Lo vería, a unos pocos metros de distancia cuando después de algunos minutos finalmente habrían llegado a donde su tercer ojo le había indicado se encontraba aquel hombre, y entendería dos cosas: La primera era que no estaría del todo errado, en verdad algo no estaba bien pues el escenario daría mucho para dudar de todo, y la segunda era que seguramente en poco menos de lo que creía todo terminaría mal. Bueno, quizás y se estaría equivocando. Posiblemente ya algún buen samaritano habría ajusticiado al bandido y dejado atado allí para que el desierto se encargase de juzgarlo. Seguramente eso sería un sueño demasiado fantasioso, la realidad era que ya se hallarían ambos ninjas de Sunagakure descendiendo de la arenosa plataforma flotante del Sabaku y colocándose al nivel del restringido hombre de, aparentemente, veinte años de edad. Unos diez metros les separarían de aquel muchacho, una "distancia segura" que les dejaría algunos segundos para actuar en caso de que algo se saliese de control. Llevaría entonces el controlador de arena su mano al pergamimo que contenía la información sobre aquel encargo, que habría llevado consigo entre su chaleco y su abrigo desde que había salido del edificio del despacho del maestro Kazekage. Miraría su contenido mientras el desconocido joven frente a ellos no haría más que simplemente gemir intentando pedirles algo que no podrían entender por la dificultad de interpretación y se fijaría en el retrato dibujado que estaría grabado en el papiro para luego volver a fijar su vista en el joven atado. Sería exactamente igual a quien buscaban.
-
Eres "Kurogiri no Hagane", el filo negro de los "Lobos de la Luna de Sangre" - Afirmaría mas que preguntar ante el castaño. Aquel joven poseía un alborotado y bastante descuidado cabello de la mencionada tonalidad, piel ligeramente bronceada por la exposición al sol, mirada despreocupada y un cuerpo que dejaba mucho qué desear para un guerrero. Ocultas dos bolsas de herramientas en la parte baja de su espalda donde llevaría algunas Shurikens y Kunais, aparte de una funda en la espalda media cuyo contenido no sería más que un sable que el mismo muchacho sabría usar bastante bien. Unos iris color café oscuro rodeaban unas pupilas que denotarían fastidio y aburrimiento. Iría vestido con una camiseta color blanco sobre la cual llevaría una camisa abierta color rojo, portando también unos pantalones cortos color gris oscuro y unas sandalias de madera. Característicos tatuajes de los miembros de su banda en forma de "pulseras" azules tenía en las muñecas y cerca de los tobillos. Algo flacucho dirían unos al ver al chico, pero por su parte, el arenero no. Tsunayoshi no subestimaba a nadie, ni por su apariencia, edad o sexo. Para él, todo el mundo poseía una increible capacidad latente y si podían o no utilizarla dependía de sus propias actitudes y claro, de una buena motivación para ello; ¿la suya? Sus padres. Bien podría tomarse como ejemplo a sí mismo, un joven holgazán y despreocupado que terminó siendo alguien lo suficientemente capaz como para ser enviado a completar un encargo de esa magnitud. Obviamente sabía que esa no era la misión entre las misiones, pero no era una que podría hacer cualquier Gennin y eso lo apreciaba mucho. Él tampoco era un ninja modelo, avanzaba a paso lento pero seguro hacia un nivel decente de poder, aunque eso mas que desanimarlo sólo le empujaba a seguir, le hacía entender que como todos, era un ser humano con muchas restricciones, si, pero también con muchas posibilidades a su alcance.
La boca del joven de alborotada cabellera estaría completamente sellada, encontrándose el chico amordazado con un pañuelo amarillento, atado de pies y brazos (estos a su espalda) con lo que parecerían ser unas sogas. Algo muy raro ya que según la información suministrada por sus superiores, aquel hombre daría un golpe ese día. ¿Un asalto? ¿Un asesinato? ¿Ambas cosas? No podría asegurar qué pretendía hacer su enemigo, pero estando como estaría no iba a hacer mucho.
-
Mmmm... - No entenderían nada ninguno de los allí presentes sobre lo que el joven identificado como "Hagane" intentaría decir salvo él mismo, claro está. Esto más que aclararlo era necesario recordarlo al parecer...
