HISTORIAS EN LA REUNIÓN SUNA {EVENTO DE HALLOWEEN}

Te lo ambiento musicalmente y todo:

Aquella noche, los tambores que sonaban alrededor de la hoguera abrieron paso a la presencia de nuestra querida gitana a la escena, vestida de pies a cabeza con elegantes prendas típicas de su cultura, teñidas en un rojo carmesí, con pequeños detalles dorados. Su cabello se encontraba al descubierto, decorado con pequeños broches que conseguían danzar al ritmo de sus caderas. El público se encontraba hechizado ante los movimientos de la fémina, mientras que otros, probablemente más adultos, se indignaban ante tan provocativo show.

— Bienvenidos y buenas noches, damas y caballeros —. Al finalizar su baile, inclinó su rostro en dirección hacía el suelo, mostrando respeto y clemencia por la historia que estaba a punto de contar. — Fue hace mucho tiempo, mucho más de lo que crees, en un lugar tan remoto del desierto... Que nunca un hombre alcanzó conquistarlo, quizá lo hayas visto en tus pesadillas, o quizá quienes ahora ya no están entre nosotros se encuentren con ella —. Todos guardaban silencio, y quienes se encontraban en primer fila inclinaron sus rostros hacia delante en espera de descubrir el enigma. — Tal vez alguna vez te han contado la historia de la bruja que protege la aldea ... ¿No? Pues pon atención, que su historia ahora comienza —. Una bomba de humo se desprendió de sus manos, para luego, dejar un escenario vacío por el lapso de pocos minutos.

De repente, una mujer de cabellos negros como la noche, piel morena, pero decorada con repetitivas marcas rojas a lo largo de todo su cuerpo, se abrió paso en medio de las llamas, vestía un largo vestido blanco, junto con un gigantesco sombrero de paja que portaba un velo.  Su rostro era casi imposible de ver, pero se podía notar desde lejos que se trataba de la misma gitana, interpretando el papel de quien sería protagonista en aquella leyenda.  Entonces, los tambores volvieron a sonar. — He tenido muchas vidas, y muchos nombres a lo largo de mi recorrido por este mundo, ya casi no recuerdo la mayoría, pero todos ahora me conocen como June.... La bruja del desierto —. Una pausa dramática se vio plasmada en la escena. — Soy el ángel protector de los marginados, guia de las pobres almas que deambulan en los desiertos, pero sobretodo... La peor pesadilla de quienes se atreven a traicionar a esta aldea —. En esta última frase, su tono de voz se transformó en algo oscuro e intimidante, como si algo la hubiese poseído a partir de ese momento.

— Los sabios dicen... Que firme un pacto con el gran Oni... Y que ahora, gobierno en las tinieblas a su lado. Los yureis son mis esclavos, aquellas pobres almas de las personas que ustedes solían amar, se ven condenados a pasar toda la eternidad bajo mis órdenes, pero los rumores... Son rumores ¿No? — Una risa traviesa se escapó de sus labios, casi como si explicara con algo de ironía toda la situación. — Incluso se ha hablado, muchas veces, de la última vida que he tenido, se dice que en esta conseguí asesinar al kage, porque este hombre era vil con los que más necesitaban, otros dicen que perdí la cabeza el día que me enamoré de alguien que jamás me correspondió, eso explicaría muchas cosas, pero la verdad es... — Poco a poco, las llamas que componían la hoguera fueron perdiendo volumen, dejando a todo el público en la completa oscuridad.

Fue entonces, que varios sujetos disfrazados de llamativos yureis se aparecieron en escena, caminando y danzando entre los espectadores al ritmo de los tambores. — Era muy joven, Sunagakure me abrió las puertas después de ser desterrada de otra aldea, así que no tardé en jurar lealtad a esta hermosa tierra, pero había un hombre que no me quería allí, no me quería ver triunfar dentro de estos muros.... Entonces, nos vimos obligados a confrontarnos una y otra vez, hasta que de repente, nos metieron una maldición a ambos, que provocaba que si a uno le ocurría algo, el otro lo sentiría tambien... Pero eso no fue el final de la discordia, han intentado matarme en tantas ocasiones, que ya ni siquiera recuerdo la mayoria —. El público rió. — He sido despojada de los brazos de mi madre, envenenada, quemada, e incluso me han intentado casar con un hombre a cambio de mi silencio, pero nada de esto es peor que el kazekage que nos dirigía en aquel entonces... —. Los yureis dejaron de bailar, y los tambores cesaron.

