El País de la Hierba…

Aquellos altos pastos que decoraban las planicies del País de la Hierba sin duda eran relajantes con solo observarlos. Me encontraba realizando un encargo por parte de la Aldea Aliada del País del Fuego; La Aldea de la Hoja.

Habia realizado un arduo viaje desde el País del Viento, salir de la aldea sin duda era una experiencia sin igual, además de ser una experiencia primeriza, esperaba poder aprender mucho a pesar de uno de los mayores obstáculos “Mi Actitud” había estado trabajando en dicho detalle durante varias semanas con algunos Shinobis especializados en el área psicológica del Hospital de la Aldea de la Arena.
Tampoco es que fuera un maniático o asesino serial matando a riendas sueltas, si no mas bien era un “Poco” temperamental. Llevaba la ropa de siempre, no la que siempre visto sino mas bien el estilo. Un abrigo de color negro con detalles sobre el hombro y a lo largo de sus mangas, su interior igualmente recubierto de cuero rojo, muy similar a una chaqueta, la capucha se extendía hasta la mistad de mi frente ocultando mi rostro además de llevar la mascara de color azul y rojo con forma de Pajaro.

Habia mantenido mi identidad a rayo, si bien los guardias de la hoja sabían quien era mucho de los aldeanos y Shinobis restantes de la Aldea no conocían mi identidad, no buscaba levantar intrigas, pero queria  acostumbrarme a ella, realmente me agradaba utilizarla. Vestido en la mayoría de tonos rojos y negros paseaba por los caminos de tierra resaltados del País de la Hierba. En cuestión de minutos me vería a solo unos cuantos metros de la taberna del “Viajero Cansado”. Un establecimiento de madera, probablemente roble, de tonos oscuros. Las vigas estaban hechas del mismo material con refuerzos de hierro, realmente una estructura resistente. Las puertas y demás eran de cristales no muy delgados…

A simple vista parecía ser un sitio muy transitado por viajeros, de ahí quizás su nombre. Las personas entraban y salían algunos con mercancía en mano y otros simplemente tambaleando de la borrachera que llevaban encima, observando desde aproximadamente unos 10 metros. Observe a mis alrededores y al cielo en espera de la que sería mi compañera, una Shinobi del País del Fuego a quien no conocía en lo absoluto.

Camine hacia un costado del camino de tierra, reposando mi trasero sobre un tronco que reposaba de lado a un lado del camino. Una vez ahí no hice más que retirar un poco mi mascara para disfrutar de la fresca brisa del País. No había un clima como este todo los días, aun menos cuando vives en un desierto en el cual la calor es tu “Zona de Confort”. Sentado, observaría a las personas que van y vienen, sin ningún pensamiento en mi cabeza, mi mirada se perdería en el horizonte a la espera de mi compañera…

Divagando en la nada, mi atención sería desviada por un grupo de Shinobis de aspecto bastante deplorable, tres de ellos se adentrarían en la taberna en la cual debiamos investigar sobre un sujeto en especifico, mas bien sobre sus intenciones en este País..."Descubrir si es un Espía o no". El grupo de Shinobis entro en la taberna de forma brusca, a juzgar por su aspecto y por la reacción de aquellos que estaban en la entrada, no era un grupo de simples turistas, intrigado me levante mientras observaba a todos lados, la desesperación empezaba a convertirme en su victima y mi compañera aun no aparecia...

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