-
No entendemos qué quieres decirnos. Tampoco qué haces aquí atado, pero vendrás con nosotros y por lo que se ve, no tienes muchas opciones - El castaño reiría por debajo de la tela para luego mostrar sus manos, libres ya que las sogas no las ataban realmente (tampoco a sus pies), peor aún, ambas manos sostendrían un par de kunais cuya empuñadura llevaría atada un par de sellos explosivos. -
Yo elijo esta opción... - Sin mucho más arrojaría ambas cuchillas ennegrecidas de doble filo y carga explosiva hacia el par de shinobis formando un sello manual, "Hitsuji (carnero)", después de que sus proyectiles fueran despedidos y comenzaran a devorarse los pocos metros que les separarían de sus víctimas con la clara intención de dañar sí o sí. -
¡Basuras! - Luego de ese peculiar comando de voz, sus papeles cargados con chakra, pólvora y un sello especial, iniciarían su función bélica al expandir su dañina onda de fuego hacia los Gennin de Sunagakure. El pelirrojo por su parte, inexpresivo y atento a toda posibilidad de agresión, ya esperaría algo así. Después de todo ambos, tanto él como Yugen ya intuían que nada de ese panorama debía de ser real. Sin embargo al verse próximo a ser dañado por una explosión, no pudo evitar sorprenderse, internamente... La defensa instantánea del arenero rápida y holgazán a la vez (porque cada que defendía, se echaba al suelo sin más), haría aparición al interponerse entre ambos proyectiles y sus objetivos, agradeciendo Tsunayoshi el hecho de que su compañero se hallase junto a él, que de ser otro escenario se le habría complicado protegerle. La explosión no sólo sería contenida por la momentánea pared de dos metros de alto y metro y medio de ancho formada con los resistentes minerales desérticos del Sabaku, sino que parte de la onda expansiva terminaría moviendo a ambos chicos unos pocos centímetros hacia atrás culpa de la cercanía de la agresión ígnea. ("
Ahora voy yo...") - Pensaría luego de quitar su brazo de su rostro, con el que se habría cubierto de los granos de arena que habrían salido volando para evitar que su visión fuera comprometida, al empezar a movilizar la arena, viendo luego cómo su oponente desenvainaba un sable que llevaba en su espada y comenzaba a realizar algunos sellos manuales con su mano libre, algo que jamás habría visto hasta ahora el pelirrojo. Sellos con una mano, sería interesante ese combate seguramente. Pronto iniciaría la batalla, los pasos que ya daría el enemigo en carrera frontal hacia ellos se lo revelaría. Unos siete metros se interpondrían entre ellos, siendo lentamente acortados por las zancadas del espadachín. Sería hora de actuar entonces...
— — — — — — — — — — — — — — —
- Off Rol:
- Aclaración:
Permiso concedido por parte de Yugen Nendo para condicionar la posición de su personaje. Gracias, compañero. Continuemos disfrutando de esta misión...
- NPC:
Nombre: Tetsukido Hagane.
Edad: 20 años.
Especialidad: Kenjutsu.
Elemento Primario: Raiton.
Parámetros:• Ninjutsu: 10
• Genjutsu: 0
• Taijutsu: 10
• Kenjutsu: 25
• Fuinjutsu: 0
• Fuerza: 12
• Velocidad: 15
• Resistencia: 10
• Percepción: 18
- Equipamiento:
Ninjato x1 = 1kg
Sellos Explosivos x2 - 2 = 0
Kunais x10 - 2 = 8 = 800gr
Shurikens x20 = 1kg
Carga total inicial = 5kg
Carga total actual = 2,8kg
Técnicas: Jutsu oculto x1
Acciones ofensivas: Atacar con arma (-3 St)
Chakra: 60
Stamina: 60 - 3 = 57
- Estadísticas:
• Ninjutsu: 30
• Genjutsu: 1
• Taijutsu: 1
• Kenjutsu: 1
• Fuinjutsu: 1
• Fuerza: 12
• Velocidad: 12
• Resistencia: 30
• Percepción: 12
- Técnicas y acciones:
Técnicas usadas: 1
Escudo de Arena (砂の盾, Suna no Tate)
Es un sistema automático de defensa que utiliza arena, la cual rodea y protege al usuario, este escudo aparece cuando el Sabaku se encuentra en peligro de ser lastimado haciendo que sea casi intocable. Esta se considera una defensa casi absoluta ya que sin importar en donde sea atacado este escudo lo protegerá, además puede endurecerse de tal forma que puede resistir ataques de una gran magnitud como el caso del acero. Defiende de técnicas del mismo rango que el usuario.