— Ese hombre, ha sido el cáncer más difícil de matar que tuvo la aldea, no había quien se salvase de su tiranía, pero un día, el mundo se hartó de su dictadura, ese día.... Me convertí en June —. El público preguntaba repetidas veces "¿Y entonces?" tras cada oración que pronunciaban sus labios, emocionados de poder saber cómo continuaría la historia. — Tres dragones atacaron la aldea, derribando los muros mientras que otros tres líderes montaban en sus cabezas, mientras tanto, yo me encontraba en mi hogar, terminando de transcribir las oraciones que Oni me había dictado en una sola noche —. Aquel libro era de cultura popular, pero nadie nunca lo había encontrado. — En cuanto mi nueva vida dio inició, fui al frente de combate para poder defender esta ciudad, vi como nuestros soldados caían uno por uno, implorando clemencia para que el Kazekage sonara las campanas de paz que indicarían la rendición de toda la villa, pude ver como mis hermanas perdían a sus hijos, y como mis hermanos perdían a sus esposas. El kazekage quería gobernar un pueblo hecho de cenizas... ¡Y yo no se lo iba a permitir! —. Agregó otra pausa dramática. — Así que subi a su despacho, había esperado por ese momento durante toda mi vida, y el también; "Desde que te vi por primera vez, supe que tú serías quién me llevaría a la muerte" me dijo, y yo le respondí "La muerte sería demasiado misericordiosa para alguien como tú, y yo jamás le daría paz a un alma tan nefasta como la tuya" —. Poco a poco, los tambores volvieron a aparecer en escena para marcar la tensión de sus oraciones. — Iba a romper las cadenas de quienes eran marginados, pero también quería romper la rueda que permitía que los ciudadanos Sunagakure sean victimas de una explotación constante de la cual no querían ser parte, pero para eso, debía cortar la cabeza de quien estaba al mando, por eso... De las mangas de mi vestido, salieron dos yureis con apariencia femenina, que tomaron al líder de sus extremidades, para luego, llevarlo hasta la azotea. Allí me paré ante toda la aldea, y dije; "Mis hermanos, he aqui el causante de todo mal que hoy nos invade... Él corrompe todo, y a todos, hace que lo mejor de nosotros se vuelva en nuestra contra ¡Dejad de matar por él! ¡Hoy quiero que todas sus armas apunten al Kazekage!", entonces las campanas de paz sonaron, y el cuerpo debilitado de aquel hombre fue lanzado del edificio para que sus propios súbditos se encargaran de él.... —.

— Cuando la paz volvió a reinar la aldea, mi ciclo dentro de ella finalizó... Pero no mi presencia, yo continúe merodeando en los desiertos para que lo sucedido en aquel día jamás volviera a repetirse, han intentado recurrir a mi una cantidad innumerable de veces, solicitando favores, o pidiendo clemencia de algún ser amado que fue víctima de mis juegos, pero de la muerte y mi reparto de justicia nadie se salva... Pues cuando el día se transforme en noche, y el desierto se convierta en mar; el reloj marcará la hora número veinticinco, y en mis horas más bajas, antes de mi ritmo final, yo regresaré  de las tinieblas con mi nueva vida, lista para comenzar este nuevo ciclo —. Las llamas de la hoguera volvieron a revivir como si por arte de magia se tratase, en compañía de unos furiosos truenos que decoraron el cielo estrellado, también una notoria tiniebla comenzó a cubrir el escenario. Sus palabras, poco a poco, se tiñeron de una oscuridad indiscutible, que dejaron al público con la piel de gallina. Y justo al finalizar, su presencia desapareció por completo.