Cuando Sabaku Tsunayoshi decidió trazarse su propio camino ninja para alcanzar un perdón que simplemente no podía otorgarse, supo de inmediato que el recorrido del mismo no sería nada, pero nada sencillo. Necesitaba hacerse cada vez más fuerte, convertirse en una figura que representase seguridad para todo habitante de su aldea, así como lo habían querido aquellos quienes sin pedirle nada le prestaron su apoyo y no dejaron de hacerlo hasta el último segundo de sus vidas. Necesitaba convertirse en un valioso habitante de su villa, hacer valer una vida que sin pedirla, aquellas dos personas que más lo amaron le regalaron sin requerir nada a cambio, mas sólo que fuera feliz. Los errores y equivocaciones del pelirrojo para con aquellos que le habían dado el ser, no le dejaban tranquilo, le perseguían siempre recordándole que hubo una época de su vida en la que decepcionó por completo a sus padres, quienes por desgracia ya no estaba allí con él. Nunca podría pedirles perdón por tantas faltas. Nunca podría compensar las horas de preocupación y miedo que les había hecho sentir al escaparse al desierto en lugar de asistir a la academia día tras día todos esos años. Nunca podría escuchar un "estoy orgulloso de tí, hijo" de alguno de ellos. Nada. No podría redimirse, sólo intentar cambiar para quizás, sólo quizás enmendar un poco las cosas.
Si. Aún no superaba aquello...
Por los momentos, sólo podía caminar a paso tranquilo por la senda del shinobi, guiado por las breves enseñanzas que alcanzó a prestar atención de sus progenitores en su tiempo de rebeldía, así como la casi nula experiencia en el campo ninja que hasta ahora había adquirido para seguir avanzando. Ciertamente no esperaba que en tan poco tiempo de servicio su nombre estuviese en el registro del Kazekage como uno de sus ninjas de bajo rango más prometedores, ni siquiera pensaba en si era tomado en cuenta para misiones que necesitasen un cuidado especial, pero ese día, la confianza que hasta ese momento creía nula por parte de su líder y por lo tanto de su aldea para consigo mismo, se le fue demostrada sin que lo pudiese creer de a primeras. Obviamente la sorpresa en su rostro no sería muy notable, sobretodo porque la poca expresividad del chico ayudaba a eso. Aún así pudo sentir cómo un sin fin de emociones positivas finalmente le invadían.
¿Significaba aquello que lo que hasta ahora había hecho, realizando sus encargos con gran disposición y compromiso, le había rendido sus frutos como ninja de la arena? El que fuese solicitado en la oficina del Kazekage ese día por la mañana para realizar una misión de más relevancia que las acostumbradas por el pelirrojo de marcadas ojeras, así le hacía pensar.
[...]
Se había preparado de la mejor manera posible, su equipo ninja, su calabaza bien cargada de su arena especial, así como una mentalidad despejada de dudas para evitar conflictos internos que seguramente (y muy probablemente) le complicarían la culminación exitosa de la misión de ese día. Se aseguró de desayunar bastante bien, necesitaría mucha fuerza y vigor para poder desempeñarse de gran forma. Avanzó a paso rápido pero sin correr para ahorrar energías hasta la oficina del líder de Sunagakure, sin embargo y luego de anunciarse con la recepcionista, ésta le impidió el paso para ver al Kazekage. ¿Se había arrepentido el maestro Kazekage de llamarle? Aquello pasó fugazmente por la mente del extrañado muchacho al notar la actitud de la, normalmente, alegre y amable muchacha.
- No puedes pasar, Tsuna-kun. Kazekage-sama se encuentra en una reunión muy importante con un escuadrón Jounnin de reconocimiento. -
- Entiendo, Kaoru-san. Tal vez puedas orientarme tú, se me solicitó hoy para un encargo de mayor dificultad a la normal... - El tono de voz del arenero resultaba ser bastante tranquilo, a diferencia del de su acompañante femenina quien lucía bastante estresada y con ligeras pero notables ojeras, no tan obvias como las del pelirrojo pero allí estaban.
- Así es. Yo tengo el documento con la información, pero debemos esperar a que tu compañero llegue para entregárselo a ambos, no debe de tardar ya que a los dos se les llamó con motivo de urgencia... - A pesar de la dificultad que la muchacha le anunciaba con anterioridad que podría (y era así) tener esa misión por el simple hecho de mencionar la urgencia con la cual que se le solicitaba tanto a él como a ese tercero desconocido, lo único que le había llamado la atención de todo aquello al de ojos color turquesa, fue el hecho de colaborar con alguien a quien no conocía. Un compañero... Realmente no tenía ninguno. Si debía adivinar, diría que le asignarían uno momentáneo pero aun así era mejor asegurarse...
- ¿Compañero? -
- No es una misión como la que hayas realizado antes. Es una misión de rango C y para este encargo necesitas colaborar con otro ninja. Es un Gennin igual que tú -
- Está bien, esperaré... -
Realmente no tendrían que esperar mucho, pues antes de que ambos siquiera pudiesen acomodarse en su sitio, la figura de otro joven ninja de la arena, de cabello un poco largo color negro atado en una cola, haría acto de presencia al entrar por la puerta del edificio, llamando la atención del especialista en el manejo de la arena y de la recepcionista del lugar en el proceso...
