja, y darle de vuelta un beso en la mejilla y terminar allí esperando su respuesta.

Después de despertarme, Ivy dejó de lamérmelo, la verdad era muy buena, su lengua era maravillosa, aún dormida lo había disfrutado mucho. Aún con la respiración agitada, producida por el ataque a mi vagina que me había hecho Ivy, esta se acercó a mi besándome con gran intensidad, a lo que yo misma le respondí con la misma intensidad. Tras ese beso, ella me decía que podía despertarme así todos los días, con una sonrisa, a la vez que me sonrojaba la miraba a aquellos preciosos ojos. –No lo sé Ivy… me lo debo de pensar… Le decía con un tono juguetón y casi burlón tratando de provocarla. En ese entonces, ella me preguntó susurrando a mi oído si había dormido bien, para luego soplarme en la oreja y posteriormente darme un beso en la mejilla.

-Pues… he tenido un sueño extraño… pero… Decía mientras me destapaba con la sábana dejando que Ivy viera mi cuerpo desnudo en su totalidad, dejando a la vista mis pechos que no pasarían desapercibidos para ella. La agarré de la cadera y con fuerza la obligué a que se pusiera encima de mí. –Te explicaré eso en un rato… mejor… creo que tienes un poco de hambre… Decía de forma lasciva mientras le retiraba con fuerza el albornoz que llevaba encima, sus grandes pechos rebotaban en frente de mis ojos.  –Estás demasiado buena como para no comerte… Concluía para acercar mi rostro a una de sus tetas, abrí mi boca para meterme su pezón en la boca y suavemente lamerlo todo le contorno, a la vez con la mano izquierda acariciaba su teta libre. Pero ahí no quedaría la cosa, mi mano derecha la llevé a su coñito y con los cuatro dedos comenzaba a acariciar toda la superficie de esté el cual se encontraba bastante húmedo, pero aún solo me mantendría acariciándolo, hasta que me suplicara que le diera más atención.

Ella se hacia la juguetona realmente me costaba mucho hacer que ella se comportara así, tal vez despertarla de esta manera había prendido su interruptor debía de tomar nota de ello, para tener más mañanas así. Ella se destapaba dejando a la vista su hermoso cuerpo desnudo, aquellos pechos que me quitaban el sentido, esas escandalosas curvas, y aquel aun palpitante coño que acababa de saborear, realmente la deseaba con todo mi ser. Estaba ansiosa por poseerla de nuevo, pero como quería que ella me mostrase lo que quería hacerme, me estaba dejando llevar, pero mi mano actuó por si misma haciendo una tentativa de tocarla, aunque me contuve para seguir pareciendo que podía hacerlo, aunque en realidad quería hacerle de todo.

Ella entonces me coloco bruscamente encima de ella, quería dominarme, quería tratarme como a una muñeca y yo me iba a dejar, mientras me arrancaba el albornoz que cubría mi lencería, pero no solo aquello ella quería más, se lanzaba hacia mis tetas, lamiendo una y frotando la otra, ansiosa, quería saciar mi hambre, y cuando su mano derecha bajo, a mi empapado coño un gemido ahogado salía de mis labios, mientras me mordía el dedo. Solo lo frotaba, no hacía nada más y yo ya estaba como loca, quería más, necesitaba mucho más y ella lo sabía, este era su "castigo" por despertarla de esa manera. -Si... ah merezco que me castigues... pero no así ah... hazme lo que quieras... ah pero no puedo contenerme mas. Mientras ella se encargaba así de mi cuerpo mi mano derecha también bajo a su empapado coño, para que ella también recibiera placer. Nuestros cuerpos comenzaban a entrelazarse, sus brazos mis brazos, nuestros cuerpos se frotaban mutuamente, intentando maximizar el placer que nos consumía.