Nota: Si las reservas de chakra del Sabaku caen por debajo del 50% esta técnica ya no puede usarse.
Chakra: 0 (Chakra gastado por el ponente) x 1,5 = 0
Acciones ofensivas físicas:
Después de todo este tiempo, de haber caminado desde el despacho del Kazekage hasta el campo de entrenamiento, explorado el mismo y encontrado al criminal, aparte de haber usado varios jutsus y por ende el chakra, mínimo siento que debería al menos perder unos 3 St.
Chakra: 106
Stamina: 120 - 3 = 117
- Equipaje:
Kunais x9 (900gr)
Makibishis x20 (1000gr)
Shurikens x20 (1000gr)
Senbons x10 (250gr)
Cuerdas de Alambre x1 pack (250gr)
Bolsitas Explosivas x5 (500gr)
Píldora de Soldado x1 (50gr)
Bombas de Humo x3 (1050gr)
Calabaza de arena (0gr)
Carga total inicial: 5000gr = 5kg.
Carga total actual: 5000gr = 5kg.
- Reparto de armas:
A la derecha de su cintura, sujeta a una correa, lleva una bolsa en la cual porta 1 kunai y un rollo de 30 metros de cuerda de alambre cuya punta está atada al círculo de la base de la empuñadura del kunai. A la izquierda de su cintura porta otra bolsa atada a la misma correa en la cual lleva 3 Bombas de Humo y una Píldora de soldado.
En el muslo derecho lleva atada una bolsita de herramientas en la cual porta 10 Shurikens, 10 Makibishis, 4 Kunais y 2 Bolsitas Explosivas atadas a 2 de los 4 Kunais, mientras que en el muslo izquierdo también lleva una bolsita de herramientas atada, portando el mismo contenido en igualdad de cantidad excepto porque aquí tiene 3 Bolsitas Explosivas atadas a 3 de los 4 Kunais.
Aprovechando que las mangas de su abrigo llegan hasta sus muñecas, en cada manga (izquierda y derecha) mantiene ocultas 5 senbons para ser usadas cuando la situación lo requiera.
Carga en su espalda su fiel calabaza de arena, llevando la misma llena de su principal y más poderosa arma.
Lo vería, a unos pocos metros de distancia cuando después de algunos minutos finalmente habrían llegado a donde su tercer ojo le había indicado se encontraba aquel hombre, y entendería dos cosas: La primera era que no estaría del todo errado, en verdad algo no estaba bien pues el escenario daría mucho para dudar de todo, y la segunda era que seguramente en poco menos de lo que creía todo terminaría mal. Bueno, quizás y se estaría equivocando. Posiblemente ya algún buen samaritano habría ajusticiado al bandido y dejado atado allí para que el desierto se encargase de juzgarlo. Seguramente eso sería un sueño demasiado fantasioso, la realidad era que ya se hallarían ambos ninjas de Sunagakure descendiendo de la arenosa plataforma flotante del Sabaku y colocándose al nivel del restringido hombre de, aparentemente, veinte años de edad. Unos diez metros les separarían de aquel muchacho, una "distancia segura" que les dejaría algunos segundos para actuar en caso de que algo se saliese de control. Llevaría entonces el controlador de arena su mano al pergamimo que contenía la información sobre aquel encargo, que habría llevado consigo entre su chaleco y su abrigo desde que había salido del edificio del despacho del maestro Kazekage. Miraría su contenido mientras el desconocido joven frente a ellos no haría más que simplemente gemir intentando pedirles algo que no podrían entender por la dificultad de interpretación y se fijaría en el retrato dibujado que estaría grabado en el papiro para luego volver a fijar su vista en el joven atado. Sería exactamente igual a quien buscaban.