— — — — — — — — — — — — — — —
Si. Aún no superaba aquello...
Por los momentos, sólo podía caminar a paso tranquilo por la senda del shinobi, guiado por las breves enseñanzas que alcanzó a prestar atención de sus progenitores en su tiempo de rebeldía, así como la casi nula experiencia en el campo ninja que hasta ahora había adquirido para seguir avanzando. Ciertamente no esperaba que en tan poco tiempo de servicio su nombre estuviese en el registro del Kazekage como uno de sus ninjas de bajo rango más prometedores, ni siquiera pensaba en si era tomado en cuenta para misiones que necesitasen un cuidado especial, pero ese día, la confianza que hasta ese momento creía nula por parte de su líder y por lo tanto de su aldea para consigo mismo, se le fue demostrada sin que lo pudiese creer de a primeras. Obviamente la sorpresa en su rostro no sería muy notable, sobretodo porque la poca expresividad del chico ayudaba a eso. Aún así pudo sentir cómo un sin fin de emociones positivas finalmente le invadían.
¿Significaba aquello que lo que hasta ahora había hecho, realizando sus encargos con gran disposición y compromiso, le había rendido sus frutos como ninja de la arena? El que fuese solicitado en la oficina del Kazekage ese día por la mañana para realizar una misión de más relevancia que las acostumbradas por el pelirrojo de marcadas ojeras, así le hacía pensar.
[...]
Se había preparado de la mejor manera posible, su equipo ninja, su calabaza bien cargada de su arena especial, así como una mentalidad despejada de dudas para evitar conflictos internos que seguramente (y muy probablemente) le complicarían la culminación exitosa de la misión de ese día. Se aseguró de desayunar bastante bien, necesitaría mucha fuerza y vigor para poder desempeñarse de gran forma. Avanzó a paso rápido pero sin correr para ahorrar energías hasta la oficina del líder de Sunagakure, sin embargo y luego de anunciarse con la recepcionista, ésta le impidió el paso para ver al Kazekage. ¿Se había arrepentido el maestro Kazekage de llamarle? Aquello pasó fugazmente por la mente del extrañado muchacho al notar la actitud de la, normalmente, alegre y amable muchacha.
- No puedes pasar, Tsuna-kun. Kazekage-sama se encuentra en una reunión muy importante con un escuadrón Jounnin de reconocimiento. -
- Entiendo, Kaoru-san. Tal vez puedas orientarme tú, se me solicitó hoy para un encargo de mayor dificultad a la normal... - El tono de voz del arenero resultaba ser bastante tranquilo, a diferencia del de su acompañante femenina quien lucía bastante estresada y con ligeras pero notables ojeras, no tan obvias como las del pelirrojo pero allí estaban.
- Así es. Yo tengo el documento con la información, pero debemos esperar a que tu compañero llegue para entregárselo a ambos, no debe de tardar ya que a los dos se les llamó con motivo de urgencia... - A pesar de la dificultad que la muchacha le anunciaba con anterioridad que podría (y era así) tener esa misión por el simple hecho de mencionar la urgencia con la cual que se le solicitaba tanto a él como a ese tercero desconocido, lo único que le había llamado la atención de todo aquello al de ojos color turquesa, fue el hecho de colaborar con alguien a quien no conocía. Un compañero... Realmente no tenía ninguno. Si debía adivinar, diría que le asignarían uno momentáneo pero aun así era mejor asegurarse...
- ¿Compañero? -
- No es una misión como la que hayas realizado antes. Es una misión de rango C y para este encargo necesitas colaborar con otro ninja. Es un Gennin igual que tú -
- Está bien, esperaré... -
Realmente no tendrían que esperar mucho, pues antes de que ambos siquiera pudiesen acomodarse en su sitio, la figura de otro joven ninja de la arena, de cabello un poco largo color negro atado en una cola, haría acto de presencia al entrar por la puerta del edificio, llamando la atención del especialista en el manejo de la arena y de la recepcionista del lugar en el proceso...
— — — — — — — — — — — — — — —
- Off Rol:
- Estadísticas:
• Ninjutsu: 20
• Genjutsu: 1
• Taijutsu: 1
• Kenjutsu: 1
• Fuinjutsu: 1
• Fuerza: 12
• Velocidad: 12
• Resistencia: 30
• Percepción: 12
- Técnicas y acciones:
Técnicas usadas:
Acciones realizadas:
Chakra restante: 120.
Stamina restante: 120.
- Equipaje:
Kunais x5
Shurikens x10
Senbons x10
Cuerdas de alambre (1 pack)
Tantô x1- Reparto de armas:
Lleva un Tantô en la parte baja de su espalda, enfundado y sujeto a su cuerpo por una correa alrededor de la cintura.
A la derecha de su cintura, sujeta a la misma correa, lleva una bolsa en la cual porta un kunai y un rollo de varios metros de cuerda de alambre cuya punta está atada al círculo de la base de la empuñadura del kunai.
En el muslo izquierdo lleva atada una bolsita en la cual porta 10 Shurikens. Mientras que en el muslo derecho también lleva una bolsita pero cuyo contenido es de 4 Kunais.
Aprovechando que las mangas de su abrigo llegan hasta sus muñecas, en cada manga (izquierda y derecha) mantiene ocultas 5 senbons para ser usadas cuando la situación lo requiera.