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Eres "Kurogiri no Hagane", el filo negro de los "Lobos de la Luna de Sangre" - Afirmaría mas que preguntar ante el castaño. Aquel joven poseía un alborotado y bastante descuidado cabello de la mencionada tonalidad, piel ligeramente bronceada por la exposición al sol, mirada despreocupada y un cuerpo que dejaba mucho qué desear para un guerrero. Ocultas dos bolsas de herramientas en la parte baja de su espalda donde llevaría algunas Shurikens y Kunais, aparte de una funda en la espalda media cuyo contenido no sería más que un sable que el mismo muchacho sabría usar bastante bien. Unos iris color café oscuro rodeaban unas pupilas que denotarían fastidio y aburrimiento. Iría vestido con una camiseta color blanco sobre la cual llevaría una camisa abierta color rojo, portando también unos pantalones cortos color gris oscuro y unas sandalias de madera. Característicos tatuajes de los miembros de su banda en forma de "pulseras" azules tenía en las muñecas y cerca de los tobillos. Algo flacucho dirían unos al ver al chico, pero por su parte, el arenero no. Tsunayoshi no subestimaba a nadie, ni por su apariencia, edad o sexo. Para él, todo el mundo poseía una increible capacidad latente y si podían o no utilizarla dependía de sus propias actitudes y claro, de una buena motivación para ello; ¿la suya? Sus padres. Bien podría tomarse como ejemplo a sí mismo, un joven holgazán y despreocupado que terminó siendo alguien lo suficientemente capaz como para ser enviado a completar un encargo de esa magnitud. Obviamente sabía que esa no era la misión entre las misiones, pero no era una que podría hacer cualquier Gennin y eso lo apreciaba mucho. Él tampoco era un ninja modelo, avanzaba a paso lento pero seguro hacia un nivel decente de poder, aunque eso mas que desanimarlo sólo le empujaba a seguir, le hacía entender que como todos, era un ser humano con muchas restricciones, si, pero también con muchas posibilidades a su alcance.
La boca del joven de alborotada cabellera estaría completamente sellada, encontrándose el chico amordazado con un pañuelo amarillento, atado de pies y brazos (estos a su espalda) con lo que parecerían ser unas sogas. Algo muy raro ya que según la información suministrada por sus superiores, aquel hombre daría un golpe ese día. ¿Un asalto? ¿Un asesinato? ¿Ambas cosas? No podría asegurar qué pretendía hacer su enemigo, pero estando como estaría no iba a hacer mucho.
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Mmmm... - No entenderían nada ninguno de los allí presentes sobre lo que el joven identificado como "Hagane" intentaría decir salvo él mismo, claro está. Esto más que aclararlo era necesario recordarlo al parecer...
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No entendemos qué quieres decirnos. Tampoco qué haces aquí atado, pero vendrás con nosotros y por lo que se ve, no tienes muchas opciones - El castaño reiría por debajo de la tela para luego mostrar sus manos, libres ya que las sogas no las ataban realmente (tampoco a sus pies), peor aún, ambas manos sostendrían un par de kunais cuya empuñadura llevaría atada un par de sellos explosivos. -
Yo elijo esta opción... - Sin mucho más arrojaría ambas cuchillas ennegrecidas de doble filo y carga explosiva hacia el par de shinobis formando un sello manual, "Hitsuji (carnero)", después de que sus proyectiles fueran despedidos y comenzaran a devorarse los pocos metros que les separarían de sus víctimas con la clara intención de dañar sí o sí. -
¡Basuras! - Luego de ese peculiar comando de voz, sus papeles cargados con chakra, pólvora y un sello especial, iniciarían su función bélica al expandir su dañina onda de fuego hacia los Gennin de Sunagakure. El pelirrojo por su parte, inexpresivo y atento a toda posibilidad de agresión, ya esperaría algo así. Después de todo ambos, tanto él como Yugen ya intuían que nada de ese panorama debía de ser real. Sin embargo al verse próximo a ser dañado por una explosión, no pudo evitar sorprenderse, internamente... La defensa instantánea del arenero rápida y holgazán a la vez (porque cada que defendía, se echaba al suelo sin más), haría aparición al interponerse entre ambos proyectiles y sus objetivos, agradeciendo Tsunayoshi el hecho de que su compañero se hallase junto a él, que de ser otro escenario se le habría complicado protegerle. La explosión no sólo sería contenida por la momentánea pared de dos metros de alto y metro y medio de ancho formada con los resistentes minerales desérticos del Sabaku, sino que parte de la onda expansiva terminaría moviendo a ambos chicos unos pocos centímetros hacia atrás culpa de la cercanía de la agresión ígnea. ("
Ahora voy yo...") - Pensaría luego de quitar su brazo de su rostro, con el que se habría cubierto de los granos de arena que habrían salido volando para evitar que su visión fuera comprometida, al empezar a movilizar la arena, viendo luego cómo su oponente desenvainaba un sable que llevaba en su espada y comenzaba a realizar algunos sellos manuales con su mano libre, algo que jamás habría visto hasta ahora el pelirrojo. Sellos con una mano, sería interesante ese combate seguramente. Pronto iniciaría la batalla, los pasos que ya daría el enemigo en carrera frontal hacia ellos se lo revelaría. Unos siete metros se interpondrían entre ellos, siendo lentamente acortados por las zancadas del espadachín. Sería hora de actuar entonces...
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- Off Rol:
- Aclaración:
Permiso concedido por parte de Yugen Nendo para condicionar la posición de su personaje. Gracias, compañero. Continuemos disfrutando de esta misión...
- NPC:
Nombre: Tetsukido Hagane.
Edad: 20 años.
Especialidad: Kenjutsu.
Elemento Primario: Raiton.
Parámetros:• Ninjutsu: 10
• Genjutsu: 0
• Taijutsu: 10
• Kenjutsu: 25
• Fuinjutsu: 0
• Fuerza: 12
• Velocidad: 15
• Resistencia: 10
• Percepción: 18
- Equipamiento:
Ninjato x1 = 1kg
Sellos Explosivos x2 - 2 = 0
Kunais x10 - 2 = 8 = 800gr
Shurikens x20 = 1kg
Carga total inicial = 5kg
Carga total actual = 2,8kg
Técnicas: Jutsu oculto x1
Acciones ofensivas: Atacar con arma (-3 St)
Chakra: 60
Stamina: 60 - 3 = 57
- Estadísticas:
• Ninjutsu: 30
• Genjutsu: 1
• Taijutsu: 1
• Kenjutsu: 1
• Fuinjutsu: 1
• Fuerza: 12
• Velocidad: 12
• Resistencia: 30
• Percepción: 12
- Técnicas y acciones:
Técnicas usadas: 1
Escudo de Arena (砂の盾, Suna no Tate)
Es un sistema automático de defensa que utiliza arena, la cual rodea y protege al usuario, este escudo aparece cuando el Sabaku se encuentra en peligro de ser lastimado haciendo que sea casi intocable. Esta se considera una defensa casi absoluta ya que sin importar en donde sea atacado este escudo lo protegerá, además puede endurecerse de tal forma que puede resistir ataques de una gran magnitud como el caso del acero. Defiende de técnicas del mismo rango que el usuario.
Nota: Si las reservas de chakra del Sabaku caen por debajo del 50% esta técnica ya no puede usarse.
Chakra: 0 (Chakra gastado por el ponente) x 1,5 = 0
Acciones ofensivas físicas:
Después de todo este tiempo, de haber caminado desde el despacho del Kazekage hasta el campo de entrenamiento, explorado el mismo y encontrado al criminal, aparte de haber usado varios jutsus y por ende el chakra, mínimo siento que debería al menos perder unos 3 St.
Chakra: 106
Stamina: 120 - 3 = 117
- Equipaje:
Kunais x9 (900gr)
Makibishis x20 (1000gr)
Shurikens x20 (1000gr)
Senbons x10 (250gr)
Cuerdas de Alambre x1 pack (250gr)
Bolsitas Explosivas x5 (500gr)
Píldora de Soldado x1 (50gr)
Bombas de Humo x3 (1050gr)
Calabaza de arena (0gr)
Carga total inicial: 5000gr = 5kg.
Carga total actual: 5000gr = 5kg.
- Reparto de armas:
A la derecha de su cintura, sujeta a una correa, lleva una bolsa en la cual porta 1 kunai y un rollo de 30 metros de cuerda de alambre cuya punta está atada al círculo de la base de la empuñadura del kunai. A la izquierda de su cintura porta otra bolsa atada a la misma correa en la cual lleva 3 Bombas de Humo y una Píldora de soldado.
En el muslo derecho lleva atada una bolsita de herramientas en la cual porta 10 Shurikens, 10 Makibishis, 4 Kunais y 2 Bolsitas Explosivas atadas a 2 de los 4 Kunais, mientras que en el muslo izquierdo también lleva una bolsita de herramientas atada, portando el mismo contenido en igualdad de cantidad excepto porque aquí tiene 3 Bolsitas Explosivas atadas a 3 de los 4 Kunais.
Aprovechando que las mangas de su abrigo llegan hasta sus muñecas, en cada manga (izquierda y derecha) mantiene ocultas 5 senbons para ser usadas cuando la situación lo requiera.
Carga en su espalda su fiel calabaza de arena, llevando la misma llena de su principal y más poderosa arma.